La razón por la que ya no hay que temer a una cirugía craneal o de columna

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Desde siempre, un paciente siempre ha tenido miedo a las operaciones en el cráneo o en la columna vertebral. Por razones obvias, son dos partes del organismo en donde cualquier alteración puede tener importantes repercusiones. Sin embargo, ese temor ha ido desapareciendo con el paso del tiempo, al menos en el gremio de los médicos, dadas las mejores herramientas y técnicas que tienen actualmente a su alcance.

Los últimos avances en cirugía mínimamente invasiva (CMI) han revolucionado la intervención de patologías complejas del cráneo, cerebro, columna vertebral y médula espinal, demostrando una mayor eficacia, precisión y una notable reducción de los tiempos de recuperación para los pacientes. Una cirugía craneal en la columna ya no debe ser objeto de temor, según traslada los especialistas.

¿En qué consiste la mínima invasión en una cirugía craneal o de columna?

Este enfoque quirúrgico, que emplea tecnología avanzada como microscopios, endoscopios y navegadores, permite a los cirujanos acceder a áreas delicadas del cuerpo humano mediante pequeñas incisiones, minimizando el daño a los tejidos circundantes y facilitando una recuperación más rápida y menos dolorosa para los pacientes.

El doctor Francisco Villarejo, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Luz, es uno de los defensores más reconocidos de esta técnica en España, subrayando su importancia en el tratamiento de diversas patologías.

Opción para malformaciones, hidrocefalias e intervenciones oncológicas

“Las malformaciones craneales y cerebrales afectan particularmente a los niños, siendo las deformaciones causadas por el cierre prematuro de suturas craneales una de las más comunes”, señala el neurocirujano.

Gracias a las técnicas endoscópicas mínimamente invasivas, es posible corregir estas malformaciones antes de los seis meses de edad, con resultados estéticos y funcionales muy favorables que evitan complicaciones a largo plazo.

En cuanto a patologías cerebrales como la hidrocefalia, el doctor explica que la CMI ha permitido el desarrollo de procedimientos más seguros y menos invasivos. En lugar de colocar válvulas en el cerebro para regular el flujo del líquido cefalorraquídeo, los cirujanos pueden ahora realizar bypass endoscópicos que eliminan las obstrucciones, lo que reduce las complicaciones derivadas de las válvulas y mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes.

cirujano Francisco Villarejo
El doctor Francisco Villarejo durante una intervención.

Uno de los mayores avances en este campo ha sido la capacidad de extirpar tumores cerebrales mediante la cirugía mínimamente invasiva. “La extirpación de tumores en áreas tan complejas como la base del cráneo ahora es posible a través de pequeñas incisiones”, detalla Villarejo. Estas intervenciones no solo resultan menos traumáticas para los pacientes, sino que también acortan el tiempo de hospitalización y aceleran la recuperación.

Operaciones en la columna vertebral

La CMI no se limita solo a patologías cerebrales, sino que también ha demostrado ser sumamente efectiva en el tratamiento de afecciones de la columna vertebral. Problemas como la hernia discal lumbar y la estenosis de canal pueden tratarse mediante esta técnica, lo que permite a los pacientes reincorporarse a sus actividades diarias en cuestión de semanas. “La CMI también es crucial para el tratamiento de tumores vertebrales, ya que facilita resecciones completas con un menor impacto sobre el tejido nervioso circundante”, añade el neurocirujano.

Además de su aplicación en neurocirugía, la CMI ha hecho grandes avances en ortopedia. Las técnicas mínimamente invasivas han transformado el manejo de enfermedades y lesiones del sistema musculoesquelético, permitiendo a los pacientes beneficiarse de una recuperación más rápida y menos complicaciones postoperatorias.

La cirugía mínimamente invasiva se está consolidando como una opción segura y efectiva que mejora no solo los resultados clínicos, sino también la calidad de vida de los pacientes. La reducción del tiempo de recuperación, el menor dolor postoperatorio y el riesgo reducido de complicaciones hacen que este enfoque sea cada vez más valorado por médicos y pacientes.

Como concluye el Dr. Villarejo, “la cirugía mínimamente invasiva representa un avance fundamental en la neurocirugía y ortopedia, proporcionando a los pacientes una alternativa de tratamiento eficaz con una recuperación pronta y mejores resultados a largo plazo”.

En un momento en que la medicina avanza a pasos agigantados, la CMI se perfila como una de las herramientas más prometedoras para mejorar el bienestar de los pacientes, brindando nuevas oportunidades para el tratamiento de patologías complejas que antes implicaban intervenciones más agresivas y tiempos prolongados de recuperación. La tecnología y la innovación médica continúan transformando el panorama de la cirugía, y la cirugía mínimamente invasiva sigue a la vanguardia de esta evolución.

 

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