Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, ha sido entrevistado por el profesor de IESE, Xavier Vives, en donde ha tratado el tema de la descarbonización desde el punto de vista de la rentabilidad y el impacto que puede tener en el tejido industrial.
La charla se produce en una entorno en el que España está obligada a llevar a cabo una transformación del mix energético para reducir el impacto de las emisiones de CO2 y acelerar la descarbonización. Pero este objetivo debe combinarse con la seguridad de suministro energético y la competitividad de nuestra economía, en un momento en el que la pandemia está afectando fuertemente a nuestro tejido económico y social.
Si días antes José Bogas, consejero delegado de Endesa, aplaudía el nuevo Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que pretende aprobar el Gobierno, la postura de Josu Jon Imaz es más bien contraria porque, a su juicio, trasladar el coste de las primas a las renovables a todas las energéticas significa “pagar las fiestas de las eléctricas”.
Josu Jon Imaz, contundente
El directivo de Repsol afirmó también que el fondo no tiene como fin último financiar las renovables, sino más bien pagar a los inversores, muchos de los cuales con perfil especulativo. “Las renovables de ahora no necesitan ningún subvención y son competitivas”, sostiene Josu Jon Imaz.
Asimismo apeló a la responsabilidad de cada sector para ser competitivo en el ámbito de la electricidad. Además, mantiene que hay mucho margen para rebajar los costes operativos y propone bajar “los peajes de transporte y distribución eléctrica, cuyos costes asciende a unos 7.000 millones de euros en gasto para el consumidor”.
El futuro de Repsol
Respecto a las oportunidades de futuro que se abren para Repsol en esta etapa de transición energética, Josu Jon Imaz ha afirmado que la compañía no entrará en el negocio de las redes eléctricas y sí en el de almacenamiento.
No obstante, Repsol está presente en el ámbito de las energías renovables, aunque buscando oportunidades de riesgo. El hecho de que sean operaciones de riesgo, mantiene Imaz, implica una persecución de mayor rentabilidad para el negocio.
En cuanto a la situación de la multinacional en este entorno de pandemia, Imaz apunta que la compañía sigue adelante con sus planes y no se ha reducido ni un euro en sus planes de descarbonización.