Una cirugía refractiva es un procedimiento totalmente seguro con resultados óptimos en la mayoría de los casos. No obstante, la clave es acudir a expertos en la materia. Dos ellos, los doctores Alfredo Castillo y el doctor Carlos Palomino, lideran el Servicio de Oftalmología en Olympia Quirónsalud, habiendo realizado entre los dos más de 30.000 intervenciones.
Ambos especialistas explican que la cirugía refractiva por láser es un procedimiento muy sencillo y rápido, pues solo se emplean cinco minutos de trabajo con cada ojo de los pacientes. En muy poco tiempo se eliminan los defectos refractivos oculares gracias al famoso láser Excímer. “En concreto, con láser Excímer, a través de técnicas de superficie como es la PRK (Photorefractive Keratectomy) o mediante la técnica LASIK (Laser Assisted in Situ Keratomileusis)”, explica el doctor Palomino, quien empezó a utilizar estas técnicas junto con su colega en el año 1993.
Cirugía refractiva PRK
En caso de llevar a cabo la cirugía refractiva PRL, se retira el epitelio para posterior aplicar el láser directamente a la córnea. “Después de la intervención, ponemos una lente de contacto terapéutica durante cuatro o cinco días para que el paciente no tenga las sensaciones de roce del globo ocular con el tratamiento del láser y que tenga las mínimas molestias posibles”, añade el doctor Alfredo Castillo
Cirugía refractiva LASIK
En el caso del procedimiento LASIK, “se utiliza una gota de colirio a modo de anestesia. La operación dura cinco minutos por cada ojo, realizándose uno a continuación del otro. La técnica es indolora y el paciente se va a su casa pudiendo ver, sin llevar los ojos tapados, y al día siguiente está haciendo su vida normal”, apunta el experto.
Ambas técnicas son muy seguras, aunque nunca existe el riesgo cero a lo largo del postoperatorio. El doctor Castillo recalca, aún así, que el riesgo es prácticamente inexistente. Son cirugías «súper medidas y tremendamente controladas”, asegura el oftalmólogo.