El coronavirus está exigiendo el teletrabajo en muchos sectores. Ahora el debate está en saber si los equipos de trabajo serán productivos. Hay tecnologías de medición para ello.
Los proyectos de teletrabajo mejoran sensiblemente sus resultados cuando los teletrabajadores y sus managers cuentan con soluciones de medición y seguimiento del desempeño. Es una de las recomendaciones de WorkMeter, empresa pionera en España en la implantación de soluciones tecnológicas de medición de la productividad, ante el creciente auge que el teletrabajo está adquiriendo en todo el mundo debido a la crisis del coronavirus.
“Para atraer y retener el talento, los departamentos de Recursos Humanos deben ofrecer políticas que favorezcan la conciliación como el teletrabajo. Pero el teletrabajo implica el uso de tecnología y es fundamental que la organización disponga de las herramientas necesarias para desarrollar con éxito estas iniciativas”
Joan Pons, CEO de WorkMeter.
Sistemas de medición como EffiWork de Workmeter permiten, además, mitigar o eliminar algunos de los frenos tradicionales a la implantación del teletrabajo como la sensación de pérdida de control del manager respecto a su equipo, el mito de la pérdida de eficiencia organizativa o el miedo al aislamiento del empleado. “Alguien que trabaja desde su casa, en cierto modo, aislado del resto de la organización, puede perderle el pulso al ritmo de trabajo del resto de sus compañeros. Sistemas como EffiWork de WorkMeter permiten no solo que estos profesionales se mantengan alineados con las dinámicas y ritmos productivos de la empresa, sino que ofrecen grandes oportunidades de mejora para los miembros del equipo”, señala Pons.
Medir el teletrabajo desde el punto de vista de la empresa
-Generan una cultura de medición. Extendida a todos los niveles de la organización, no solo entre la dirección y los managers, sino entre los mismos teletrabajadores, que pueden obtener valiosos reportes de su propio rendimiento. Se trata de una evolución de la cultura del presencialismo hacia una cultura de la eficiencia.
-Permiten una comparativa entre trabajo presencial / teletrabajo. Muchas empresas se resisten a dar a sus trabajadores la opción de teletrabajar porque carecen de experiencia con esta modalidad y recelan de sus resultados. Un sistema que proporcione métricas fiables acerca de la productividad del equipo deslocalizado reduce esas resistencias y permite validar con datos el impacto positivo que el teletrabajo puede tener en los resultados de negocio.
Desde el punto del manager
-Crean un marco de referencia. Las barreras relativas a la percepción de falta de control del directivo son fácilmente salvables mediante un buen trabajo de análisis previo a la implantación del sistema. Se tienen que definir muy bien cuáles son los puestos de trabajo susceptibles de ser teletrabajados, y qué actividades de las asociadas al mismo se realizarán desde la oficina y cuáles se podrán realizar desde otros lugares. Finalmente, es necesario definir un sistema de medición que acredite cuál ha sido la gestión del tiempo de la persona respecto a dichas actividades durante la jornada teletrabajada.
Desde el punto de vista del empleado
-Marcan prioridades. Al teletrabajador le cuesta más organizarse en torno a prioridades y tiende a intentar acabar la tarea que está realizando en ese momento. Los sistemas de medición le ayudan a distribuir mejor su tiempo, asignando espacios concretos a tareas concretas.
-Ajustan la jornada. El teletrabajo tiene el peligro de que el profesional pierda la noción de su tiempo de trabajo, ya sea por defecto o por exceso. Los sistemas de medición le alertan tanto de cuando está trabajando de más como cuando lo hace por debajo de lo esperado.
Desde la perspectiva de la Ley de registro horario
-Evitan que la nueva ley sea un freno a las iniciativas de teletrabajo, ya que los sistemas de medición permiten cumplir el registro de jornada tanto cuando los empleados están teletrabajando como cuando están en la oficina.