La asertividad es una capacidad que tiene una gran demanda en el ámbito laboral. Aquellas personas que la dominan logran el equilibrio entre mantener los intereses propios, sin atacar a los de otros individuos.
Cómo ya te puedes imaginar, esto propicia la creación de un clima laboral propicio en el que se minimizan los problemas, además de potenciar la comunicación entre personas y departamentos.
La principal razón de que un empresario valore tanto la asertividad es que tiene claro que esta habilidad logra alinear los objetivos de la empresa con la de sus empleados.
Definición de asertividad
Podemos definir la asertividad como una capacidad mediante la que conseguimos defender nuestros intereses de tal forma que estos no puedan afectara a los del resto. Ni mantendremos una actitud pasiva (en la que perderemos el apoyo dl círculo) ni una actitud agresiva (en la que el resto de personas terminaría perjudicado).
El vocablo deriva directamente del término el latín assertus, que se puede traducir como tener la certeza o afirmación de algo.
Las personas asertivas saben observar su entorno y a la persona que tiene delante, de tal forma que evita los confrontamientos, llegando a un punto de entendimiento. Para conseguirlo, sabe negociar, sin perder de vista sus derechos.
Si sientes curiosidad sobre su origen, mucho nos tememos que te vamos a defraudar: lo cierto es que no se tiene una respuesta exacta sobre de dónde viene. Algunas investigaciones han determinado que podría tener su origen en algún componente genético, mientras que otras indican que son fruto de la experiencia y de situaciones que hemos vivido, que hacen que nos demos cuenta de que ni la pasividad ni la agresividad son el mejor camino. Quizá es posible que sea una mezcla de ambas.
En cualquier caso, la asertividad se puede desarrollar y potenciar: por ello, si todavía no la practicas en tu día a día, no está todo perdido.
¿Por qué es tan importante en el entorno laboral?
La asertividad resulta clave en el ámbito laboral ya que se considera una poderosa herramienta de comunicación que puede mejorar la productividad de la entidad. Para entender porque es tan importante en este contexto, es importante conocer las características de una persona asertiva:
- Libertad de expresión: las personas asertivas no tienen miedo a expresarse libremente, aunque lo harán de una manera que no agresiva.
- Seguridad: también son personas con autoestima alta con alta seguridad en sí mismas.
- Forma de expresarse: la manera de expresarse de una persona asertiva es clara, directa, educada y directa. Si tiene que decir algo, lo hará sin dar rodeos, pero antes tanteará la situación para determinar cuál es la mejor forma de expresarlo.
- Reducción del estrés: las personas asertivas son coherentes con lo que piensan, y esto es muy útil para reducir su nivel de estrés. Muchas personas tan solo se quejan de las situaciones y esto no hace otra cosa que elevar el estrés.
- Facilidad de comunicación: a estas personas les resulta muy sencillo comunicarse con cualquier otro individuo, independientemente del cargo que pueda ocupar ese otro en la empresa.
- Asumen errores: todos cometemos errores, incluso hasta las personas asertivas. Ellas saben cómo escuchar a su interlocutor y como aportar soluciones, en lugar de centrarse en los errores.
En definitiva, un individuo asertivo es muy importante para la empresa por su cualidad de escuchar, y por ser capaz de hacerse respetar ante sus jefes y compañeros. Además, de la mano de esta cualidad podemos encontrar otras que son perfectas en el mundo laboral, como iniciativa, liderazgo y capacidad para tomar decisiones.
También tienen mayor predisposición a detectar errores que podrían afectar a su forma de trabajar o a la del equipo. En el momento en el que los detectan, saben como comunicárselos a sus compañeros y directivos. Esto hace que la persona asertiva logre una satisfacción personal de logro y le ayude a ganarse la confianza de sus compañeros.
Tips para potenciar tu asertividad en el trabajo
Si queremos ser más asertivos en la oficina, o en cualquier tipo de empleo, puedes centrarte en estas claves:
1) Técnicas del disco rayado
Esta técnica consiste en repetir mucho nuestra posición, pero manteniendo el tono de voz justo y de manera calmada.
En el caso de que la otra parte entre en una provocación, no debemos entrar al trapo.
Al final, nos ganaremos la posición por repetición.
2) Técnica “pero”
La técnica “pero”consiste en dar la razón en parte. La primera parte del enunciado tiene por objetivo elogiar algo que la otra parte ha hecho, para, a continuación, indicar nuestro aporte o modificación.
Este es un buen ejemplo:
El trabajo que has hecho con las diapositivas es excelente, pero quizá estaría bien reducir el tamaño de las imágenes, aunque solo sea para que no tarde tanto en cargarlo.
Es muy importante cuidar el tono con el que se aplica esta técnica, ya que así evitaremos que la otra persona se enfade.
3) Aplazamiento asertivo
Un aplazamiento asertivo es un recurso que podemos utilizar en el caso de que la otra parte esté perdiendo el control, incluso lo puedes usar si tu lo estás perdiendo. La idea es detener esa discusión que cada vez se aviva más y aplazarla para un momento en el que hayamos recapacitado y tengamos la cabeza fría.
4) Fija límites
Podría ocurrir que en una discusión digamos algo que luego pueda ser usado en nuestra contra no mucho después.
Por esto es tan interesante fijar límites y determinar hasta a dónde podemos llegar.
5) ¿Qué hacer si no te dejan hablar?
No podrás ser ni asertivo, ni pasivo si no te dejan hablar, y ya hemos visto que no te interesa ser pasivo. Si no te dejan hablar, pues intentar cortar la comunicación con frases cortas, para así derivar la conversación hacia asuntos que requieren de nuestro interés.
Conociendo la asertividad, y la importancia que tiene para la empresa, es el momento de empezar a trabajarla con las técnicas anteriores.