El consumo actual de datos ha cambiado definitivamente el día a día de los directivos

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Durante décadas, los informes y paneles de control han sido las herramientas predilectas para analizar datos y planificar estrategias por parte de los directivos. Sin embargo, su dependencia de datos acumulados en ciclos semanales o mensuales los hacía poco útiles para responder rápidamente a cambios en el entorno. En otras palabras, muchas de las decisiones que se tomaban eran más bien suposiciones. La visión de los jefes era la que validaban un movimiento u otro… Esto ha cambiado con las nuevas tecnologías.

Gracias a los nuevos sistemas, el consumo de datos en las empresas está experimentando una revolución. Lo que antes eran informes estáticos, hoy son modelos predictivos basados en información en tiempo real. La integración de este tipo de aplicaciones complementa a todo lo anterior y ofrece el valor añadido de la inteligencia predictiva. Así que, de las suposiciones se pasa a decisiones fundadas, contextualizadas y directamente accionables. La vida del directivo de hoy es bien distinta a la de etapas anteriores.

“Los paneles de control siguen siendo importantes, pero la posibilidad de contar con datos en tiempo real integrados en las herramientas del día a día ofrece un nivel de agilidad y proactividad que antes era impensable”, comenta Beatriz Fernández Alonso, Directora Asociada de la división CUSTOMER en Stratesys.

La consultora de Fernández se hace eco de esta nueva tendencia en el consumo de datos, poniendo ejemplos claros de cómo está impactando actualmente en las organizaciones.

El consumo de datos en los negocios: el nuevo orden operativo

Hoy en día, gracias a herramientas como Tableau, parte de Salesforce, los datos se consumen de manera continua e integrada en el flujo de trabajo. Esta transformación permite a los equipos acceder a información actualizada al momento, reduciendo los tiempos de análisis y facilitando decisiones inmediatas.

El cambio más significativo llega en la forma en que los datos se incorporan al flujo de trabajo cotidiano. Ya no se trata de consultar informes aislados, sino de disponer de información relevante y específica en el momento en que se necesita.

Por ejemplo, cuando un ejecutivo crea una nueva oportunidad de negocio, los sistemas modernos pueden proporcionar indicadores clave de rendimiento (KPI), datos del cliente y recomendaciones personalizadas en tiempo real. Este enfoque aporta beneficios claros, entre los que se encuentra el acceso único, donde toda la información se facilita desde un mismo lugar, sin necesidad de buscarla en múltiples sistemas.

directivos data

Asimismo, las herramientas actuales facilitan una mayor colaboración, ya que permiten que todos los equipos trabajen con los mismos datos en tiempo real, fomentando la alineación y la eficiencia.

Un cambio cultural hacia la toma de decisiones basada en datos

La integración continua de datos no solo transforma procesos, sino también comportamientos. Los directivos y equipos han comenzado a adoptar un enfoque más analítico y, por tanto, una mayor objetividad en sus decisiones. Se reducen las preocupaciones sobre si esto o aquello funcionará.

De lo anterior surge una mayor agilidad en la ejecución de los proyectos. La información permanentemente actualizada permite reaccionar rápidamente ante imprevistos.

Todo ello terminar por construir una cultura corporativa en la que el aprendizaje constante guía a toda la organización. Los equipos analizan sus resultados en tiempo real, lo que les ayuda a mejorar continuamente.

“Una cultura basada en datos no solo optimiza los resultados, sino que también empodera a cada miembro de la organización para tomar decisiones más acertadas”, señala Iván Piñar del Prado, Head of Big Data & Data Governance en Stratesys.

La siguiente etapa de esta evolución es la inteligencia proactiva. Gracias al aprendizaje automático y la inteligencia artificial, los sistemas no solo muestran datos, sino que también anticipan necesidades y sugieren acciones. Este enfoque no solo facilitará la toma de decisiones, sino que convertirá a los directivos y equipos en colaboradores activos de sistemas inteligentes.

“El futuro del consumo de datos pasa por soluciones que no solo analicen patrones, sino que propongan acciones concretas basadas en análisis predictivos. Esto permitirá a las empresas ganar en agilidad operativa y mejorar su ventaja competitiva”, concluye Fernández Alonso.

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