El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, ha visto «muy grave» el resultado que puede tener continuar con la crispación entre Cataluña y el resto de España, y ha mostrado su intranquilidad por la situación actual de confrontación, frente a la que ha pedido diálogo a los partidos políticos.
BARCELONA, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, ha visto «muy grave» el resultado que puede tener continuar con la crispación entre Cataluña y el resto de España, y ha mostrado su intranquilidad por la situación actual de confrontación, frente a la que ha pedido diálogo a los partidos políticos.
«No quiero dar la razón a uno u otro porque nadie la tiene», ha afirmado en declaraciones a la prensa antes de ofrecer una conferencia sobre emprendeduría en el Círculo de Economía, en las que ha criticado las posturas crispadas y electoralistas de los políticos.
Ha reprochado tanto la ley Wert, que ha calificado de «inoportuna a más no poder y que no se sabe a qué viene», como la animación a la desobediencia civil de los partidos mayoritarios catalanes en respuesta a esta normativa.
COSTES INASUMIBLES
Ha expuesto que si se llega a la desobediencia civil «es muy grave» y tendrá unos costes que no se pueden asumir, especialmente en la situación actual de crisis, en la que no se deberían crear problemas añadidos e inoportunos de los que se habla mucho y demasiada gente.
«Deberían debatir todos juntos en un frenopático para ponerse de acuerdo», ha ironizado, en referencia a los políticos, y ha señalado que por el momento no ve signos suficientes para estar tranquilo; contra esto, ha pedido textualmente más diálogo y menos follón de cara a la galería.
Ha argumentado que no le preocupa si la independencia la apoya mucha gente, pero sí le preocupa la gestión del camino –hacia la independencia o la no independencia–, que en su opinión se está haciendo muy mal: «Si lo gestionamos con gritos y electoralismo –por ambas partes– sufriremos mucho».
Ha añadido que hace cinco años ya dijo que en Cataluña hay una mayoría de gente que se siente catalana y española, pero a la vez se siente incómoda con el marco fiscal de Cataluña en España, y la situación se mantiene actualmente: «Si alguien se siente maltratado, se debe hablar porque hay el riesgo de que se vaya de casa».