Emilio Ontiveros, Presidente de Analistas Financieros Internacionales, ofrece las previsiones de su entidad de cara a este 2013. Recesión y paro son los datos más preocupantes, si bien España ha de agarrarse a las exportaciones para seguir adelante en un futuro que estará marcado por las decisiones que tomen los grandes de Europa, ya que todavía “el apoyo ofrecido por parte del BCE a Italia y España no acaba de sustanciarse”.
– Estos días estamos viendo previsiones por parte del gobierno, patronales, sindicatos, expertos etc. ¿Qué pronósticos maneja usted, qué será de la economía española en 2013?
Lo que nosotros estamos anticipando es que la recesión va a continuar en este año 2013. La economía española va a contraer su ritmo de crecimiento el 1,5% (algo por encima de este porcentaje) y la tasa de paro todavía va a crecer un poco más, hasta el 26,5%. Dentro de esas previsiones, lo que subyace son dos hipótesis fundamentales: por un lado que la demanda interna, la demanda de familias y de inversión no se van a recuperar, porque están muy atenazadas por la debilidad de los estados de ánimo y la confianza, pero también, y fundamentalmente, la actividad de las empresas va a estar muy condicionada por la pulsación del crecimiento en Europa débil. No olvidemos que lo único que en los últimos años está teniendo un comportamiento relativamente favorable son las exportaciones, pero la mayoría amplísima, casi el 70% de lo que exporta España se destina a Europa. Y los principales clientes de España (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) no son economías que vayan a crecer de forma significativa.
Por tanto, nos encontramos con una demanda interna muy debilitada por los estados de ánimo de familias y empresas, una demanda externa débil y por otro lado, una política presupuestaria que lejos de favorecer la expansión a corto plazo, lo que hace es pronunciar la recesión. Los presupuestos para 2013 tienen un carácter de ajuste significativo. El resultado es una economía que no encuentra el apoyo para iniciar la recuperación. Todo dependerá de la capacidad que tenga Europa y de la voluntad que tenga alguna economía, Alemania, para estimular. Si en Alemania asistimos, por ejemplo, a un crecimiento de los salarios significativo nos podríamos encontrar con que, efectivamente, a finales de año viéramos pequeños indicios de abandono de la recesión. De ahí a haber una recuperación clara de la economía española hay una distancia.
– El paro bajó en 59.000 personas en el mes diciembre. ¿Es solamente maquillaje navideño?
Yo creo que, efectivamente, hay un componente estacional de servicios. A mí me interesa más que la variación en un mes determinado de la tendencia del empleo, sobre todo la afiliación a la seguridad social. Una cosa es registrarse o darse de baja en el antiguo INEM y un carácter muy distinto es el indicador que mide los que se afilian o se desafilian a la seguridad social. Y ese indicador no es precisamente bueno.
– ¿Qué sectores son los van a sostener las cuentas de España y qué otros lo tendrán muy difícil para crecer?
Más que sectores, lo que estamos viendo son empresas. Hay compañías bien posicionadas en sectores como el de la confección (Inditex) o en la alimentación (Mercadona). Aquellas empresas que, o bien estén ligadas a un grado de internacionalización grande, o bien tengan una política de costes muy ajustada (Día) sí tienen posibilidades de competir o de sobrevivir. Tampoco de hacer ejercicios espectaculares, salvando el caso de Inditex, que ha mostrado una capacidad competitiva a nivel global excelente.
Los sectores que van a seguir acusando su particular reconversión se hallan en las finanzas (sector bancario), pero también destaca el sector de la comunicación, e incluso el sector energético, que ya está acusando la debilidad de la demanda.
– La prima de riesgo ha bajado significativamente tras noticias procedentes de Estados Unidos. ¿Significa algo para usted o ha sido algo muy eventual?
Yo creo que es importante que en Estados Unidos no se desemboque en un desenlace fatal para aquella economía y para el resto del mundo, pero hay que tener presente dos cosas: lo que se ha hecho a finales del año pasado es renviar ese problema al primer trimestre de este año, porque aunque el precipicio fiscal se haya abandonado, el riesgo de insolvencia de la deuda pública estadounidense sigue ahí. Por otro lado, a pesar de que se haya evitado ese riesgo, la economía de EE.UU. no va a crecer mucho más del 2%.
Sería un error confiar en episodios aislados como mecanismos reductores de la prima de riesgo. Los mercados de bonos en la eurozona están viviendo una calma que no es definitiva.
– Parece que al auténtico brote verde actual son las exportaciones. ¿Por qué se ha dado este crecimiento en este ámbito?
No es un brote verde nuevo, ya lo veníamos viendo. Pero lo que ocurre es que no va a tener la misma intensidad que ha tenido los dos últimos años, porque la demanda global no será tan intensa. Pero sí, más que un brote verde, yo diría que es una señal muy favorable de cómo muchas empresas españolas están haciendo de la necesidad virtud y han abordado los mercados de exportación con bastante eficacia. España es de los países que menos cuota de exportación global está perdiendo durante la crisis.
* Más información en el próximo número impreso de la revista Directivos y Empresas.