Los resultados económicos que están ofreciendo las grandes entidades financieras tienen el denominador común de la caída de beneficios y dotaciones especiales.
Ya se han presentado los resultados económicos trimestrales de Santander, Bankia, Sabadell, CaixaBank y BBVA. En todos ellos la caída de beneficios ha sido abrupta por el impacto del coronavirus. Una pandemia no llega en buen momento para nadie, pero especialmente esta fechas son malas para una banca que se encontraba en un proceso de reestructuración y transformación digital.
El esfuerzo, por tanto, que deberá realizar el sector de la banca es doble. Por un lado deberá seguir con ese plan de ajuste y por otro, deberá aplicar planes de contingencia que la crisis del Covid tenga el menor impacto posible.
Marc Sansó, profesor de estrategia competitiva e innovación en EAE Business School y CEO de Elsebits, cree que muchos de los cambios provocados por esta pandemia tendrán un efecto permanente en los factores de competitividad de sectores como el financiero. “Este sector ha atravesado una década complicada con una reestructuración general inacabada (fusiones), una reducción muy significativa del canal comercial y de atención al público y unos tipos de interés en mínimos históricos que presionan a la baja los márgenes de beneficios”, añade.
La hoja de ruta de la banca
Con el deterioro en las cuentas y la etapa de donde venían los bancos, “las nuevas condiciones de competición provocadas por la pandemia crean un mapa de cinco fases secuenciales de trabajo para las empresas, común a muchos sectores, pero especialmente relevante en el de servicios financieros: adaptación (primer impacto), resiliencia (gestión de elementos críticos, como liquidez y costes salariales), retorno, reconceptualización (nuevo portafolio de servicios) y reforma (cambios profundos en el modelo de negocio)”.
De esta forma, el experto cree que muchos bancos están acelerando el mapa de procesos internos para migrar a un entorno de trabajo virtual. La gran mayoría ya tenían camino recorrido en ese sentido, pero es innegable que la pandemia ha acelerado la implantación de un cuadro de mando y unas métricas de control para adaptarse a un entorno de trabajo en remoto. En cuanto a la relación con el cliente, ya se ha registrado un incremento de entre el 50 y el 75 por ciento en la utilización de los canales online.
Situación a nivel global: ¿empujón en los métodos de pago?
Desde el punto de vista global, Sansó observa que la capitalización bursátil de los bancos ha caído entre un 20 y un 30 por ciento y la de otros servicios financieros algo menos, entre un 15 y un 20%, atenuado por una mejor adaptación de las Fintech a la nueva realidad.
Por otra parte, considera el profesor de EAE, “esta crisis va a acelerar sin ningún tipo de dudas la necesidad de una regulación específica en relación con la existencia de nuevos métodos de pago, criptomonedas y el rol de bancos e instituciones gubernamentales en el control financiero. La reforma del sector financiero tendrá un despliegue acelerado en los próximos 12-18 meses, y provocará probablemente un proceso de concentración del sector bancario que culminará en los próximos años con un menor número de bancos nacionales”
