Empleados y consumidores, impulsores del cambio de tendencia empresarial

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Generar valor social y económico es la doble vertiente por la que se deben regir las empresas en la actualidad si quieren tener futuro. Es uno de los grandes paradigmas de los que habla la presidenta de la Fundación MRW, Josefina Domènech, quien también desgrana los planes y acciones de responsabilidad social que está llevando la empresa logística.

Josefina Domènech Palau, presidenta de la Fundación MRW.

Había muchas expectativas puestas en el 2015 sobre el avance de la RSC y hay quien señala que el balance no ha sido tan fructífero. ¿Qué retos señalaría usted a partir de este momento?
En este momento los consumidores y los empleados son el motor que impulsa el cambio social en las empresas. La integración del cambio social como fuente de ventaja competitiva y generación de valor en la empresa es la principal tendencia empresarial.
La empresa es altamente atractiva para los actores que se sienten persuadidos por aportar valor a una compañía que apuesta por una causa que trasciende su dimensión económica y les ofrece la oportunidad de contribuir al aumento de su bienestar subjetivo. Se trata de un modelo que inspira y lidera el cambio social.
El reto de estos momentos es que todas las empresas se vuelvan conscientes y miren de generar un impacto social positivo para todos los agentes involucrados y para su entorno. En este punto, los consumidores y empleados ya no se consideran personas pasivas, se consideran agentes activos y generadores de cambio.
Considerando a cada persona como un agente activo social de cambio, si la empresa cuida a su entorno y mira por el bienestar de las personas, la ley de causa y efecto le devolverá como un boomerang su recompensa por las buenas prácticas empleadas.

La educación, la desigualdad y el cambio climático son tres puntos destacados en los que se debería insistir más. ¿Tienen líneas abiertas para estos frentes?
Sí, en cuanto a estos puntos destacados, MRW continúa desarrollando su política medioambiental bajo el signo de la prevención. Su impacto medioambiental se deriva de la emisión de CO2 a la atmósfera. En marzo de 1998, MRW consigue ser la primera empresa del sector en certificarse bajo la norma ISO 14001 y actualmente somos también la primera empresa del sector en disponer de la certificación ISO 14001: 2015.

[blockquote style=»1″]Además, la Fundación MRW da una ayuda económica a sus empleados con hijos con discapacidad[/blockquote]

Algunas acciones detectables son: Edificio inteligente con la certificación BREEAM de construcción sostenible. Sensores de encendido/apagado para la luz; Equipos de reutilización de aguas pluviales y grises, uso de energías renovables, plan de comunicación ambiental, objetivos de mejora ambientales para el ahorro de agua; recogida de envíos a través de mensajeros a pie o con vehículos eléctricos; constante revisión de la flota que previene la pérdida de líquidos, mala carburación o excesiva contaminación; control de segregación de residuos con gestores autorizados: el Departamento de Compras selecciona productos reciclables o biodegradables y no contaminantes. MRW ha participado en diversas acciones de carácter ecológico y medioambiental: campaña de recogida de cartuchos de impresora realizado con la Fundación ACCIONATURA; participación como miembro en diferentes foros que trabajan la responsabilidad medioambiental como son el Club de Excelencia en Sostenibilidad, la Fundación Movilidad o el Ayuntamiento de Madrid.
En cuanto a la educación, destaca la colaboración con universidades y escuelas de negocios para explicar y dar a conocer el caso MRW como ejemplo de crecimiento y gestión. Además, interviene en numerosas ponencias, conferencias y mesas redondas, en las que también se hace referencia a la acción social ya que es la manera de comunicación y de relación de MRW con la sociedad.
En referencia a la desigualdad social, MRW integra en su plantilla personas con algún tipo de discapacidad así como personas mayores de 45 años y de otros países que ahora mismo se consideran personas con dificultades de acceso al mercado laboral.
Desde la Fundación MRW proporcionamos envíos solidarios con tarifas muy reducidas que cuentan con un descuento superior al 60%. Están dirigidos a colectivos específicos que puedan necesitar un trato favorable: estudiantes, personas con discapacidad, familias numerosas, personas mayores y personas en paro. Además, la Fundación MRW da una ayuda económica a sus empleados con hijos con discapacidad.
El objetivo principal de la Fundación MRW es gestionar los proyectos solidarios de la marca, en colaboración con la red de franquicias y con ONGs locales y estatales.
Todo ello con el objetivo de ayudar a las personas con discapacidad intelectual y a sus entornos, promoviendo su integración.

 

¿Cree que la estrategia elaborada por el gobierno en materia RSC podría limitar el poder de ciertas compañías? ¿La regulación es positiva en ese sentido?
La intención de regular la actividad de la empresa mediante la creación de la RSC es buena pero siempre y cuando no sea para desviar la atención de malas prácticas. Por ejemplo, hay firmas que proclaman sus esfuerzos para producir alimentos orgánicos o vender ropa a un precio justo, que están desviando la atención de los elementos nada dignos de sus estrategias de negocios, como la elaboración de productos en fábricas inseguras o la explotación de trabajadores con bajos salarios.

Se dice que la RSC convencional ya no es suficiente. ¿Se puede innovar más allá de evitar malas prácticas?
Un sistema, una organización o una empresa sin valores universales es como un ser humano sin corazón. No solo se puede innovar, sino que se ha de innovar sin tener que recurrir a usar malas prácticas. Es importante, ver a la entidad como un sistema holístico donde si todas las partes funcionan bien, la entidad actuará acorde.
Como consumidor, un individuo puede elegir qué productos, servicios y marcas comprar o en qué empresas invertir. Para ello, es importante que sienta que sus valores son compartidos con la entidad con la que interactúa. Las entidades han de aprender a empatizar con su target. Tienen que transmitir y reflejar estos valores para que haya una atracción mutua a la hora de realizar un intercambio de intereses.

¿Cree que la RSC y la gobernanza en las empresas son dos conceptos totalmente integrados hoy en día?
Afortunadamente, cada vez hay más empresas en donde la RSC y la gobernanza van de la mano. Esta unión se da mediante una buena ética empresarial, basándose no solo en el cumplimiento de las leyes, sino en la buena relación dentro y fuera de la empresa entre los empleados y los clientes, una relación que se basa en la transparencia y la responsabilidad mutua.

Con todo, además de la buena predisposición de las empresas, ¿hay que enfocarse en la formación en asuntos de responsabilidad social corporativa?
Es importante transmitir buenos valores sociales que puedan ser empleados para poder ponerlos en práctica y tener un impacto positivo en el tejido social. Las administraciones públicas, las universidades o las organizaciones sociales especializadas son actores importantes en este ámbito, y su público objetivo prioritario es la juventud, de donde irán saliendo los líderes que irán decidiendo nuestro futuro a medio y a largo plazo. Por otra parte, en las empresas se tendría que formar a los empleados para concienciarlos sobre la importancia de la responsabilidad social corporativa.

Otra de las vertientes importantes es la inversión que requieren este tipo de políticas. ¿Qué inversiones destacan en este capítulo dentro de su organización?
Invertimos en generar un impacto social positivo creando proyectos propios, haciendo campañas solidarias y colaborando con diferentes entidades que están relacionadas con nuestra misión: ayudar a personas con discapacidad intelectual.
Además, producimos empleo, formamos al personal, disponemos de buenas infraestructuras para los trabajadores, ofrecemos descuentos en nuestros envíos mediante diferentes planes como el Plan Ayuda + Cultura, Plan amigo y el Plan nueva empresa.

¿Qué repercusiones a los clientes de una empresa pueden tener unas malas o nulas prácticas en la RSC?
Cada vez más, el consumidor busca identificarse con marcas comprometidas para mejorar la sociedad y el medio ambiente. Actualmente, la finalidad social de una marca es uno de los factores que influyen en las decisiones de compra del producto o del servicio de la misma. Esto se puede ver en el Marketing 3.0 donde el consumidor busca ejercer una contribución a la sociedad mediante la compra de marcas asociadas a la responsabilidad social corporativa y a la sostenibilidad.
El consumidor se ha transformado en un promotor de valores sociales. Compartir la responsabilidad social en las redes de consumidores y empresas es una tendencia en auge.

Aun así, parece difícil cuantificar los retornos de cualquier estrategia responsable. ¿Tienen indicadores para ello? ¿Cómo realizan ustedes esta medición?
La planificación estratégica de la responsabilidad social corporativa ha de ser aprobada por los máximos órganos de gobierno y dirección, corresponsabilizando a la organización a través de cada uno de los proyectos que le correspondan.
El instrumento complementario a la planificación anual de nuestras actividades se hace mediante la elaboración de un Plan Estratégico. Parte fundamental de la programación de nuestros proyectos es su seguimiento y evaluación, para lo que se tienen en cuenta diversos indicadores internos y externos que nos permiten conocer qué se quiere lograr y en qué medida se está consiguiendo.
En líneas generales, en este plan de acción se estipulan una combinación de indicadores financieros y no financieros, estos últimos pueden englobar diferentes variables; los clientes, los procesos internos y las personas, así como el crecimiento y el aprendizaje, que guiarán el buen funcionamiento de la RSC y nos permitirán seguir la línea de acción propuesta para no desviarnos de nuestros objetivos y así poder alcanzar nuestra meta.

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