El verano es época de relajación y buen clima, pero el sol y la radiación pueden ser peligrosos para nuestra salud. Muchos de los casos de cáncer de piel son causados durante este periodo y por ello, conviene ser muy disciplinados en cuanto a la exposición solar para evitar más casos de melanomas. Un tipo de cáncer que ha ido en aumento en las últimas décadas en personas de raza blanca, según indica la Organización Mundial de la Salud. Afortunadamente, existe sensibilización sobre este tema a nivel social y desde el ámbito sanitario también están funcionando los programas de cribado.
Gracias a estos factores y a las nuevas terapias que se ha desarrollado en los últimos tiempos, la ciencia ha conseguido que la mortalidad por melanoma haya descendido a pesar del aumento de casos. Casos que se contabilizan en España entre 7 y 9 por cada 100.000 habitantes, según datos de 2018. Menos del 10% de los tumores son hereditarios, aunque la doctora Silvia Pérez, jefe del servicio de dermatología del Hospital Universitario La Luz, que la genética no debe pasar inadvertida para tener en consideración al melanoma: la piel clara, los ojos claros o el número de lunares atípicos son factores de riesgo para la aparición del cáncer de piel.
Las medidas preventivas más eficaces para evitar el melanoma en verano
La especialista Pérez Gala sugiere llevar a cabo chequeos periódicos de la piel para identificar nuevos nevos o cualquier modificación sospechosa y solicitar de forma inmediata la asistencia de un dermatólogo si se presenta alguna marquita o afección. Asimismo, recomienda llevar a cabo una serie de pautas para disfrutar del verano (y del sol) de una forma muy saludable. Esto es lo que se ha de tener en cuenta:
- Las exposiciones solares intensivas y discontinuas son aquellas que más afectan al riesgo de desarrollar melanoma.
- Es recomendable evitar la exposición directa al sol durante las horas pico, que son entre las 12 y las 16.00 horas, cuando la radiación solar es más fuerte.
- Tener quemaduras solares en la infancia y adolescencia es un factor de riesgo para la mayoría de los melanomas, independientemente de otros factores. Si van a estar en el agua, se recomienda usar protección física, como camisetas con fps50.
- Los niños menores de 1 año no deben exponerse directamente al sol.
- Hasta un 70% de los melanomas surgen en áreas de la piel sin alteraciones previas (sin lunares). En su mayoría, no se originan a partir de un «lunar que cambia».
- Los tatuajes pueden ocultar la presencia de un melanoma en su interior, especialmente si tienen una alta densidad de tinta.
- La protección tópica y oral ayuda, pero no previene por completo la radiación. Nunca se debe utilizar un factor de protección menor a 50+.
- Las cabinas de bronceado no deben ser utilizadas para preparar la piel para el verano. La radiación UV está clasificada como cancerígena y en otros países están prohibidas. Solo deben ser utilizadas de manera controlada por dermatólogos para tratar enfermedades cutáneas que mejoran con la exposición solar.
- Es recomendable utilizar prendas de protección, como sombreros, gafas de sol y ropa de manga larga.