El director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, ha aconsejado que las compras de productos alimentarios se ajusten a las necesidades de cada momento para evitar que se acumulen alimentos que no van a ser consumidos Así lo ha afirmado en declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, en las que ha afirmado que la revisión de la fecha de caducidad de los alimentos se hará "salvaguardando siempre la salud del consumidor".
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, ha aconsejado que las compras de productos alimentarios se ajusten a las necesidades de cada momento para evitar que se acumulen alimentos que no van a ser consumidos
Así lo ha afirmado en declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, en las que ha afirmado que la revisión de la fecha de caducidad de los alimentos se hará "salvaguardando siempre la salud del consumidor".
En este sentido, ha explicado que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente trabaja en la elaboración de un programa dirigido a reducir y valorizar los alimentarios desechados.
Se trata, según ha dicho, de un programa muy amplio que incluye aspectos como la modificación de las normas que regulan la fecha de consumo o la fecha de caducidad de los productos, "salvaguardando siempre la salud del consumidor".
Burgaz ha aclarado que esta decisión no corresponde en exclusiva a su Ministerio, sino que también participa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), como organismo responsable de estos aspectos. "Nosotros vamos a trabajar conjuntamente con la AESAN para analizar y ver, en algunos productos en concreto, si hubiese o no posibilidad de modificar estas fechas", ha aclarado.
Además, Burgaz ha explicado que, con carácter general, existen dos tipos de fechas en las etiquetas. Por un lado, aquellas que tienen establecida una fecha de caducidad para productos que, transcurrido un tiempo, su consumo podría resultar perjudicial para la salud, y por otro las fechas de consumo preferente para los productos ya elaborados o transformados, que pone libremente el productor, y que indica la fecha en que el producto puede perder alguna de sus cualidades organolépticas, pero que es apto para el consumo.