El centro Olympia Quirónsalud tiene la virtud de disponer un buen número de servicios y, además, ser un referente en ellos. En lo que respecta al cuidado de la visión, este espacio se ha consolidado por su capacidad para el abordaje más completo de la cirugía oftalmológica.
No obstante, antes de llegar a un quirófano, los responsables de este servicio priorizan controles oftalmológicos regulares a partir de los 40 años, ya la mejor salud es la que se trabaja de forma preventiva. No en vano, problemas como el glaucoma o la DMAE son claves detectarlos a tiempo antes de que se conviertan en casos graves.
El entorno de la salud visual es bien distinto al de épocas pasadas, pues la visión está sometida a una presión constante debido al uso intensivo de pantallas.
La cirugía oftalmológica: casos más habituales
Aproximándonos a la actividad del centro, Alfredo Castillo, Jefe de Servicio de Oftalmología, mantiene que «cerca de la mitad de las intervenciones que realizamos están relacionadas con el cristalino, ya sea por catarata o por un cristalino no opacificado», destacando la importancia de estas cirugías tanto para la salud ocular como para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La cirugía del cristalino es una de las intervenciones más comunes en el campo oftalmológico y las más habituales son las de cataratas, donde se reemplaza un cristalino opacificado, pero existe otra intervención menos conocida, llamada facolensectomía, que permite corregir defectos refractivos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia sin que el cristalino esté dañado. Esta cirugía oftalmológica es ideal para pacientes que no han desarrollado cataratas pero desean mejorar su visión y reducir la dependencia de las gafas.
Hoy se opera a edades más jóvenes: ¿Por qué?
«En la actualidad, operamos cataratas antes que hace años, ya que la demanda visual es mayor en actividades como la conducción, el uso prolongado de ordenadores o incluso en deportes como el golf, que requieren una visión precisa y sin molestias», explica el Dr. Castillo. Así, la cirugía no solo responde a una necesidad médica, sino también a una mejora en la calidad de vida de los pacientes, especialmente aquellos que buscan mantenerse activos sin depender de gafas para sus actividades diarias.
Uno de los avances más destacados en oftalmología es la evolución de las lentes intraoculares, utilizadas tanto en cirugías de cataratas como en procedimientos de corrección refractiva. El Dr. Castillo subraya que el éxito de estas intervenciones radica en seleccionar la lente adecuada para cada paciente, según la anatomía del ojo y las expectativas visuales. Existen varias opciones, desde las lentes trifocales que corrigen la visión de lejos, medio y cerca, hasta las de foco extendido, diseñadas para mejorar la visión de lejos y a media distancia, muy útiles para personas que practican deportes que requieren gran agudeza visual, como el golf.
El proceso de personalización de las lentes es clave para obtener resultados exitosos. «Cada paciente tiene diferentes necesidades, por lo que es fundamental seleccionar cuidadosamente el tipo de intervención y lente intraocular que mejor se adapte a sus circunstancias. De ahí depende en gran parte el éxito de la cirugía», añade Castillo, quien asegura que la satisfacción de los pacientes con lentes multifocales es generalmente muy alta.
Novedades en cirugía refractiva y tratamientos láser
El avance en cirugía refractiva también es notable, especialmente entre los pacientes más jóvenes. Según el Dr. Castillo, para corregir miopías y astigmatismos en personas jóvenes se opta por una cirugía láser, evitando retirar el cristalino del ojo. Esto permite corregir los problemas visuales sin modificar estructuras internas importantes, lo que resulta en una mejora inmediata de la visión. «El paciente entra al quirófano con una visión muy limitada y sale viendo perfectamente, lo que genera una mejora significativa en su calidad de vida», señala el especialista.
Ojo seco: la dolencia emergente de la era digital
El ojo seco es una de las consultas más frecuentes en las clínicas oftalmológicas de hoy en día. Según el Dr. Carlos Palomino, el orto responsable de Servicio de Oftalmología en Olympia, aproximadamente el 30% de las consultas están relacionadas con esta dolencia, provocada principalmente por el uso excesivo de pantallas y dispositivos digitales. Este problema es aún más común en mujeres mayores de 40 o 50 años, debido a los cambios hormonales que se producen durante la menopausia.
En respuesta a esta creciente demanda, el centro médico está introduciendo nuevos tratamientos y tecnologías para combatir el ojo seco. Uno de los avances más prometedores es la luz pulsada, una técnica que elimina el exceso de grasa en la lágrima, mejorando su estabilidad y calidad. Este tratamiento está enfocado a resolver la Disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM), una de las principales causas de la sequedad ocular.
Degeneración Macular y Glaucoma: avances en patologías graves
Otro de los campos en los que Olympia está a la vanguardia es en el tratamiento de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera en el mundo occidental. El centro utiliza fármacos inyectables para frenar el avance de esta enfermedad, ofreciendo a los pacientes opciones más efectivas para controlar la pérdida de visión.
En cuanto al glaucoma, una enfermedad que afecta a un 5% de la población y que, si no se trata a tiempo, puede llevar a la ceguera, Olympia también ha implementado las últimas tecnologías. Los dispositivos MGIS (Minimally Glaucoma Invasive Surgery) representan una nueva forma de controlar la presión intraocular, el mayor factor de riesgo en el glaucoma, mediante cirugías mínimamente invasivas. «Esta técnica es muy interesante porque permite controlar la enfermedad de manera efectiva y con menos efectos secundarios, lo que es esencial en una patología tan silenciosa y peligrosa como el glaucoma», apunta el Dr. Castillo.