Jove dice que no podía sospechar que Banco de España le iba «a perjudicar», tras perder inversión en NCG

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Manuel Jove
«Nos metieron la mano en el bolsillo», dice el presidente del astillero MetalShips

A CORUÑA, 20 (EUROPA PRESS)

El presidente de Inveravante, Manuel Jove, ha manifestado, en el juicio por la demanda que él y otros empresarios gallegos presentaron contra el FROB y NCG tras perder su inversión en la entidad, que no podía «sospechar» que el Banco de España le iba «a perjudicar».

En su declaración, Jove ha explicado que confió en el supervisor del sistema bancario español y que decidió invertir unos 6 millones de euros porque la operación, a la vista de las cuentas que le aportaron en agosto de 2011 y tras ser analizadas por sus asesores, le pareció «rentable».

También ha remarcado, a preguntas de su letrado, que se les transmitió que la entidad estaba saneada. «Por supuesto, si no no hubiéramos entrado», ha añadido en línea con el argumento de otros empresarios que han comparecido en la vista.

«A nosotros se nos vendió que estaba bien», ha resumido Manuel Rodríguez, presidente de los astilleros MetalShips & Docks, propiedad del grupo Rodman.

Este empresario ha rechazado, además, que se les informase -antes de su entrada como inversores- del ajuste contable de unos 1.000 millones que se aplicó en 2012. «Simplemente nos metieron la mano en el bolsillo», ha añadido tras perder su dinero con la operación acordeón previa al rescate.

AUSENCIAS

A los juicios celebrados la semana pasada por las demandas presentadas por otros empresarios gallegos, que reclaman un total de 70 millones de euros, se ha sumado este jueves el juicio por la demanda de Inveravante, Metalships, Renebé 2003, Santiago Rey Fernández-Latorre y José Luis Vázquez Mariño.

En este caso, reclaman una cuantía que ronda los 8,6 millones de euros, de la que la mayor inversión, seis millones, corresponde a Inveravante, seguida de la sociedad de inversión Renebe con dos millones. El resto de los empresarios invirtieron entre 100.000 euros, como el caso de MetalShips, y 200.000 euros como el presidente de la Corporación Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre.

Ni Santiago Rey, que alegó la presencia este jueves del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la entrega de los premios Fernández-Latorre, ni el economista José Luis Vázquez Mariño, que argumentó la imposibilidad de asistir por residir en Miami, comparecieron en el juicio.

Este hecho motivó la queja de la abogada del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), quien sostuvo en el juicio, que se prolongará hasta este viernes en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña, se convocó «con suficiente antelación».

AJUSTE CONTABLE RETROACTIVO

Previamente a comunicar su letrado esta circunstancia, declaró el que fue asesor jurídico de Novagalicia Banco, José Eduardo Álvarez, quien volvió a reiterar que hasta «marzo de 2012» no se supo que se iba a realizar el ajuste contable retroactivo, algo que cuestionan los demandantes, que alegan que ya se sabía antes y que se les ocultó la información.

En su declaración, ha admitido que una reunión prevista para mediados de enero -y en la que, según el letrado de los demandantes, estaba previsto abordar el ajuste contable-, «se suspendió porque estaba fijada la fecha de compra de los inversores».

Ante esta afirmación y las preguntas del abogado, para quien se pospuso para ocultarles el citado ajuste, ha matizado que se suspendió «por razones de agenda».

CONFIANZA EN EL BANCO DE ESPAÑA

Posteriormente, ha declarado el presidente de Inveravante quien ha explicado que las cuentas que analizaron «estaban bien». «No contábamos con lo que vino después de firmar», ha apostillado sobre el ajuste contable retroactivo. Al hilo de ello, ha señalado también que confiaron en el Banco de España. «Porque teníamos que confirmar», ha resumido.

Tanto Jove como los otros dos empresarios que han declarado han coincidido en que se sentían «engañados». Así, el presidente de MetalShips ha argumentado que no se planteó cuestionar las cuentas que les aportaron. «No me voy a poner a auditar si el Banco de España hace bien el trabajo o no», ha indicado.

Este empresario ha apelado a la «garantía» que, según todos los demandantes, les daba la presencia del FROB y el Banco de España. Similares argumentos ha utilizado Ramón Devesa, en representación de Renebe 2003. «Siempre dijeron que el banco iba a ser la bomba», ha aseverado ante lo que ha calificado como «una gran estafa».

Como los demás, negó que les hubiese informado del ajuste contable retraoctivo y aseguró que el entonces presidente de NCG, José María Castellano, le dijo que la inversión era «un gran negocio». Por ese motivo, explicó que invirtió dos millones de euros en lugar del millón que tenía previsto inicialmente.

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