Llegará "hasta el final", pero asegura que, si gana, Rosell no se quedará fuera en una organización con más vicepresidencias No cree que las grandes empresas deban ser miembros de pleno derecho en CEOE porque "ya están en la patronal" y porque "no pueden mandar cuatro"
Llegará "hasta el final", pero asegura que, si gana, Rosell no se quedará fuera en una organización con más vicepresidencias
No cree que las grandes empresas deban ser miembros de pleno derecho en CEOE porque "ya están en la patronal" y porque "no pueden mandar cuatro"
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente de Cepyme y candidato a la Presidencia de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado, en una entrevista con Europa Press, que sus objetivos para mejorar la organización pasan por introducir "más participación, transparencia e indepedencia" a la patronal, a fin de "recuperar el prestigio" que ha podido perder en los últimos años.
Garamendi, que se presenta a las elecciones del próximo 17 de diciembre en CEOE con ilusión, ganas y "juego limpio", pretende abrir un debate interno en la patronal "sano y natural", y no le gusta nada que se utilicen las palabras sector crítico u oposición para definir su candidatura. "Me espantan esas palabras, porque no es sector crítico ni oposición. Es alternativa", explica.
Los objetivos que se marca este empresario vizcaíno de 56 años si gana los comicios pasan, en primer lugar, por lograr una mayor participación dentro de la organización, algo que echa en falta en la gestión de Juan Rosell, presidente de la CEOE durante los últimos cuatro años y candidato a la reelección.
"Tenemos que recuperar que esto viene de abajo a arriba. Que es la empresa la que es líder, que es el empresario el que realmente monta sus asociaciones, sus federaciones, y que realmente de abajo a arriba es de donde tienen que venir las propuestas, y no al revés", subraya a Europa Press.
El segundo objetivo de Garamendi es lograr que la CEOE sea "muchísimo más transparente", tanto hacia fuera como hacia dentro, y el tercero y más importante, a su entender, es ganar en independencia a la hora de defender los intereses de las empresas, pero con lealtad institucional. "En los temas de Estado de verdad, en los importantes, la CEOE tiene que ser la primera que tiene que estar al lado de las instituciones, de la Corona, del Gobierno, empujando como uno más, pero como sociedad civil", afirma.
Estos tres objetivos concluyen en un punto central, según explica Garamendi: el de recuperar el prestigio que tenía CEOE antes y que ha perdido "en cierta medida" por ceder terreno en estos tres campos: participación, transparencia e independencia.
"Me encantaría que la CEOE recuperara la independencia y el prestigio que tenía con José María Cuevas, por supuesto con técnicas modernas y con otra gestión, con más participación. Pero no reconocer dónde estábamos en su día sería un error", señala Garamendi, cuyas primeras medidas al mando de la CEOE pasarían por convocar a los órganos de dirección para diseñar la estrategia a seguir y consolidar todos los equipos directivos de las organizaciones.
PARTIDARIO DE MÁS VICEPRESIDENCIAS.
En cuanto a la estructura de la CEOE, Garamendi es partidario de ampliar el número de vicepresidencias, porque la patronal necesita "una representación más horizontal", es decir, que no se vea sólo la cara del presidente en foros, conferencias y actos, sino la de otros miembros de la patronal. "Es fundamental que se vean muchas caras y más empresarios", asevera.
Pese a gustarle la idea de ampliar las vicepresidencias de la CEOE, Garamendi deja claro que, durante las conversaciones que está manteniendo con otras organizaciones empresariales para explicarles su candidatura, "no ha ofrecido ninguna vicepresidencia a nadie". "En estos momentos, nadie que me está apoyando me ha pedido nada", enfatiza.
Cuando se le pregunta por si está observando presiones en las organizaciones empresariales por parte de la candidatura de Rosell, Garamendi asegua que "no ve juego sucio". "Yo voy con mi mensaje para adelante. Cada uno que haga la campaña que tenga que hacer. Yo hago la mía, que es limpia e impecable", sostiene.
Confiesa además que ni él ni Rosell se han ofrecido a hacer una candidatura única y que se lleva "fenomenal" con el actual presidente de la CEOE, aunque sus proyectos sean distintos. Y también aclara que llevará su candidatura "hasta el final". "Es que soy vasco", bromea al respecto.
También tiene muy claro que si gana las elecciones del próximo 17 de diciembre, Rosell no se quedará fuera de la organización. "No estamos acuchillándonos. Después del día 17 seguimos siendo los mismos. Todo el mundo va a estar dentro. Sería un error impresionante hacer lo contrario. Estas elecciones tienen que valer como algo muy positivo que haga que la organización crezca y se enriquezca con las aportaciones de la gente", explica.
Garamendi asegura que le tiene un cariño especial a la CEOE y una lealtad "total y absoluta". Se declara un creyente de las organizaciones empresariales y comparte algunas ideas con Rosell, como la de conseguir que la patronal se financie exclusivamente con las cuotas de sus organizaciones miembros, porque eso daría más independencia a la patronal.
DISCREPANCIAS SOBRE LA INTEGRACIÓN DE LAS GRANDES EMPRESAS.
Pero hay otros proyectos de Rosell que no comparte, como el de conseguir que las grandes empresas sean miembros de pleno derecho de la CEOE, y lo argumenta del siguiente modo: estas empresas ya están en la patronal a través de sus organizaciones empresariales correspondientes. Además, señala que cuando las grandes empresas tienen un problema acuden directamente al Gobierno, algo que no pueden hacer las medianas y pequeñas empresas, que son las que, a su juicio, "más representatividad necesitan".
"Lo que no puede ser es que una empresa tenga la misma participación que, por ejemplo, Confemetal, que tiene 120.000 empresas. Los que más representatividad necesitan son los pequeños y medianos, porque los otros van directamente al Gobierno. Las grandes empresas tienen que estar y están en CEOE, pero lo que no se puede hacer es manipular ese concepto para que al final manden cuatro. En la cúpula no es el sitio", sostiene.
Preguntado por el Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), formado por las grandes empresas españolas, Garamendi asegura que realizan una labor muy importante que CEOE no puede desempeñar, la de echar una mano a la marca España cuando se necesita, pues son estas empresas las que acuden a los foros internacionales y a los 'road shows' y las que más venden fuera. Ahora bien, reconoce que el CEC le ha podido quitar espacio a la CEOE porque la patronal "ha perdido cuota de independencia al no decir cosas que debería haber dicho".