Culpa a la legislación de la «mala reputación» de la banca, al «difundir» que todos los bancos eran iguales y todos tenían problemas
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha afirmado este jueves que en el caso de los gastos realizados por ejecutivos de Caja Madrid a través de tarjetas 'B' se ha dado una mezcla de la «cultura del saqueo» y la «cultura de la chapuza», y ha señalado que este tipo de actuaciones «tienen mucho que ver con las empresas sin dueño».
«Ha habido una mezcla de lo que ha sido la cultura del saqueo, en auge en los últimos años, con la cultura de la chapuza, con la que llevamos años viviendo en España», ha indicado, al tiempo que ha precisado que esta práctica consiste en ver qué obtiene el particular de la entidad o partido en vez de qué puede aportar a los mismos.
Desde su punto de vista, este tipo de conductas se evita «con ejemplaridad» dirigida desde arriba, es decir, desde las personas que ocupan los puestos más altos de las entidades.
Dancausa, que en ningún momento ha citado nombres, entiende que este tipo de actuaciones «tiene mucho que ver con empresas sin dueño». Así, ha precisado que le parece «raro» que en compañías con accionistas y empleados no se rindan cuentas. En este sentido, ha circunscrito «el descrédito» al sector de las cajas de ahorros, aunque ha matizado que no todas fueron mal gestionadas.
NO TODOS LOS BANCOS SON IGUALES.
La directiva ha insistido en que este descrédito «no es extrapolable» a los bancos que, a su juicio, han hecho una gestión «rigurosa y seria siempre». Sin embargo, ha advertido de que la batalla de las relaciones públicas la banca la tiene perdida y ha reconocido que, aunque en el pasado se hayan podido cometer errores, la reforma del sector y la legislación no ayudó.
«¿Se podía haber defendido mejor la banca? No lo sé. Creo que tampoco ayudó la legislación y cómo se hizo una parte de la reforma», ha sentenciado, y ha explicado que en aquel momento se difundió la idea de que todos los bancos eran iguales, de que todos habían hecho las cosas mal y que todos tenían problemas.
Dancausa entiende que ésa fue la raíz de la «mala reputación» de la banca, pero ha dicho que, poco a poco, las cosas cambiaron y se mostró que no todas las entidades eran iguales, que no todas habían cometido «algún tipo de barbaridad» y que tenían gestores «serios y solventes». «Pero esto es como en cualquier sector y diría que en cualquier familia», ha apostillado.