Desde hace tiempo, la oftalmología puede eliminar una miopía o el astigmatismo mediante una cirugía por láser, sin embargo, la última tecnología evita complicaciones y añade más seguridad al procedimiento.
Son 10 minutos de cirugía y en una semana se recupera la visión al 100%, según explica la Dra. Isabel Garabito, directora de la Unidad de Oftalmología del Hospital Ruber Internacional.
Su hospital dispone de la última tecnología para el tratamiento de los problemas de refracción. ¿Qué experiencia y resultados puede contarnos sobre el uso del láser TransEpi PRK?
La técnica de PRK es una técnica muy segura y sencilla, y se lleva haciendo desde hace más de 20 años. La variante transepitelial es una novedad que simplifica el proceso todavía más si cabe, de tal forma que casi no hay que tocar al paciente. Es 100% laser, evitando las complicaciones asociadas a desbridamiento mecánico o con alcohol.
Tenemos ya experiencia de dos años con este nuevo tratamiento y una gran cantidad de pacientes satisfechos. Esta técnica se está imponiendo cada vez más debido a su sencillez y altísima seguridad.
¿Qué perfil es candidato a la cirugía con el también llamado láser sin contacto y cómo se desarrolla el postoperatorio en los pacientes?
En general pueden operarse mediante esta técnica pacientes con miopías entre -0.50 y -6.0 dp y astigmatismos hasta -3.0 dp., siempre que tenga una graduación estable y que las pruebas realizadas preoperatoriamente le conviertan en apto para esta cirugía.
El tratamiento dura tan solo 10 minutos y es sumamente sencillo e indoloro. El post operatorio, al igual que la operación de PRK estándar, necesita de aproximadamente una semana para recuperar la visión al 100%.
En los dos primeros días el paciente tendrá ciertas molestias en los ojos, por lo que habitualmente se le coloca una lente de contacto terapéutica para proteger la córnea del parpadeo y que se quita aproximadamente en cinco días.
Ya en el procedimiento, todo está monitorizado en tiempo real y el sistema detecta movimientos involuntarios del ojo para dirigir los disparos de láser. ¿Es lo más avanzado que tiene hoy en día la oftalmología?
Efectivamente, el láser Teneo model 2 cuenta con un sistema de EYE Tracking que consiste en unas cámaras guiadas por infrarrojos que siguen en todo momento los movimientos del ojo. De tal forma que, si éste se mueve fuera del rango previsto, el láser se para automáticamente y evita descentramientos del tratamiento.
Es el sistema de guiado más rápido y avanzado del mercado y sigue el globo ocular en todas las direcciones: Plano X_Y, profundidad y movimientos rotacionales del ojo.
¿Erradicar una miopía, por ejemplo, es posible en un solo procedimiento o puede que se necesita alguno más para conseguir el objetivo?
En el 95% de los casos sólo es necesario pasar una vez por quirófano. Pero hay ocasiones en que debido a las características propias del ojo de cada paciente y de su cicatrización, pueden quedar hipocorrecciones tras la primera intervención, que requerirán hacer un pequeño retoque, pasado un tiempo prudencial de unos 6 meses.
Antes del proceso quirúrgico, es indispensable hacer un buen diagnóstico para corregir curvaturas en la córnea. ¿Qué estudios o sistemas en intervienen en esta fase?
Una de las características más importantes para tener éxito con esta operación son las pruebas y exámenes previos. Para ello, aparte de la graduación y demás pruebas habituales en la exploración oftalmológica, contamos con un equipo de diagnostico compuesto por un topógrafo y aberrómetro. Estos datos están conectados al láser y serán procesados para la cirugía.
Este sistema cuenta también con una foto del iris, que permite al láser reconocer en todo momento que es el paciente y el ojo indicado el que se opera sin posibilidad de error.
Técnicas Lasik y PRK para las cirugías oculares con láser
Respecto al uso de un láser en una cirugía, dominan las técnicas Lasik y PRK. ¿Qué criterios siguen para emplear una u otra? ¿Qué factores diferencian a las dos cirugías?
En general, el uso de una técnica u otra dependerá en parte del criterio del cirujano y tiempo de recuperación que solicite el paciente, pues ambas técnicas pueden usarse indistintamente en la mayoría de los casos.
La PRK no se puede usar para corregir dioptrías altas (de -5 a -8) y el Lasik tampoco cuando éstas son mayor de 8 teniendo que implantar una ICL.
Si bien para miopías y astigmatismos miópicos suelen usarse las dos, en hipermetropías, sí es más normal usar la técnica Lasik.
También cuando el grosor de la cornea es especialmente fino, y siempre dentro de unos márgenes de seguridad, es más conveniente usar la técnica PRK, pues el láser incide más en la superficie y profundiza menos en la córnea.
“El láser Teneo model 2 cuenta con un sistema de EYE Tracking que consiste en unas cámaras guiadas por infrarrojos que siguen en todo momento los movimientos del ojo. Si éste se mueve fuera del rango previsto, el láser se para automáticamente”
A groso modo, podemos decir que la PRK, es una técnica de superficie donde eliminamos el epitelio mediante medios mecánicos o con una disolución alcohólica (PRK estándar) o mediante el láser directamente (PRK Transepitelial), y luego se aplica el láser para ablacionar el estroma y quitar las dioptrías.
La ventaja de esta técnica es que es muy sencilla y prácticamente sin riesgos, pero hay que decir que el postoperatorio es un poco más largo y los dos primeros días más molesto.
En cambio, la técnica Lasik consiste en levantar un colgajo o FLAP corneal para luego aplicar el láser y eliminar la graduación. En este caso la técnica tiene un poco más de riesgo porque hay que contar con las posibles complicaciones derivadas de la realización y cicatrización del FLAP, pero la ventaja es que el postoperatorio y la recuperación visual es más rápida y menos molesta.
Hace poco charlábamos con el Dr. Vicente Polo sobre una terapia revolucionaria para el tratamiento del ojo seco, ahora con usted hablamos del láser transepitelial… ¿La oftalmología es uno de los campos más innovadores en la medicina?
Creo que la oftalmología es un ejemplo de revolución en la tecnología médica. En los últimos años se han desarrollado múltiples herramientas terapéuticas que han ayudado al diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes. Es el máximo exponente de microcirugía, de todas las especialidades médicas.
Lo cierto es que los problemas de visión han ido en aumento en jóvenes, adultos o mayores por el estilo de vida actual. ¿Esta tendencia es imparable?
Hay que saber que nuestros ojos fueron diseñados para una vida “paleolítica”. Es decir, vida en el exterior, potenciar visión lejana para cazar y mucho ejercicio físico. La realidad es que la juventud actual se pasa más de ocho horas con vida sedentaria y un excesivo uso de pantallas. Esto se suele realizar en interiores, donde hay poca humedad produciendo ojo seco y fatiga visual.
Al margen de evitar el uso excesivo de pantallas, ¿qué se puede hacer para prevenir enfermedades oculares?
Existe evidencia científica que un estilo de vida saludable reduce las posibilidades de tener una enfermedad ocular. Recomiendan dieta adecuada, evitar tabaco y alcohol, hacer ejercicio físico y tratar enfermedades que puedan repercutir en el ojo como diabetes e hipertensión.
Según parece, en términos de prevención se puede hacer mucho más atendiendo a las cifras que maneja la OMS, en las que 1.000 millones de casos de ceguera o deficiencia visual se podrían haber evitado…
Eso es real, desgraciadamente estos pacientes no tienen acceso a recibir la atención médica que necesita para la corrección de defectos visuales, un tratamiento de glaucoma o la cirugía de catarata, sin hablar de otros problemas más graves como desprendimiento de retina, tumores oculares o afectación vascular.
