Tras Knowmads, Raquel Roca toca un segmento que ella conoce a la perfección como son las personas de 40-50 años. Silver Surfers (LID) está escrito para concienciar a este colectivo de convertirse en emprendedores de su vida.
Muchas cuestiones se plantean en este libro, empezando por la longevidad de las personas y su situación en el futuro…
Es evidente que vamos a vivir más y nos vamos a jubilar más tarde. Uno de los primeros problemas que se plantea aquí es el económico. ¿Cómo puede uno vivir 20 años más con el sueldo de la jubilación o de unos ahorros?
La realidad laboral además nos está enseñando que las grandes empresas empiezan a prescindir rápidamente de los que superan los 50-55 años…
Es una locura, es un problema de cultura. Somos el único país del mundo que está haciendo este tipo de cosas. Lo peor es que nos hemos acostumbrado a esta situación y la hemos normalizado. Es más, hasta nos da envidia de alguien que se ha prejubilado a esa edad. En el tránsito de la prejubilación a la jubilación, las personas no están generando competencias nuevas ni formándose en ninguna materia. El panorama que se les abre en sus próximos 20 años es totalmente incierto y fuera del sistema. Esta es una de las vías de empobrecimiento de un país.
De repente han saltado las alarmas demográficas. ¿Nos ha pillado el toro?
Creo que ha habido cierto desconocimiento. Yo llevo hablando de la demografía envejecida desde que publiqué Knowmads y no ha sido hasta ahora, por el tema de las pensiones, cuando ha despertado un interés genuino en la gente. Creo que en la empresa hay un cierto desconocimiento sobre esta cuestión, si bien cada vez se tiende a hacer más age management desde recursos humanos. Necesitamos riqueza intergeneracional y llegará el momento en que se implementen medidas para atraer y retener a los silvers.
Es también una cuestión de flexibilidad por parte de todos para poder adaptarnos a la realidad de las personas.
Ikigai
Pero cada situación personal será distinta, lo que parece claro es que muchos trabajadores a ciertas edades están muy quemados. ¿Qué solución tiene esto?
Tienes razón, durante muchos años se ha practicado un estilo de management que no era muy adecuado para el bienestar del trabajador, eso está cambiando poco. Si nos fijamos en profesionales de 50, vemos que se encuentran hastiados, pero tienen que aprovechar un ERE o una prejubilación para hacer su transformación y conectar con una realidad distinta más afín a ellos. No se pueden dejar en el aire 30 años de vida que tienen por delante. No se trata de estudiar una carrera, hablamos de adquirir nuevas competencias. Además, sentirse útiles nos alarga la vida. Los japoneses lo llaman ‘Ikigai’, tener un propósito en la vida.
Día uno de la jubilación, todos muy contentos… ¿Cuánto dura esa felicidad?
Jubilación significa júbilo, pero la alegría por ese momento puede durar entre seis meses y un año. En ese primer año de jubilación se da el síndrome del jubilado que consiste en un pico intenso de depresiones, malestar etc. por no haberse preparado para ese momento. Por ello necesitamos tener una cierta planificación para el futuro porque realmente no tenemos conciencia de lo que significa un día de vacío.
También cabría hablar de la jubilación flexible. No se puede pasar de trabajar ocho horas al día a trabajar ninguna. Pienso que la jubilación debería ser un proceso más gradual, bajando el ritmo poco a poco y adaptándose la persona a la nueva situación. Justo en ese proceso es cuando alguien puede buscar alternativas para que los días no sean vacíos. La responsabilidad es de cada uno.
La digitalización, cada vez más masiva, no parece ser precisamente una ayuda para las personas mayores…
Entramos ya en el terreno Knowmad. Independientemente de la edad, lo cierto es que todos estamos viviendo en una sociedad digital. Por tanto, es cuestión de mentalidad. Tendremos que adquirir esas competencias digitales que nos van a facilitar la vida sin sacrificar todos los conocimientos anteriores.
Si en un entorno de trabajo, tenemos a personas senior, muy hábiles para muchos aspectos dentro de una empresa, tendremos que combinar esas experiencias con el talento de la gente más joven.
Una empresa con una media de edad de 30 años en sus plantillas, no irá bien porque puede ser puntera en ciertos ámbitos pero va a carecer de muchas skills que aportan los más experimentados.
La empresa inteligente es la que entiende que necesita la combinación de todas las edades. Así que las organizaciones no solo deben preocuparse por buscar el talento joven, sino también de retener al talento silver.
¿No se necesitará una especie de intermediario para conectar esas distintas culturas?
Eso son metodologías de trabajo, yo aporto algunas en el libro. También es un problema de comunicación o de miedos. Los silver pueden tener cierto temor a ser rechazados… Pero eso también ocurre en la esfera social con personas mayores. Socialmente, tenemos una responsabilidad de empezar a abrirnos para arriba y para abajo. Hay que romper prejuicios y conectar con personas de edades distintas. Podemos decir que lo que sucede en la empresa y en la sociedad tiene una gran conexión.
El concepto de los Silver
¿Tardarán en asentarse este tipo de conceptos?
Ya pasó anteriormente con la empresa líquida o con los knowmads. Pero es cuestión de tiempo que se asiente también la gestión de los silver. En Estados Unidos está teniendo un gran impacto el age management, con lo cual aquí llegará más pronto que tarde. Y los primeros que lo practiquen, se posicionarán con más éxito.
Las nuevas competencias dependen enormemente de las formas de enseñanza. ¿Esto también tiene que cambiar?
Hay mil maneras de aprender. Evidentemente se tendrá que innovar desde sector del learning. Gamificiación, microlearning… Están surgiendo nuevas modalidades para adaptarse a la nueva realidad. El sector público debería trabajar sobre ello… Las nuevas formaciones deben impactar en la proactividad de las personas y despertar su curiosidad. El sueño de todo empresario es que sus empleados sean emprendedores. El tipo de formación que hablo es muy óptima para el segmento de personas entre 40 y 50 años. Pero yo recalco: emprender no significa la capacidad de abrir un negocio, sino la capacidad de buscarte la vida.
Por todo lo que dice, este libro está muy conectado con Knowmads…
Claro. Hay un capítulo en el que especifico las competencias knowmad, pero las connotaciones que marco en este último libro son diferentes, porque las preocupaciones de una persona de 50 años son muy distintas a las que puede tener alguien de 20.
Se ha visto que en España una persona de 50 años puede pasarse cuatro años buscando empleo, pero ese es el problema, que están en búsqueda de empleo sin generar. Pasar de buscar a generar empleo es un reto muy difícil, pero tenemos que dar un paso adelante en este sentido. Es tarea de los agentes sociales y de la educación, pero responsabilidad de cada uno.
Usted es silver, es de suponer que sus circunstancias le habrán motivado a escribir este libro…
Sí, soy silver como gran parte de mi entorno. Me dirijo a este segmento para tratar de inculcar la mentalidad surfer y actuar como tal. Surfear las olas de cambio que nos vayan llegando (adaptabilidad) y por otro lado, mantenernos en la cresta de la ola laboral. Que no se nos expulse y se nos deje fuera por una simple cuestión de la edad.