El Doctor Mario Alonso Puig, prestigioso coach y conferenciante a nivel internacional, valora mucho la actitud positiva de los líderes para afrontar este tiempo de incertidumbre.
El Doctor mantiene que es el principal vehículo para transmitir autoconfianza a los equipos.
Es más, la actitud negativa puede incluso hasta dañar determinadas áreas cerebrales.
Los expertos sobre recursos humanos, capital humano y management tienen un tema importante sobre la mesa en estas fechas.
La cuestión del liderazgo y la actitud que deben de tener los líderes es fundamental para capear el temporal.
Un temporal que se está llevando por delante muchos sueños, objetivos, planes y empresas en términos generales.
Otras que sobreviven, lo hacen sin un rumbo fijo y a la espera de que los tiempos cambien y que la corriente les devuelva a sus tranquilos cauces anteriores.
Lo cierto es que muchos de estos supervivientes al caos financiero y a la bajada general del consumo pueden morir justo en la orilla y mucho dependerá las decisiones que se tomen para evitar en lo posible ser arrastrados hasta el acantilado.
Conviene pues escuchar a expertos motivacionales que han trabajado durante toda su carrera con personas y conocen a la perfección métodos y sistemas para afrontar las difíciles situaciones que está provocando la coyuntura actual.
Desde hace un lustro a esta parte, han cambiado muchas cosas y liderar ya no solo significa ser jefe, sino también tener visión y anticiparse a cualquier eventualidad.
Este fue el principal argumento que usó el Doctor Mario Alonso Puig en una de sus últimas conferencias en el campus madrileño de la Schiller International University.
Coach y conferenciante internacional, Mario Alonso ha ejercido la actividad quirúrgica durante más de un cuarto de siglo, siendo miembro de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Fellow de la Harvard University Medical School, y miembro de la Academia de Ciencias de New York.
Así pues, dilatada experiencia y amplia científica, el autor de libros como La Respuesta o Madera de Líder ofreció una charla a más de 80 antiguos alumnos de la mencionada universidad privada que tuvo por título Leadership, a humanistic and neurobiogical approach, en la que empezó por definir precisamente a un líder:
“Persona que tiene una visión y hace que las cosas sucedan, que inspira a la gente a actuar de manera diferente”. Definición sencilla pero cuya esencia parece olvidada en estos tiempos de incertidumbre.
Ejemplos de liderazgo
Por ello se hace necesario recordar ciertos nombres ilustres que hoy podrían representar un ejemplo. El experto puso a John Kennedy como un espejo y claro exponente de lo que debe ser un líder.
Entre otras cosas, “él quiso que el hombre llegara a la luna e inspiró a los científicos para que trabajaran de otra manera”, argumentó el Doctor Alonso, quien asimismo se mostró convencido de que mucha gente puede ser líder y que además pueden encontrarse en los lugares más recónditos y humildes del planeta.
Reconoció que especialmente en tiempos de incertidumbre y ambigüedad es necesario contar con claros referentes que enseñen la dirección a seguir.
Como Kennedy, otros grandes líderes supieron cambiar mentalidades a raíz de saber mirarse hacía el interior y marcarse unos objetivos. Es decir, saber hasta dónde se puede llegar.
Del mismo modo, todos ellos supieron valerse de recursos internos y externos para llegar a cimas tan altas.
Es sobre los recursos internos sobre los que giró el resto de la argumentación del médico español.
La actitud positva clave en nuestra vida
De este modo, ante personas de ocho nacionalidades distintas, Mario Alonso explicó las causas neurobiológicas en las que se fundamenta su convicción de que con una actitud, una mente positiva hacia algo, con un verdadero compromiso para lograr un propósito, se pueden franquear barreras que pudieran parecer imposibles de derribar.
“La primera persona en el mundo que descubrió esta interrelación fue nuestro Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal en sus experimentos con animales enfrentándolos a situaciones desafiantes.”
Gracias a la positividad, se ha demostrado que el cerebro empieza a experimentar cambios en lo físico, aumentando el número de neuronas.
Sin embargo, la actitud negativa y el pesimismo podrían dañar al cerebro, dejando determinadas áreas con un porcentaje de sangre menor. “Una situación de pánico puede cambiar el riego dentro del cerebro”.
De esta forma, parece esencial la actitud que deben tomar los líderes de cualquier sector para afrontar cualquier situación problemática.
Aplicado a la educación – los educadores deben ser los grandes líderes actuales -, el experto en liderazgo mantiene que “los profesores deben construir emociones positivas en los alumnos y en los equipos. Este proceso positivo construirá su autoconfianza, pieza clave para provocar la motivación interior”.
Con ello, los fallos, que ineludiblemente surgirán en la vida, serán percibidos como camino de aprendizaje en vez de estadio de culpa que volverá a generar tristeza y negatividad.
