La 14ª edición de Energy Prospectives que organiza Fundación Naturgy y el IESE Business School ha reunido a dos altos directivos de S&P y Deloitte para abordar las complejidades que existen en el avance de las dos grandes transformaciones del momento en la economía: la que se refiere a las tecnologías y la que atañe a la energía.
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Una nueva edición de Energy Prospectives, el ciclo de conferencias de expertos organizado por Fundación Naturgy y el IESE Business School, ha servido para palpar la complejidad de un entorno actual en el que se están produciendo dos transformaciones al mismo tiempo: la tecnológica y la que se refiere a las energías, una dependiente de la otra.
El vicepresidente senior de Energía Global y Asuntos Internacionales de S&P Global Commodity Insights, Carlos Pascual, y el responsable mundial del sector de Energía, Servicios Públicos y Energías Renovables (PU&R) en Deloitte, Thomas Schlaak, han sido los protagonistas del coloquio, el cual ha dejado una serie de claves como la apuesta por este último por la neutralidad tecnológica.
En su opinión, “ninguna opción tecnológica es suficiente” y por ello el experto ha reclamado paciencia en un discurso centrado en el binomio industrialización-transición energética.
Además, el representante de Deloitte recalcó que no hay que olvidar el componente social en ambas transiciones. Y es que para el experto, acelerar los ya ambiciosos planes de la UE no parecería acertado, ya que se corre el riesgo de perder la licencia social para atravesar la transición.
“Debemos satisfacer la economía energética actual, reduciendo la demanda y descarbonizando la oferta, porque si no abastecemos ese mercado, los precios suben, y si suben, se complica el apoyo político a la transición energética”
Tras esta indicación, Schlaak estima un crecimiento y dominio de las diferentes energías renovables para poder cumplir con los objetivos climáticos marcados desde Bruselas. En el proceso de electrificación, “las centrales eléctricas de gas y biomasa seguirán siendo esenciales para proporcionar la flexibilidad necesaria”.
Respecto a la alternativa que ofrecen los gases renovables, el especialista de Deloitte espera un crecimiento importante del biometano en Europa, lo cual servirá como base para la sustitución futura del gas natural.
Eso sí, coincide con la visión de Pascual en la que el gas natural es en estos momentos una herramienta fundamental para facilitar la transición energética. Respecto a otro gas renovable como es el hidrógeno verde, Schlaak ve aún lejana la cifra de los 10 millones de toneladas de producción que se ha marcado Europa, ni siquiera ejecutando todos los proyectos que están teniendo lugar en la actualidad.
En materia de precios, el responsable mundial del sector de Energía, Servicios Públicos y Energías Renovables (PU&R) en Deloitte ve un entorno de volatilidad fruto del dominio de las renovables en el mix.
El desafío de las dos transiciones
La reflexión de Pascual giró en torno al desafío de consolidar las dos transiciones de aquí al año 2050. “Debemos satisfacer la economía energética actual, reduciendo la demanda y descarbonizando la oferta”, porque “si no abastecemos ese mercado, los precios suben, y si suben, se complica el apoyo político a la transición energética”.
Y por otro, Pascual se refirió a la necesaria construcción de la economía energética del futuro, “con solar, eólica, hidrógeno y captura de carbono”, explica el directivo de S&P. De este modo, el reto mayor consiste, según Pascal, en equilibrar las inversiones de las dos transiciones.
No es un asunto fácil per se y menos aún con el panorama geopolítico actual: guerra en Ucrania, relaciones EE.UU.-China, Israel, la situación de los países en vías de desarrollo…
Otro factor que añade complejidad en las transformaciones está en el uso de recursos para la electrificación. En este sentido, Pascual recuerda que la concentración de minerales críticos para la transición energética es muy grande y tiene a China como gran protagonista.
Por otro lado, el ponente ha afirmado que “la captura y almacenamiento de CO2 y el hidrógeno pueden ser tecnologías muy necesarias», y destacó que Estados Unidos está favoreciendo su desarrollo en el marco de Inflation Reduction Act (IRA).
En este sentido, afirmó que es importante asegurar que el desarrollo tecnológico se traslade a otros países, y afirmó que “una de las claves del desarrollo del hidrógeno verde es si vamos a tener acceso a la suficiente generación de electricidad renovable a precios adecuados”.