En el último especial que publicó Directivos y Empresas sobre el metaverso, se analizaron unos cuantos aspectos como la economía de la nueva Web3, así como unos cuantos ejemplos de empresas que se están adentrando en la siguiente gran revolución en el mundo digital. Sin duda, muchas oportunidades que parecen desarrollarse paralelamente a los peligros que entraña el prometedor metaverso. De esto mismo han versado unas reflexiones de profesores de la Universitat Oberta de Catalunya.
Para explicar el entorno, los expertos parten de la decisión de Facebook y su transformación hacia Meta. La nueva «criatura» de Zuckerberg, tal y como él mismo explicó durante su presentación, es un espacio de interacción de máquinas, avatares idealizados y un nuevo mundo virtual donde arte, arquitectura, belleza y ficción se encuentran para socializar, comprar o hacer negocios. Y todo ello, «por obra y gracia» de la realidad virtual y la realidad aumentada.
«Zuckerberg llevaba meses hablando del metaverso, y Facebook lleva años invirtiendo cantidades astronómicas en desarrollar o comprar dispositivos y funcionalidades de realidad virtual«, asegura Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del grupo GAME (Aprendizajes, Medios de Comunicación y Entretenimiento).
Aunque parece que estemos viviendo los últimos coletazos de Facebook, todo tiene su tiempo y el recorrido para que el metaverso se consolide aún es largo. De hecho César Córcoles, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, apunta que aun faltan tecnologías que soporten todos los desarrollos, como pantallas de mayor resolución y refresco. Asimismo, los cascos de realidad virtual deberían volverse más cómodos o, como mínimo, más ligeros. En definitiva, falta que lleguen y se democraticen más dispositivos para el acceso al metaverso de una forma eficaz.
Riesgos y peligros del metaverso
Brecha digital generacional
Es una evolución que tenía que darse en una red tan conocida como Facebook, a la que los expertos la encuentran de capa caía. De hecho la nuevas generaciones consideran irrelevante esta red social en su día a día. No obstante, son estos perfiles más jóvenes los que se adentrarán y concentrarán la mayor experiencia y conocimiento sobre el metaverso. He aquí el primer problema en esta transición de Internet, una nueva brecha digital que se vaya abriendo entre los usuarios jóvenes y los más senior.
¿Se quedarán fuera de juego los colectivos de más edad? Según Pierre Bourdin, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, «a algunas personas les costará más que a otras y seguramente sí se quedarán fuera. Pero, globalmente, pienso que será accesible a consumidores de todas las edades. Es posible hacer la comparación con la aparición de los teléfonos móviles. Al principio, era algo poco común, para aficionados a las tecnologías. Sin embargo, hoy en día hay pocas personas que no tengan móvil.
Excesivo uso y dependencia
Otro peligro que entrañaría la llegada de los metaversos es una posible dependencia de los usuarios con este universo. Lalueza considera un riesgo la posibilidad de que «acabemos dedicando más tiempo y energía al simulacro que supone el metaverso. Esta hipótesis puede parecer inconcebible, pero, de hecho, las redes sociales actuales ya generan en muchas personas la necesidad de hacer cosas con la única y exclusiva finalidad de exhibirlas después en esas plataformas. El experto se refiere a los problemas de adicción digital y todo lo que genera esta patología en las personas.
Enseñar más de lo que debemos
El siguiente peligro que ven los expertos tiene que ver con la información y datos personales que terminemos mostrando en este universo virtual. Según nos vayamos moviendo por estos territorios, iremos revelando mucha información sobre nosotros mismos y, quizás, de una manera más inconsciente. Los profesores de la UOC mantienen que muchos de los contenidos que hoy en día se comparten en las redes sociales son «imprudentemente excesivos».
¿Más ciberacoso y odio?
Otro de los peligros podría ser más problemático y nocivo. Y es que los expertos hacen hincapié en un incremento de casos de acoso, el discurso de odio y otros riesgos similares que pueden verse dañinamente potenciados por la naturaleza inmersiva y altamente realista del entorno. Pierre Bourdin advierte que «aunque este mundo sea virtual, las experiencias que las personas vivirán allí serán reales. Quiero decir que, un problema en el mundo virtual, como una frustración o una exclusión, puede generar traumas reales». Y pone como ejemplo el acoso en la red, el cual puede llegar a ser la causa del suicidio de algunos jóvenes.
Preguntas aún sin respuesta
Si los anteriores son peligros reales, existen otro tipo de dudas que a día de hoy están en el aire. Preguntas que no tienen respuesta aún porque para los expertos, el metaverso es actualmente una especie de entelequia, En este sentido, el profesor Bourdin lanza al aire una serie de cuestiones que se irán aclarando con el paso del tiempo y el desarrollo de estos mundos virtuales:
- ¿Cuál será la ética de este mundo?
- ¿Cómo se regulará esta «cibervida»?
- ¿Quién tendrá el control?
- ¿Quién decidirá las normas?
- ¿Cuál será el papel de los gobiernos?
«A día de hoy, lo único que sabemos a ciencia cierta es que los apasionados de las tecnologías digitales tenemos unos años por delante en los que vamos a estar muy entretenidos presenciando la carrera que va a tener lugar», concluye el profesor César Córcoles.
