Pierde un 5,1% en la semana decepcionado por las medidas del BCE y las trabas de Finlandia a los acuerdos de la cumbre europea
Pierde un 5,1% en la semana decepcionado por las medidas del BCE y las trabas de Finlandia a los acuerdos de la cumbre europea
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El Ibex 35 se ha dejado en la jornada un 3,1% que eleva hasta el 5,1% el retroceso acumulado en la semana, marcada por la tibieza de las medidas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE) para luchar contra la recesión y por las trabas de Finlandia a los acuerdos de la última cumbre.
El selectivo ha sellado la última sesión semanal en la cota de los 6.700 enteros en un contexto de crispación en los mercados de deuda soberana ante la incapacidad de los líderes europeos para zanjar la crisis, que ha tensado la prima española hasta los 563 puntos, con lo que el interés del bono español a diez años roza el 7%.
El resto de principales plazas del Viejo Continente también han echado el cierre en 'números rojos' pero han aguantado el tipo mejor que Madrid, incluyendo Milán (-2,5%). Francfort y París han cedido un 1,6% cada una y Londres ha retrocedido un 0,62%. El euro por su parte, acentuó su depreciación respecto al dólar hasta 1,2268 'billetes verdes'.
En el parqué madrileño, las acciones de BBVA se han desplomado un 5% lastradas por la penalización generalizada al sector financiero y por la cotización de los 238,6 millones de nuevos títulos del canje de bonos convertibles con los que la entidad ha ampliado capital en un 4,6%.
El resto de 'pesos pesados' del Ibex también se ha desangrado: Repsol (-4,96%), Santander (-3,87%), Telefónica (-3,23%), Iberdrola (-2,83%) y Endesa (-1,79%), aunque el 'farolillo rojo' ha sido para Sacyr (-9,22%) e Indra ha acabado en el segundo puesto de cola (-6,85%). Solo han logrado terminar en verde IAG (+2,3%) y Enagás (+0,04%).
La semana en el Ibex ha ido de más a menos a medida que los efectos de la cumbre europea se han ido difuminando por lo difícil que resulta aprobar en cada país de la UE las medidas acordadas, con Finlandia y Holanda poniendo piedras en el camino al amenazar con bloquear la compra de deuda soberana en el mercado secundario.
El BCE también decepcionó al mercado pese a bajar los tipos de interés al mínimo histórico del 0,75%, ya que no reactivó la compra de deuda de países de la zona euro ni anunció una nueva 'barra libre de liquidez', y además eliminó el interés que se paga a los bancos por depositar su dinero en el organismo.
Las palabras del presidente Mario Draghi sentaron mal al Ibex, como es habitual, y aceleraron ayer su caída hasta el 3%. La tibieza del instituto emisor y las dudas sobre la unión de los países del euro ha puesto fin este viernes a una racha de cuatro semanas consecutivas de subidas en el Ibex.
Con este telón de fondo y a falta de que la próxima semana se concreten las condiciones del rescate europeo de hasta 100.000 millones de euros a la banca española, la sangría ha sido generalizada entre los valores financieros, sobre todo en Popular (-8,81%), Bankinter (-8,13%), Bankia (-8,13%), BBVA (-8,12%) y Santander (-6,17%).
INDRA E IBERDROLA, LOS PEORES DE LA SEMANA.
No obstante, los peores de la semana han sido sin duda Indra (-13,19%), Iberdrola (-11,27%) y ACS (-8,94%), mientras que en el polo opuesto han cosechado las mayores ganancias Grifols (+6,65%) y BME (+1,54%).
El analista de XTB Pablo del Barrio confía en que la próxima semana se avance en la aprobación de las medidas acordadas en la cumbre europea, y destaca que «podría ayudar a sostener las bolsas, especialmente si sale adelante la reestructuración bancaria española o la compra de bonos por los fondos de rescate».
Por su parte, Victoria Torre de Self Bank duda de que la situación vaya a mejorar sensiblemente la semana que viene. «Finlandia ha dicho que prefiere abandonar el euro a pagar las deudas de otros y Moody's podría dejar hoy mismo la calificación de la deuda española en el nivel de bono basura», destaca.
Además, advierte a los que tenían alguna esperanza en la reunión del Eurogrupo del lunes, de que «ya se está asegurando que la solución para los mercados no llegará ese día, sino que habrá que esperar».