Repsol celebra mañana jueves su primera junta general de accionistas tras la expropiación a mediados de abril del 51% de YPF y la presentación esta semana no solo de un nuevo plan estratégico para los próximos años, sino también de una nueva marca y de un nuevo organigrama directivo.
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Repsol celebra mañana jueves su primera junta general de accionistas tras la expropiación a mediados de abril del 51% de YPF y la presentación esta semana no solo de un nuevo plan estratégico para los próximos años, sino también de una nueva marca y de un nuevo organigrama directivo.
El grupo convoca además a sus accionistas tras haber sufrido otros cambios importantes en el último año. Sacyr, con un 10% del capital en la actualidad, ya no es el principal accionista, mientras que Pemex, con un 9,5%, ha pasado de apoyar un controvertido acuerdo de sindicación con la constructora a convertirse en un socio industrial de Repsol.
Otra de las novedades es la entrada en vigor de la ley que retira las limitaciones de voto en las sociedades cotizadas. En el caso de Repsol, el límite estaba en el 10% y, tras la salida parcial de Sacyr, solo hay un accionista, que es La Caixa, que supere el umbral, con un 12%.
Durante la junta, Repsol someterá al visto bueno de los accionistas la modificación de su denominación social, con la eliminación de YPF de su nombre, y la reelección como consejeros del presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y de su consejero delegado, Juan María Nin.
El presidente de la petrolera, Antonio Brufau, presentará además a los inversores el nuevo plan estratégico de la compañía, que hace énfasis en la disciplina financiera con el objetivo de mantener el 'rating' y que dedica el 80% de las inversiones, de 19.100 millones, a los prometedores proyectos de exploración y producción ('upstream').
Para mantener la actualidad calidad crediticia, Repsol ha rebajado a una horquilla de entre el 40% y el 55% la parte del beneficio que dedica a dividendos y contempla medidas como la venta de su 5% en autocartera, la realización de y el canje de acciones preferentes por bonos convertibles en acciones.
Todas estas medidas ofrecen a Repsol capacidad para reducir deuda por valor de 9.000 millones de euros, al tiempo que le permiten financiar con recursos propios el plan de inversiones. Ni la participación del 60% en Repsol Sinopec Brasil y el 30% en Gas Natural Fenosa van a ser vendidos.
La petrolera presentará además a los accionistas su nuevo organigrama directivo, en el que divide la actividad en dos grandes áreas, que son la de negocios y la estratégica. La primera de ellas está a cargo de Nemesio Fernández-Cuesta e incluye tanto el 'upstream' como el 'downstream' y la química.
