Si preguntamos a nuestros contactos qué tipo de energía consumen, seguramente la mayoría dirá que electricidad o gas. Bien, hasta aquí todo normal. Pero si queremos indagar un poco más, podemos preguntar por la procedencia de dicha energía. A esta otra pregunta muy pocos tienen contestación porque no parece importar.
Lo que preocupa realmente al usuario es saber cuánto tiene que pagar mensualmente en su factura de la luz, cómo poder ahorrar en esas cuotas y que todo funcione correctamente en su casa, es decir, que los electrodomésticos hagan su trabajo, que se enciendan las luces, que la calefacción aporte confort o que el ordenador esté encendido.
Las redes, la procedencia de la energía en el hogar
Técnicamente, las redes son las que aportan la energía que consumimos cada uno en nuestra casa. En las redes se encuentran todas las energías que están produciendo. Por ejemplo, datos del último mes de abril del año pasado, el 50% de la energía de la red fue de procedencia renovable y la otra mitad de fuentes no renovables.
El consumir siempre va a recibir una mezcla de fuentes en sus suministros, pero también puede decidir que su energía sea 100% renovable. Es una petición que un cliente pueda hacer a su comercializadora, de modo que ellos tendrán que comprar o producir esta energía para poder satisfacer la demanda.
Esta acción está acelerando la penetración de energías limpias en las viviendas. El objetivo para el futuro es decarbonizar totalmente el sistema y, por tanto, la procedencia de la energía en los hogares deberá ser 100% renovable. Para 2050, el sistema eléctrico español deberá de estar completamente descarbonizado.
Será entonces en ese año cuando no haya dudas en cualquier charla que tengamos con nuestros amigos sobre la procedencia de la energía de cada casa. Antes de eso será necesario optimizar recursos y llevar un estilo de vida más eficiente más eficiente en los consumos. Esta es la regla de oro de la transición energética.