Evita señalar responsables y atribuye los problemas de la entidad al inmobiliario y la crisis
El expresidente de Caixa Manresa y de CatalunyaCaixa, Manuel Rosell, ha afirmado este lunes que «una vez visto cómo han evolucionado las cosas, Caixa Manresa también hubiese tenido problemas si no se hubiese sumado a CatalunyaCaixa» porque también tenía exposición al promotor, y tenía un tamaño pequeño, lo que le cerraba el acceso a los mercados.
En la comisión de investigación del Parlament sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, ha expuesto: «De entrada no teníamos ni ganas ni necesidad de fusionarnos, pero se avecinaban mayores exigencias normativas y el Banco de España pedía mayor dimensión de las entidades financieras».
Ha argumentado que se decidió CatalunyaCaixa porque se mantenía la representatividad de la nueva entidad y para mantener el modelo catalán de cajas, pero ha afirmado que nunca hubo presiones para procesos concretos ni por parte del Estado ni de la Generalitat.
Ha opinado que Caixa Girona no se adhirió, no por razones de compatibilidad, sino por la «dificultad» en las relaciones entre las tres diputaciones fundadoras de Caixa Catalunya, Caixa Girona y Caixa Tarragona.
Ha «suscrito en gran parte» la situación explicada horas antes en la misma comisión por el expresidente de CatalunyaCaixa Adolf Todó de que los problemas de Caixa Catalunya venían de antes de 2008, y que el deterioro económico posterior dificultó los resultados positivos del cambio de estrategia.
Con todo, ha opinado que no se puede señalar a un responsable o grupo de responsables de la situación actual de la entidad, porque ha sido una suma de acontecimientos, y todas las entidades financieras se han visto afectadas por la crisis del sector.
«El proyecto no ha podido llevarse a cabo tal y como lo diseñamos con la fusión en el ámbito financiero», ha lamentado, aunque ha añadido que la Obra Social sí que ha conseguido ser un proyecto consolidado y sostenible.
Manuel Rosell abandonó la entidad a principios de este año, una vez el Frob había tomado el 100% del capital de Catalunya Banc, tras lo cual no vio sentido a su continuidad –representaba al 10% de CatalunyaCaixa en el consejo de administración del banco–, y ha puntualizado que no cobró indemnización.
Preguntado por las preferentes y deuda subordinada, ha explicado que él no compró, pero que no se colocaron intencionadamente entre clientes no cualificados, y que en el momento de su colocación no se preveía que a corto plazo la entidad financiera pudiera entrar en pérdidas, como luego pasó.