Acudimos al economista Daniel Rodríguez Asensio para que nos pinte el panorama que veremos a nivel económico en los próximos 12 meses. El experto establece una dicotomía para España: ¿estado de bienestar o revolución tecnológica».
¿Cuáles son sus deseos y previsiones para este nuevo año en materia económica?
Mis deseos, como cada año, pasan por una mayor libertad económica. La socialdemocracia está adulterando la esencia del estado de bienestar. En consecuencia, el sistema cada vez está más intervenido y el individuo pierde libertad. Las perspectivas son negativas.
Lo que creo que va a ocurrir, desafortunadamente, es lo contrario. 2019 es un año plagado de incertidumbres a nivel global.
Me cuesta ver un 2019 donde entremos en recesión técnica, pero la desaceleración se agravará y nos acercaremos a ella. Vivimos en un país que podría crecer al 4% y lo enviamos hacia el estancamiento secular”
La desaceleración económica es un hecho, los vencimientos de una deuda desbocada va a comenzar a apretar las tuercas a algunas economías en 2019, y la política monetaria, tras años de estímulos imberbes, va a ser ligeramente más contractiva. No hemos hecho los deberes y ahora van a venir los problemas. Italia es el país que está en el foco.
Sin embargo, a mí me preocupa especialmente Francia y Alemania. El primero, por su incapacidad de liberalizar la economía. Y el segundo, por la fragilidad de su sector financiero.
Tenemos por delante un 2019 que estará lleno de retos.
¿En este momento España más cerca o más lejos de una nueva recesión económica?
Las organizaciones multilaterales -FMI, OCDE, etc. -nos dan un crecimiento para el 2019 que rondará el 2,2%, claramente por encima de la media de la UE. No obstante, yo creo que las revisiones a la baja van a ser constantes. Es una tasa optimista.
En primer lugar, porque 2018 ha estado dominado por un aumento del gasto público en administraciones regionales y locales. Los ayuntamientos han reducido un 21% su superávit en los nueve primeros meses del año. Las Comunidades Autónomas ha incrementado su gasto en casi 6.000 millones de euros.
Por otra parte, se acaba el programa de compras del BCE y vamos a ser uno de los países más afectados porque hemos sido de los que más hemos recurrido a él y, aún así, somos de los que más tipo de interés pagamos por nuestra deuda.
El programa económico de VOX es su principal punto débil. Tiene un documento vacío, en contenido y forma. El partido ha tenido un crecimiento inesperado y por ello les cuesta llenar sus filas con cerebros capaces”
Y, por último, tenemos elementos endógenos que nos van a impactar de forma relevante. Un gobierno deslegitimado, unos presupuestos con alta probabilidad de incumplimiento y -en caso de ser aprobados -con el apoyo de los independentistas catalanes, parlamentos regionales fragmentados… la lista es larga.
Me cuesta ver un 2019 donde entremos en recesión técnica, pero la desaceleración se agravará y nos acercaremos a ella. Vivimos en un país que podría crecer al 4% y, sin embargo, lo enviamos hacia el estancamiento secular.
No obstante, usted pone el foco en la eurozona como zona de conflicto económico. ¿Qué responsabilidad tendría el BCE al respecto?
La Eurozona y China son los principales focos de inestabilidad a nivel mundial. Uno de los principales hitos en 2019 es el fin del programa de expansión cuantitativa -QE -por parte del BCE.
Para muchos países ha sido el único comprador de su deuda durante muchos meses del 2018 y ahora este incremento de riesgo, junto con una menor liquidez, se traducirá en unos mayores tipos de interés y en un incremento del riesgo crediticio. En España ya lo estamos viendo y solamente llevamos unos días.
No obstante, cabe puntualizar. ¿Significa esto que el BCE sea el responsable? Desde mi punto de vista, no. Es cierto que el QE es un desincentivo en toda regla para que los Estados Miembros lleven a cabo las reformas estructurales necesarias.
Pero son éstos, en último término, los responsables de sus políticas económicas. Si usted se endeuda por encima de sus posibilidades sólo porque los tipos de interés están bajos es su responsabilidad, aunque el banco también asuma las consecuencias en forma de impago.
La socialdemocracia piensa que un ente superior puede solucionar los problemas creados por los políticos y, al final, acaban echando balones fuera y vendiendo que el problema es responsabilidad del antiguo salvador.
¿El resultado político en Andalucía podría ser un anticipo de lo que podría suceder en unas elecciones generales?
En cierto sentido, sí. Creo que el Parlamento va a volver a estar muy fragmentado, y que los pactos van a ser claros. También creo que los intervencionistas, tanto PSOE como Podemos, van a recibir un castigo muy severo en las urnas ante su política irresponsable y colectivista.
A nivel nacional, creo que el PP no va a caer tanto como le dan las encuestas. Bajo el mandato de Pablo Casado está volviendo a dar la batalla ideológica y eso es un paso adelante muy importante.
Sí que tendrá que pasar una pequeña travesía por el desierto para quitarse la mochila de los últimos años, pero no veo un desplome como el que ha ocurrido en Andalucía o anticipan las encuestas.
Por último, está claro que VOX va a entrar en el Parlamento. Lo que no tengo tan claro es que de una forma tan rotunda -y sorprendente -como en Andalucía. Personalmente, les daba 7/8 escaños en la región, y finalmente fueron 12.
A nivel nacional, no creo que los resultados andaluces sean extrapolables. Debemos tener en cuenta que VOX tiene como pilares básicos de sus propuestas la inmigración y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Andalucía es, probablemente, la región donde la cara menos amable de la inmigración se da con más crudeza. Precisamente, ha sido en los municipios donde más impacto ha tenido este fenómeno donde VOX ha destacado.
También creo que uno de los principales problemas de Andalucía durante las últimas décadas ha sido la ausencia de candidatos de primer nivel en la oposición. Estas elecciones no han sido menos. Muchos andaluces han votado a la opción menos mala y, aún así, el PSOE ha sido desalojado de la Junta.
Vox ha irrumpido en el parlamento andaluz como en su día hiciera Podemos. ¿Qué impacto puede tener en lo económico si hiciera lo propio en el Congreso de los Diputados?
Creo que el programa económico de VOX es su principal punto débil. Tiene un documento vacío, en contenido y forma.
2018 ha sido un año francamente negativo en los mercados financieros internacionales, y 2019 no va a ser mucho mejor”
Trazar algunas líneas maestras, como bajar los impuestos y el gasto público, es un buen primer paso, pero insuficiente de cara a presentarse como una candidatura capaz de tener representación relevante en el Parlamento.
VOX debe trabajar muy duro en un programa económico serio, que sea capaz de cuantificar, y que sea realista. En mi opinión, no necesitan una creatividad desmesurada en sus medidas. Pero sí credibilidad y un calendario claro y transparente de implementación.
Creo que VOX está experimentando un crecimiento inesperado, y por ello les cuesta llenar sus filas con cerebros capaces. También, por qué no decirlo, necesitan comunicadores. En materia económica son fundamentales y ni Abascal, ni Ortega Smith ni Rocío Monasterio son expertos en este tema.
La parte positiva es que las elecciones de Andalucía les ha situado en el epicentro del debate político, y esto les obliga a “hacer los deberes” con un margen de tiempo suficiente para llegar a las elecciones generales con propuestas capaces de asumir el papel que quieren desempeñar.
VOX es un partido necesario en este país, pero, al menos en materia económica, tiene que madurar.
¿Cuáles son los sectores clave para fijarnos como impulso para España en este 2019?
España en 2019 va a desacelerar, como hemos comentado. Por tanto, creo que es momento de comenzar a mirar sectores anticíclicos, como las telecomunicaciones, retail, servicios básicos, etc.
También creo que el sector de la construcción va a seguir al alza, al calor de un mercado de trabajo que ha mejorado notablemente en los últimos años.
Desafortunadamente, la gente está pensando más en que ahora tiene recursos disponibles, y no en que es el peor momento para comprar un inmueble. No sólo están caros, sino que los tipos de interés van a subir desde el año próximo. No sabemos cuánto, pero van a subir.
Por cierto, hablando de inmuebles, un mercado que sin duda va a seguir creciendo es el del alquiler. Los gobiernos intervencionistas de Madrid, Barcelona, y las últimas medidas aprobadas por el Ejecutivo son la receta perfecta para que los precios sigan subiendo. Y no lo digo yo. Lo dicen los expertos y la experiencia en otros países.
¿Cómo valora las respuestas de Europa y la actuación de May en la resolución del Brexit? ¿Ve posible un nuevo referéndum en las islas?
No creo que haya un nuevo referéndum. El propio Jeremy Corbyn, el principal responsable de la oposición, lo ha rechazado. Creo que May está haciendo lo que el pueblo de Reino Unido le pidió que hiciera: gestionar el Brexit.
El problema es que ella nunca ha creído en el Brexit. Así que lo que mal empieza, mal acaba. Creo que va a haber acuerdo in extremis porque cualquier otro escenario es especialmente negativo para ambas partes. Sin embargo, no se puede descartar la posibilidad de una salida sin acuerdo, está claro.
En este entorno, creo que Europa tiene más que perder que Reino Unido. Perdemos al segundo contribuyente neto al presupuesto europeo, y uno de los motores de la Eurozona.
Creo que May está haciendo lo que el pueblo de Reino Unido le pidió que hiciera: gestionar el Brexit. El problema es que ella nunca ha creído en el Brexit. Así que lo que mal empieza, mal acaba”
En Reino Unido el Brexit está suponiendo un terremoto político, y la realidad es que tienen la mitad de paro que en Europa, crecen tres veces más, están reduciendo déficit y deuda, el Banco de Inglaterra ya ha subido tipos…
El Brexit tiene un resultado incierto, pero quizás nos sorprendamos de que impacta más en Europa de lo que pensábamos. Y no nos estamos preparando.
A pesar del esfuerzo de los bancos españoles en su reestructuración, ¿usted atisba problemas para el sector en el corto medio plazo?
El sector bancario español ha sido uno de los que mayores reformas estructurales han afrontado. Han reducido un 50% tanto los empleados como las sucursales, y su apuesta por la transformación digital es clara.
Sin embargo, es un sector hiperregulado que, en mi opinión, no calibró bien el impacto de pedir un QE en Europa. Es cierto que ha reducido los costes financieros de nuestras entidades financieras.
El impacto del nuevo salario mínimo interprofesional,según el Banco de España, AIReF y otros organismos, es de 150.000 empleos menos. Yo creo que son cifras conservadoras”
Pero no es menos cierto que la cifra de negocios decrece de forma sostenida, y el margen de intereses se desploma por la misma razón. La factura asciende a unos 13.000 millones de euros en los últimos cinco años.
Las entidades españolas destacan por su solvencia y por su rentabilidad, aunque los activos de menor riesgo están por debajo de la media europea. Tenemos que afrontar retos, pero no veo la situación del sector especialmente preocupante.
Si Italia y/o Alemania generan grandes agujeros, el impacto sí que podría suponer el resquebrajamiento de un sector muy debilitado por la clase política y por la crisis. Pero están haciendo los deberes y vendiendo carteras no core que ponían en riesgo su estabilidad en un entorno de incertidumbre como el que tenemos por delante.
¿A que factores o variables ha de prestar atención el inversor medio para sacar rentabilidad a sus ahorros?
La mejor forma de cuidar los ahorros, propios y ajenos, es no perder de vista los fundamentales. Siempre es así, y en el período de incertidumbre que viene, más aún. Un elemento clave a la hora de invertir para este 2019 es el gestor que se va a hacer cargo de tu dinero. 2018 ha sido un año francamente negativo en los mercados financieros internacionales, y 2019 no va a ser mucho mejor.
Además, debemos tener paciencia porque veremos episodios de elevada volatilidad e iliquidez en los mercados. Con Estados Unidos creciendo a ritmos de 2013 y Europa y China a la baja, el efecto aspirador del dólar va a ser un elemento muy importante para los mercados europeos y españoles.
¿La caída del paro en 50.000 personas en diciembre es puramente estacional? ¿Qué lectura hace de ello?
Los datos de paro y afiliación a la seguridad social de diciembre son positivos. Es más. El 2018 ha sido un año positivo. Hay 3,2 millones de parados y más de 19 millones de afiliados, cifra esta última que no ocurría desde el año 2007. Durante el año 2018 salieron de las listas de desempleados 210.000 personas, y el empleo creció en más 563.000 personas.
No obstante, es peligroso perderse en los méritos y pensar que podemos maltratar a las empresas como está haciendo el gobierno de Sánchez. Este año vamos a crecer al 2,6%, dos décimas menos que la media de los últimos cuatro años, y, sin embargo, la disminución acumulada del paro es un 40% inferior a la experimentada durante el mismo período.
La desaceleración en el mercado laboral es evidente. La reforma laboral ha obrado en favor del Gobierno durante los últimos meses del año pero estamos yendo en dirección contraria y poniendo trabas a la contratación y a la actividad privada. Es muy peligroso.
Ha entrado en vigor el nuevo salario mínimo interprofesional. ¿Qué otras cifras se esconden en esos 900 euros mensuales?
En un país en el que el grueso del empleo se concentra en las Pymes, y el 85% de las empresas sin empleados están en pérdidas, ¿cómo vas a pretender dinamizar el mercado laboral con una subida del 22% del SMI que, además, lleva asociada una subida de los costes laborales?
El impacto de esta medida, según el Banco de España, AIReF y otros organismos, es de unos 150.000 empleos menos creados. Yo creo que es incluso conservadora.
Además, no existen estudios de impacto de la subida del SMI en un entorno de desaceleración, e incluso recesión, como el que viene. Esta gente va a ser la primera en volver a engrosar las listas del paro. Y son los más vulnerables.
Aunque no sé qué esperar de un gobierno que se vanagloria de que cada vez más personas dependen del sector público para vivir. Estamos perdiendo el norte.
Como consultor estratégico y dado que en España hay unas 3.000 grandes empresas, ¿qué deben hacer el resto de Pymes para escalar la organización y hacerla más grande?
Desafortunadamente, vivimos en un país en el que escalar una organización es caro y complejo desde el punto de vista burocrático. Pero no imposible. Yo creo que lo más importante a la hora de crecer es hacerlo de forma saludable, apoyado en los puntos fuertes de la compañía, y buscando los huecos que siempre existen en el mercado.
El error más común con el que me suelo topar es el de empresarios que me dicen “Yo trabajo el segmento premium. Vendo calidad” Y cuando les preguntas cómo gana contratos contesta “Pues a precio. Se lo dejo un poco más barato que el de al lado”.
Lo cual es incoherente por definición. Otra de las grandes barreras que veo es la sectorial. “En mi sector no se puede crecer…” Muchas veces ni eso es cierto, pero, incluso, si lo es, puedes apalancarte en tus activos para crecer en un mercado adyacente.
En definitiva. Para crecer necesitas una empresa sana, un buen plan estratégico, y la motivación suficiente.
Uno de los sectores clave en la economía española es el motor . Tras la llegada este 2019 del impuesto al diesel, ¿qué cree que va a ocurrir en este sector?
Lo mismo que está ocurriendo en Alemania. El sector automovilístico es el principal responsable de la desaceleración económica. En España en 2018 las matriculaciones crecieron 1,5 puntos porcentuales menos que en 2017, con los últimos 4 meses con tasas de crecimiento negativas.
Es cierto que se produjo un adelantamiento de las compras de vehículos antes de verano por un cambio de regulación medioambiental, pero cuatro meses de caídas es ciertamente preocupante.
El sector automotriz en España da empleo a 279.000 personas, de los cuales 212.000 son empresas subcontratadas por las grandes automovilísticas. El impacto puede ser relevante y empresas como Mercedes-Benz o Ford ya han anunciado menor actividad en algunas de sus fábricas. Deberíamos dejarnos de jugar con el empleo de los ciudadanos.
Hace poco hemos conocido la noticia de que Google va a establecer un nuevo centro de operaciones en Portugal, en vez de España debido a la tasa Google, ¿cuánto cree que se va a recaudar finalmente con esta tasa?,¿qué supone realmente esa tasa?, ¿qué sentido tiene penalizar a las empresas digitales?
La Tasa Google es uno de los mayores engaños de los últimos años. Los ciudadanos pagaremos un mayor precio por los artículos comprados por Internet y mayores impuestos por el descuadre financiero que se van a producir en las cuentas públicas.
El gobierno prevé, en los presupuestos, una recaudación de 1.200 millones de euros. Para que te hagas una idea, el mercado de la publicidad digital en España, según InfoAdex, asciende a 1.500 millones de euros.
Estudios independientes cifran el negocio de Amazon en 1.300 millones de euros. O, lo que es lo mismo, el mercado al que grava asciende a 2.800 millones de euros.
Su capacidad de recaudación no llega ni a la mitad de lo previsto por el gobierno. Estamos ante uno de los múltiples agujeros por la parte de los ingresos que tienen los presupuestos de 2019.
Irlanda es un país que ha atraído a los principales players digitales gracias a la bajada de impuestos, ¿cree usted que ocurrirá esto en España?
No. Estamos lejos de evolucionar hacia un modelo de atracción de empresas tecnológicas. No sólo son los impuestos. Son las trabas burocráticas, la libertad para hacer negocios, la hiperregulación que sufren nuestras empresas, el modelo laboral, y un largo etcétera.
Irlanda ahora ocupa el lugar número 23 en el ránking doing business, elaborado por el Banco Mundial, que mide la facilidad para hacer negocios en 190 países. Estamos hablando de que en el año 2007 era el séptimo país y en 2011 el décimo.
Las tecnológicas no se establecen en un país de un día para otro. No sólo hay que construir un modelo proclive al sector privado, sino mantenerlo. España, por cierto, ocupa el puesto 30.
«Los españoles tenemos que elegir: estado de bienestar o revolución tecnológica»
¿Cambiar el modelo productivo que ahora mismo tiene España por otro modelo, en el que la transformación y revolución digital sea el eje principal logrará que se pueda mantener el estado de bienestar que hemos conocido hasta ahora?
Los españoles tenemos que elegir: estado de bienestar o revolución tecnológica. El estado de bienestar bajo el modelo económico actual es, sencillamente, insostenible. La pirámide de población se invierte, el paro es endémico y la productividad lleva estancada décadas.
El estado de bienestar se construyó con prosperidad económica. Debemos concienciarnos de que, en un sistema capitalista, ningún derecho puede ser garantizado si no podemos pagarlo.
La única forma de evitar una reforma en profundidad del estado de bienestar es haciendo reformas estructurales que incrementen nuestra productividad. Y eso pasa, irremediablemente, por la revolución tecnológica. Con todas sus vertientes: mercado laboral, educación, protección de datos, sistema fiscal, y un largo etcétera.
Llevamos 10 años de estancamiento económico y tenemos problemas de sostenibilidad en elementos clave del sistema como es las pensiones. Como nosotros, muchos de los países a nivel mundial que tienen un sistema de pensiones de reparto.
Debemos aprender la lección y volver a la senda que nos permitió construir la etapa de mayor prosperidad y bienestar de nuestra historia económica.