Se habla y mucho de líderes y estilos de mando porque es momento de mucha volatilidad, cambio… y la situación exige adaptarse a los tiempos que corren. De ahí que sea necesario aclarar todo lo relacionado con el concepto del liderazgo situacional dentro de una compañía.
«En la actualidad, la figura de un líder es esencial para el desarrollo y crecimiento de una empresa. El liderazgo situacional se caracteriza por su flexibilidad y la versatilidad que ofrece en los distintos ciclos de un proyecto y situaciones personales de los colaboradores. Por esta razón son múltiples sus beneficios, que van desde poder medir la progresión profesional de los subordinados, hasta detectar a tiempo problemas de bajo rendimiento, pasando por tener equipos más resolutivos, para conseguir un buen clima laboral en la organización»
¿Qué es el liderazgo situacional?
Este tipo de liderazgo es aquel en el que los responsables encomiendan tareas dependiendo de la formación, habilidades y actitud que tengan los miembros de su equipo. De esta forma el líder debe tener en cuenta factores como la motivación y la competencia de los empleados. Estos dos indicadores permitirán adaptar el liderazgo a cada situación. A partir del conocimiento de estos parámetros, existen varios tipos de liderazgo que se pueden aplicar:
- Liderazgo directivo. El líder tiene total responsabilidad a la hora de planificar y asignar tareas al equipo. Tal situación sucede en equipos que no tengan experiencia en proyectos o tengan menor capacidad de proactividad.
- Liderazgo persuasivo. Este tipo de liderazgo situacional sigue la esencia del anterior pero añade matices. El tipo persuasivo está abierto a recibir feedback de los empleados y es más proclive al intercambio de ideas por parte de los miembros de su equipo. Se debe aplicar este liderazgo cuando se trata de personas nuevas en una organización y con altas dosis de motivación. “Es un tipo de liderazgo que se encamina hacia la autonomía”, señala el CEO de INFOVA, Gonzalo Martínez de Miguel.
- Liderazgo participativo. Cuando el equipo presenta un bajo rendimiento o cuando alguno de sus miembros necesita de un impulso entra en escena este otro tipo de liderazgo. El líder asumo su rol de apoyo y fomenta la comunicación para un mejor clima laboral.
- Liderazgo delegador Es el objetivo que cualquier empresa debería conseguir. En esta variante de liderazgo, el líder tiene como misión reclutar talento para así delegar tanto tareas, como responsabilidades a aquellos trabajadores que sean capaces de asumirlas, fomentando su desarrollo profesional. Los empleados que tienen por encima a un líder delegador se caracterizan por ser autosuficientes y poseer las cualidades para tener total libertad a la hora de trabajar y tomar decisiones.
Pautas para implementar el liderazgo situacional
Más allá de definir el concepto, el CEO de INFOVA explica qué pautas se deben seguir para detectar qué tipo de liderazgo hay que aplicar en cada momento. Estas son:
- Analizar las tareas de los empleados. Es importante definir las tareas. Así como los tiempos de ejecución y resultados obtenidos.
- Detectar las fortalezas y debilidades de los equipos. En la implementación del liderazgo situacional, es crucial descubrir las competencias que tienen los equipos. Para ello, se requiere que fluya la comunicación entre líderes y trabajadores. Y es que la comunicación es la base del trabajo en equipo.
- Determinar en qué situación se encuentra el equipo. Todos los integrantes de una organización pasan por baches profesionales y personales. Esta labor aportará información muy valiosa para valorar qué desmotiva a un empleado y así buscar soluciones al respecto. Es fundamental que se trate de averiguar qué los desmotiva y buscar una solución lo antes posible. Igualmente, será tarea del líder captar a aquellos trabajadores que tengan un gran afán de motivación y superación profesional.