Gravará las acciones y los CDS y combinaría el principio de emisión y el principio de residencia
BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)
El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, ha anunciado que presentará en el Ecofin del próximo viernes una propuesta de compromiso para desbloquear la tasa a las transacciones financieras que quieren poner en marcha 11 países, entre ellos España. La denominada tasa Tobin está paralizada por los desacuerdos sobre los tipos de derivados a los que debe aplicarse y sobre si deben gravarse las transacciones según el país de emisión o el país de residencia.
"Francia quiere contribuir a un acuerdo ambicioso y pragmático", ha dicho Sapin en un artículo en el periódico Les Echos. "Un acuerdo que permita gravar eficazmente las transacciones sin provocar la huida de la actividad financiera fuera de nuestros países", ha resaltado.
A su juicio, lo importante es "poner un freno eficaz a las transacciones peligrosas para la economía real". "Las consideraciones sobre el rendimiento (de la tasa) son secundarias en relación a este principio", escribe el ministro francés.
En una primera etapa, la denominada tasa Tobin debe gravar, según Sapin, las acciones cotizadas. Este tipo de tasa ya existe en varios Estados miembros y genera en Francia más de 800 millones de euros anuales que se utilizan para financiar el desarrollo. Los países que lo deseen podrán extenderla a las acciones no cotizadas.
En cuanto a los derivados, París defiende gravar durante la primera fase únicamente los seguros de crédito frente a impagos (CDS, por sus siglas en inglés) que no pasen por cámaras de compensación. "Estas transacciones son puramente especulativas y extremadamente peligrosas. Pueden utilizarse para desestabilizar los Estados o las empresas", sostiene Sapin.
Francia defiende el principio de emisión, es decir, que la tasa se aplique a las transacciones de acciones de empresas establecidas en el país, independientemente del lugar donde se lleve a cabo la transacción o en el que esté el intermediario financiero. A juicio del ministro galo, aplicar el principio de residencia, según el cual los países gravarían las transacciones realizadas por intermediarios financieros situados en sus territorios, llevaría a deslocalizaciones.
Pero para desbloquear la tasa, París apuesta por un compromiso "que hace ganar a todo el mundo". Consiste en aplicar el principio de emisión para determinar la base imponible (es decir, gravar las transacciones con acciones de empresas cuya sede social esté en uno de los 11 países participantes) y aplicar el principio de residencia para determinar el Estado miembro beneficiario del impuesto.
"Así, para una acción de una empresa francesa comprada por un banco portugués, el ingreso iría a Portugal. Si esta misma acción es comprada por un banco francés o por una entidad de un país que no esté entre los 11, el ingreso iría a Francia", señala Sapin.
España participa en esta iniciativa junto con otros 10 países -Austria, Bélgica, Estonia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, Eslovaquia y Eslovenia- y el objetivo era lograr un acuerdo antes de final de año para ponerla en marcha en 2016.