La región catalana ha sido, tradicionalmente, una de las más potentes del país en cuanto al desarrollo empresarial. Prueba de ello es que en las últimas décadas del siglo XX la comunidad autónoma fue un destino predilecto para quienes debían emigrar dentro de España en busca de trabajo. Pese a las distintas crisis experimentadas en los últimos años, esta zona sigue siendo uno de los puntos más importantes para la economía nacional, ya que el 19,02 % del PIB del país se sitúa en nuestras fronteras.
Y eso es gracias, entre cosas, al buen hacer de los empresarios catalanes: inversiones contenidas y estudiadas, planes de crecimiento paulatino, vigor a la hora de asumir riesgos y otros detalles como contar con una cuenta bancaria pensada para autónomos, o adquirir las pólizas de seguros más convenientes en cada caso, son detalles que elevan la fortaleza de las empresas.
En estos momentos, los autónomos y directivos de la región están convirtiéndose en un ejemplo nacional, sobre todo, a la hora de reforzar o fortalecer la liquidez de las cuentas bancarias de las compañías.
Una excelente respuesta a corto plazo
Durante estos terribles meses de inactividad y el periodo de recuperación posterior —que todavía no ha terminado—, la única manera que tenían empresarios, autónomos y pymes de no perder la confianza de sus proveedores, colaboradores financieros, etc. era demostrar una alta liquidez.
Gracias a disponer de una cifra suficiente en sus cuentas para pymes, los emprendedores pudieron asegurar su capacidad para enfrentar sus obligaciones de pago en muy corto plazo y, por tanto, mantener viva su rueda de actividad: recibir material, disponer de trabajadores dispuestos a trabajar frente a la incertidumbre, etc.
Esta excelente respuesta a corto plazo se debió, en muchos casos, a una estrategia controlada por parte de los profesionales de todos los sectores que, conscientes del momento histórico en el que se encontraban y del riesgo creciente para sus empresas y su supervivencia, llevaron a cabo una serie de estrategias encaminadas a fortalecer su liquidez y a disponer de cuentas bancarias que les aseguraran poder afrontar el temporal.
Los expertos en economía de empresa coinciden en que algunos de estos movimientos son clave en tiempos complejos, cuando el objetivo es trabajar en la mejora de la liquidez de las empresas. Da igual que se trate de grandes corporaciones o de pequeños proyectos autónomos, la mayor parte de estos consejos, sobre todo los relativos a las cuentas bancarias y los activos, se pueden aplicar en todos los casos.
Unificar las cuentas bancarias
En este sentido, la cuenta bancaria es el mejor modo de ejercer un control financiero total, en tiempo real y directo de los activos económicos. Por eso, muchos de los empresarios catalanes optaron por concentrar las cuentas y reunir toda su liquidez en un único espacio. De esta manera, también pudieron beneficiarse de ciertas flexibilidades por parte de las entidades bancarias a las que prestaban toda su confianza.
Esto lleva asociado otro punto muy favorable: centralizar toda la actividad en una misma cuenta bancaria es la mejor forma de no perder el control sobre la economía del proyecto profesional. De un solo vistazo se pueden comprobar ingresos, pagos, deudas pendientes de saldar, etc. Una misma cuenta bancaria es un primer gran paso para fortalecer la liquidez.
Solicitar financiación
Una de las principales ventajas de reunir todas las finanzas de la empresa en una única cuenta bancaria es que, de manera inmediata, se eleva la confianza de la entidad y, por tanto, se logra un mayor poder a la hora de iniciar negociaciones con ellos y acceder a financiación.
Solicitar un crédito en la cuenta bancaria es una de las herramientas que los empresarios catalanes han utilizado en los últimos tiempos para fortalecer su liquidez y asegurar la empresa en un periodo complejo.
Obviamente, el hecho de contraer una deuda que vaya reduciendo cantidades mensuales de la cuenta bancaria debe ser estudiado al milímetro para evitar que la solvencia de la empresa entre en una situación negativa. No obstante, esa inyección de efectivo en la cuenta bancaria fue la tabla de salvación para muchas compañías durante la crisis de la Covid-19, y lo sigue siendo hoy en día, cuando muchas de estas pymes o proyectos empresariales continúan trabajando en su recuperación.
Desechar los activos sin utilizar
A modo de inversión, como espacio para proyectos futuros, material que no se usa porque no hay personal… Cualquier activo que no tenga utilidad y no esté generando ingresos de manera activa o pasiva puede ser una excelente herramienta para elevar la liquidez en la cuenta bancaria.
Una de las cosas que ha marcado la diferencia entre las empresas catalanas que han salido fortalecidas del covid y las que no lograron superar el periodo de inactividad, fue la conversión de activos que no ofrecían rendimientos en dinero en efectivo.
Lo hicieron con la venta de solares y naves industriales, la venta de equipos electrónicos que no estaban en uso, etc. Todo este dinero entró en la cuenta bancaria para autónomos, para pymes o para grandes empresas y sirvió para saldar deudas con proveedores, comprar más material, avanzar pagos de nóminas, entre otros.
Además, está demostrado que los activos no utilizados, en muchas ocasiones, generan gastos que no dejan crecer la economía del proyecto empresarial si no se tienen. En otras palabras: un activo pasivo es malo para la cuenta bancaria, así que mejor convertirlo en dinero.
La ayuda estatal y europea
Las subvenciones siempre han sido un excelente aliado para mejorar la liquidez de las empresas. Recibir en la cuenta bancaria una cantidad «X» para la ejecución de un proyecto de actualización informática, como el Kit Digital o cualquier otro tipo de ayuda, siempre ofrece un margen de mejora considerable para enfrentar el futuro desde una posición más cómoda.
Gracias a opciones como las indicadas, las empresas catalanas están demostrando una vez más estar a la vanguardia del sector empresarial español. Centradas en hacer que su cuenta bancaria estuviera saneada durante los peores meses del coronavirus, ese propósito ha sido su mayor herramienta para navegar en la tormenta y seguir siendo la cabeza económica del país.
