Muchos usuarios se mueven actualmente en una tesitura importante a la hora de comprar un coche. Además de la marca y modelo, la siguiente gran pregunta que uno se hace en esta importante decisión es acerca de su motorización. ¿Seguir apostando por diésel o gasolina? ¿Híbrido o híbrido enchufable? ¿O quizás conviene comprarse un coche eléctrico?
Evidentemente, este debate tiene un gran componente económico dados los precios actuales de los combustibles, pero también hay que mirar por el lado de la sostenibilidad. Acciones que contemplen la electrificación y la consecuente eliminación de emisiones contaminantes ayudarán a cumplir con el gran objetivo de descarbonizar la economía que se ha impuesto España para el año 2050.
Los coches eléctricos son más caros que los convencionales: ¿merece la pena invertir?
Efectivamente, un coche eléctrico o híbrido enchufable están considerados como vehículos de cero emisiones y la primera consigna es que el cliente va a amortizar su coste con el tiempo por el ahorro de combustible que conlleva.
Al respecto de su precio, en los tiempos actuales las diferencias entre un modelo eléctrico y su homólogo de combustión ya no son tan grandes como antaño.
No obstante, el usuario va a notar el gran ahorro de un coche eléctrico desde su uso. A más uso, más costes que se ahorra el cliente en concepto de combustible, mantenimiento y otros factores. Y es que a día de hoy estar en posesión de un cero emisiones tiene otras ventajes como la opción de poder aparcar en zonas de estacionamiento regulados de las ciudades; acceder a zonas donde otros vehículos no pueden.
Gasto en electricidad vs. gasto en combustible
A la hora de comparar el gasto de un vehículo por su consumo eléctrico con respecto a otro que se mueve por gasolina o diésel, gana por goleada el coche eléctrico. Normalmente, el usuario de uno de estos coches posee una tarifa de libre mercado con tramos. De este modo, cargar por la noche un vehículo eléctrico equivale a pagar aproximadamente 50 céntimos de euro por cada 100 kilómetros. Trasladado a la combustión, la misma distancia recorrido le cuesta a cada conductor unos 12 euros.
Punto de carga
Tras la compra de un vehículo eléctrico, lo ideal es disponer de un punto de carga propio vinculado para poder realizar estas cargas nocturnas, cuyos precios también han bajado mucho en los últimos tiempos y además cuentan con subvenciones estatales (Plan MOVES III).
Ya en ruta, la tecnología permite conocer al usuario dónde está el próximo punto de carga más próximo y si está habilitado o libre para poder utilizarlo.
