Iberia y Cepsa lideran la revolución de los combustibles sostenibles en la aviación

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La industria de la aviación se enfrenta a un cambio trascendental: la descarbonización de los vuelos mediante la implementación de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Este reto presenta no solo un desafío medioambiental, sino también una gran oportunidad económica para España. Según las estimaciones de Iberia, Cepsa y otras empresas involucradas, este mercado emergente tiene el potencial de generar una inversión de 50.000 millones de euros y crear 270.000 empleos hasta 2050.

La presentación de un informe conjunto de estas compañías, junto con Vueling, Iberia Express y Biocirc, detalla las medidas necesarias para impulsar la producción y consumo de SAF en España, posicionando al país como líder en la transición hacia una aviación sostenible.

Una inversión millonaria con beneficios clave

El desarrollo de combustibles sostenibles implica una inversión inicial de 22.000 millones de euros para la construcción de plantas de producción. Este esfuerzo, sin embargo, no solo generará nuevos empleos, sino que también contribuirá con un impacto positivo en el PIB español. Se estima que la construcción de estas plantas aportará 13.000 millones de euros, mientras que su operación hasta 2050 añadirá otros 42.851 millones de euros a la economía.

Este impulso económico y medioambiental es visto por las empresas como una oportunidad única para España. Según Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, «las condiciones en España son ideales para convertirnos en un hub europeo de producción de combustibles sostenibles de aviación«. Este proyecto también forma parte del objetivo de posicionar a España como un referente en el turismo sostenible y en la transición energética.

El reto de los combustibles sostenibles

A pesar del optimismo, las compañías reconocen los desafíos que supone la adopción masiva de SAF. Actualmente, este combustible es entre tres y cinco veces más caro que el queroseno tradicional, lo que incrementa significativamente los costos operativos de las aerolíneas. Si no se implementan medidas que alivien estos costos, se estima que los pasajeros podrían tener que asumir hasta 5.045 millones de euros en sobrecostes para 2040, con un incremento progresivo desde 68 millones en 2025 hasta 678 millones en 2030.

Es por ello que las aerolíneas y empresas como Cepsa están solicitando al Gobierno español un fondo anual de 300 millones de euros para financiar el desarrollo de plantas de SAF y estimular su consumo. Estos fondos provendrían de los ingresos generados por las subastas de derechos de emisión, un mecanismo clave para financiar proyectos de descarbonización.

Medidas clave para acelerar la transición

El informe presentado por Iberia, Cepsa y sus socios incluye una serie de 16 medidas económicas y regulatorias destinadas a garantizar el éxito de los combustibles sostenibles en la aviación. Entre las principales propuestas destacan:

  • Inversiones en plantas de producción de SAF: La creación de instalaciones especializadas requerirá 22.000 millones de euros y generará 270.000 empleos directos e indirectos hasta 2050.
  • Marco regulatorio claro: Las empresas insisten en la necesidad de un marco regulatorio estable que ofrezca seguridad a los inversores y fomente la expansión de esta industria emergente.
  • Incentivos fiscales: Se proponen ayudas a las empresas que adopten el SAF, incluyendo deducciones fiscales y subvenciones para compensar el sobrecoste del combustible.
  • Fondo de apoyo a la investigación y desarrollo (I+D): Un fondo que potencie la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías para hacer más eficiente y rentable la producción de combustibles sostenibles.

Descarbonización y competitividad

La descarbonización de la aviación es un objetivo prioritario para la Unión Europea. El plan RefuelEU Aviation, parte del paquete Objetivo55, obliga a las aerolíneas a aumentar gradualmente el uso de combustibles sostenibles, hasta alcanzar un 70% para 2050. Sin embargo, las aerolíneas se enfrentan a la falta de oferta de SAF en el mercado y al alto costo del combustible, lo que dificulta cumplir con las metas de la UE a corto plazo, como el objetivo del 6% para 2030.

Para Iberia y Vueling, cumplir con estos objetivos es crucial. Ambas aerolíneas forman parte del grupo IAG, que ya ha firmado acuerdos con empresas como Twelve y Repsol para garantizar el suministro de un tercio de los combustibles sostenibles que necesitarán hacia finales de esta década. La apuesta de IAG es alcanzar un 10% de uso de SAF para 2030 y la neutralidad en emisiones en 2050.

Un futuro impulsado por la colaboración público-privada

El éxito de esta transición depende, en gran medida, de la colaboración entre el sector público y privado. Las aerolíneas, junto con empresas energéticas como Cepsa, están pidiendo al Gobierno español un mayor apoyo financiero y regulatorio para acelerar el desarrollo de SAF y evitar que los costos adicionales recaigan únicamente sobre los consumidores.

Este tipo de colaboración permitirá, según los ejecutivos de las empresas involucradas, consolidar a España como un líder en el sector de combustibles sostenibles de aviación, aprovechando su posición geográfica estratégica y su capacidad para atraer inversiones extranjeras.

La transición hacia los combustibles sostenibles representa tanto un desafío como una oportunidad para la industria de la aviación y la economía española. Con una inversión prevista de 50.000 millones de euros y la creación de 270.000 empleos, el desarrollo de SAF tiene el potencial de transformar el sector aéreo y posicionar a España como un líder global en aviación sostenible.

A medida que avanzamos hacia un futuro donde la sostenibilidad es clave, las medidas propuestas por Iberia, Cepsa y sus socios podrían marcar el camino para lograr una aviación más limpia, eficiente y competitiva.

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