El sector de las telecomunicaciones está más vivo que nunca. Hace poco, las autoridades daban luz verde a la fusión entre Orange y MásMóvil. Ahora suenan noticias del interés de Telefónica en compra Avatel. Martín Piqueras, profesor de OBS Business School y experto en estrategia digital en Gartner, mantiene que el entorno actual para las operadoras es de alta competencia por el impacto de nuevas operadoras como Digi o Avatel.
Estos nuevos agentes están centrando su estrategia en desafiar los servicios básicos ofrecidos por los líderes del sector. Movistar y Vodafone han competido agresivamente en el pasado por el mercado de ADSL y posteriormente por la fibra, ofreciendo servicios básicos como una puerta de entrada a los hogares para luego ampliar su oferta con telefonía móvil y otros productos como streaming, Movistar Plus, Amazon Prime, entre otros.
Estos servicios básicos, con márgenes muy ajustados e incluso a pérdidas, servían como gancho para atraer a los clientes, siendo los productos adicionales donde las compañías obtenían verdaderos beneficios. En contraste, las nuevas operadoras que se centran únicamente en ofrecer servicios básicos pueden ofrecer precios más competitivos al no tener la carga de estructuras costosas o la gestión de clientes compleja asociada con las grandes compañías.
Telefónica y Avatel, una cuestión estratégica
Las grandes empresas, debido a la acumulación de estructuras a lo largo del tiempo, tienen dificultades para competir en precio con estas nuevas operadoras. Por eso, la decisión de Telefónica de adquirir una de estas empresas tiene sentido estratégico, ya que busca contrarrestar la competencia que le está haciendo daño al perder clientes de servicios básicos, lo que a su vez afecta a sus productos rentables. Es un movimiento lógico en este sentido.
Sin embargo, esta adquisición representa una mala noticia para los consumidores, según opina Piqueras, ya que implica una reducción en la competencia y, por lo tanto, menos opciones para acceder a servicios básicos a precios más razonables.
La concentración del mercado de las telecomunicaciones en solo dos o tres empresas no es favorable para los consumidores. Además, el futuro de estas pequeñas empresas que se centran exclusivamente en la telefonía es incierto, ya que cada vez más personas buscan paquetes combinados que estas compañías no pueden ofrecer.
