Josef Ajram no es un trader al uso. No es el típico ejecutivo trajeado, ni tiene una personalidad más bien introvertida. Todo lo contrario, sus formas no se ajustan al perfil de este tipo de profesionales, sin embargo su conocimiento le ha llevado al éxito no solo en su faceta como inversor en Bolsa, sino también en la de escritor y deportista de distancias largas.
Echando un vistazo a su perfil, lo primero que se le viene a uno a la cabeza es que no habrá como traders como usted, tan excéntrico y polifacético…
La verdad es que en este aspecto soy muy diferente a mis colegas, no creo que nadie de mi sector vaya con las manos tatuadas, ni con el pelo azul, ni quizás haga tantos deportes de distancia larga. Sí que es cierto que hay gente que tiene afición por ello, pero son pocos. Dentro del mundo bursátil se me conoce fácil por estos aspectos.
Se ha extendido mucho esta profesión en segmentos jóvenes que ven la posibilidad de dinero fácil. Sin embargo, ¿es oro todo lo que reluce?
No, como en cualquier trabajo, lo que hay que hacer es aprender un oficio. El problema es que la gente se piensa que la Bolsa es un juego, una cuestión de azar, pero nada más lejos de la realidad. Para ser trader y dedicarse a ello hay que tener mucha disciplina y a la mínima que te despistes, la Bolsa te deja en tu sitio y te fulmina.
Está inmerso en la actividad de su empresa y en la formación sobre Bolsa que ofrecen. ¿Cuáles son las primeras reglas que les enseña a los no expertos en este sector?
Por el momento, desde la empresa estamos impartiendo un curso de formación al mes y las dos variables en las que siempre incidimos, las que más cuesta la gente asumir, son: por un lado, que hay que saber perder. Hay que tener la humildad de aceptar que nos podemos equivocar; y por otro estaría el componente de la paciencia. Por los motivos que sean, los inversores no suelen tener paciencia, quieren ir demasiado rápido y después vienen los disgustos. Como decía anteriormente, intentamos que la gente entienda que la Bolsa es un oficio y que no es un pasatiempo, y para aprender bien este oficio hay que seguir los pasos adecuados.
En estos momentos, ¿cuál es el volumen de clientes que han confiado en su organización para gestionar su capital?
Ahora mismo tenemos unos 850 clientes conseguidos en un año, con una cartera que oscila entre los 1.000 euros por cliente hasta millones de euros.
¿Cree que es beneficiosa su exposición tanto en medios de comunicación tradicionales como en las redes sociales de cara a la actividad de su empresa?
Bueno… Ni beneficiosa ni perjudicial. Es un mundo donde te juzgan rápidamente si lo haces bien o mal, no hay puntos intermedios. Todo se mide en base a la rentabilidad. Si haces bien tu trabajo, obtienes rentabilidad y si no lo haces bien, no la obtienes. Es difícil que alguien confíe tu capital en ti porque le caigas simpático, del mismo modo que es absurdo que alguien no confíe en ti porque no comparta una idea por ejemplo política.
[blockquote style=»1″]Por los motivos que sean, los inversores no suelen tener paciencia, quieren ir demasiado rápido y después vienen los disgustos. Intentamos que la gente entienda que la Bolsa es un oficio[/blockquote]
Hablemos de riesgos. ¿Cuál es la mayor amenaza para la bolsa española en estos momentos?
La mayor amenaza que tenemos se encuentra en el clima de inestabilidad general en los mercados, procedente generalmente de decisiones políticas. En este sentido, influyen factores como las medidas de Donald Trump desde Estados Unidas o la rebaja del rating de China. A nivel nacional podría llegar a ser una amenaza el hecho de que Pedro Sánchez, tras su elección como secretario general del PSOE, tomara una postura muy radical llegando a formar una coalición con Pablo Iglesias.
Prácticamente todos los riesgos son de índole política…
Sí, porque a nivel empresarial no se observan grandes amenazas en el futuro. Las empresas están ganando mucho dinero, les están saliendo muy bien las cosas y a este nivel no habría ningún problema.
¿Tienen muchas cosas en común los deportes extremos con el día a día del parqué de la Bolsa?
Muchas cosas en común no, pero sí que comparten atributos como la disciplina, la constancia, el ser muy analítico, tomar decisiones rápidamente y saber perder.
¿Un triunfador, alguien que de repente le va muy bien en los negocios parte necesariamente de una etapa anterior de fracaso? ¿Qué valor le da usted al fracaso?
Yo al fracaso no le doy valor, en tanto que no pienso que se tenga que fallar muchas veces para hacer las cosas bien. No soy de los que comparten aquello de que hay fracasar para aprender. Soy más de pensar “ojalá no me haya equivocado u ojalá no me equivoque más”. No obstante, lo que sí tengo muy interiorizado es que en caso de error, hay que aprender y analizar por qué se ha producido esa situación. Creo que es un problema generalizado el hecho de que la gente no contempla el aprendizaje en el error, sino que algunas personas lo atribuyen a la mala suerte.
[blockquote style=»1″]Yo al fracaso no le doy valor, en tanto que no pienso que se tenga que fallar muchas veces para hacer las cosas bien. Soy más de pensar ‘ojalá no me haya equivocado[/blockquote]
Usted no es amigo grandes rentabilidades en poco tiempo. ¿Hay sectores en donde persiste la cultura del pelotazo a nivel bursátil?
A nivel bursátil, es probable que el sector inmobiliario siga teniendo una gran fortaleza durante los próximos meses. Son empresas que han sido muy penalizadas en los años de la crisis y la tendencia actual de subida de precios e incremento de compraventas probablemente se siga reflejando con fortaleza en las cotizaciones.
Aunque esto pueda perjudicarle, al igual que es bueno diversificar riesgos, ¿lo es también a la hora de diversificar con equipos de traders?
Sí, de hecho en el libro Social trading para dummies (Para Dummies, 2017) lo recomendamos. Con el Social trading pretendemos culturizar a la gente en ese ámbito y para ello entendemos que no hay que poner todos los huevos en una misma cesta. Por ello, el Social trading es una manera añadida de poder diversificar correctamente los ahorros de una forma más agresiva. No me perjudica el que a una persona le vaya bien con otro trader. Lo que no me beneficia es que las personas quieran actuar por sí mismas y en dos meses estén fuera de juego porque se han fundido su capital.
¿Las redes sociales son el instrumento en la historia que más han ayudado a democratizar las inversiones en Bolsa?
Más que las redes sociales, lo que más ha ayudado a democratizar las inversiones en Bolsa ha sido más globalmente Internet. Gracias a esta herramienta se pueden hacer operaciones desde cualquier lugar del mundo. Las redes sociales como tales no se usan para operar en Bolsa, pero sí para obtener información que posteriormente hay que filtrarla y analizarla.
¿Qué características debe reunir un emprendedor actual? ¿Es indispensable que conozca pormenores del ámbito bancario / financiero?
Un emprendedor actual debe tener muy claro el modelo de negocio, cómo piensa estructurar sus ideas empresariales y, sobre todo, si el proyecto es rentable. Hay que hacer esa cura de humildad y ver si lo que yo quiero ser de mayor me va a producir rentabilidad.
A partir de aquí no hace falta tener conocimientos bursátiles, pero sí conocimientos financieros y empresariales.
En la aventura de crear un proyecto empresarial, ¿qué claves nos puede dar para dar con la tecla con el capital humano?
Para mí es muy importante crear grupos homogéneos. Es decir, grupos de trabajo que se entiendan, que no creen conflicto entre ellos. Por otra parte, yo destacaría la motivación a nivel salarial, haciéndoles ver que si el proyecto va bien, a ellos les irá bien. Y por último, fomentar un espíritu de productividad para que puedan disfrutar de tiempo libre.
Trader, escritor, deportista… ¿Cuál será su próximo reto?
Ahora estoy a tope con la Bolsa, es un momento muy interesante. A nivel deportivo, en verano hay un desafío importante de tres semanas recorriendo en bicicleta 2.500 kilómetros en 21 etapas. Será muy duro.
