Es sabido que en el mundo de las empresas existen muchos tipos de líderes. Unos funcionan mejor en entornos concretos que otros, sin embargo, los líderes multiplicadores son los que han conseguido y conseguirán mejores resultados a nivel de desempeño de sus empleados.
Un evento virtual de la consultora BTS ha versado precisamente sobre los líderes multiplicadores (Liderando como un multiplicador) y ha tratado de definir y comparar este tipo de liderazgo con otros.
Expertos como Ignacio Mazo, director de liderazgo y coaching de BTS, y con Nuria Sanz, directora en BTS y experta en la implantación de estrategias en desarrollo directivo, fueron los que hablaron de este líder y sus características. Eso sí, ambos empezaron por decir que aún no está todo dicho en el mundo de liderazgo.
La explicación inicial de Nuria Sanz giró en torno a las individualidades. Cada persona es única y “cada líder inspira una nueva oportunidad para compartir el impacto que produce en su entorno, para hacer evidente algo que nunca habías visto, o tal vez si…, pero es ese momento, en el que lo reconoces, cuando te inspira y te hace creer», declaró
El rasgo principal de los líderes multiplicadores
Según las palabras de la experto, se puede concluir que el rasgo principal de los líderes multiplicadores es que creen en las personas. Por ellas y para ellas crean debate, escuchan y crean espacios para sacar a relucir el verdadero talento.
Y todo esto se produce de forma natural, libremente, de manera extraordinaria y sin que nadie lo exija o se pida, En otras palabras, dedican el tiempo necesario en el desarrollo de sus colaboradores, exponiéndoles a nuevos desafíos. Esto es justamente lo que requiere cualquier transformación empresarial, poner el foco en las personas.
“Sin embargo, en muchas ocasiones los líderes multiplicadores se convierten de forma accidental en disminuidores. Y aunque su intención es buena, los resultados son contraproducentes tanto para el equipo, como para la organización. Por ello, debemos identificarlos e implantar soluciones para cada uno de los casos”, prosigue Ignacio Mazo.
La antítesis: los líderes disminuidores
En el polo opuesto de los jefes multiplicadores se encuentran los llamados líderes disminuidores, los cuales infrautilizan el talento, crean estrés y detienen el proceso de pensar, indicando a los demás lo que tienen que hacer. Uno de sus principales atributos es que solo él toma las decisiones, para gestionar toda la actividad de sus colaboradores al detalle. Este tipo de liderazgos es muy propio de empresas muy verticales, con estructuras jerárquicas muy marcadas, si bien eso no quiere decir que un líder multiplicador no se pueda encontrar en una empresa grande típica de toda la vida.
«Los líderes multiplicadores tienen la convicción de que todo el mundo puede hacer cosas geniales y tienen la capacidad, no solo de detectar el talento innato de cada persona, sino de reconocerlo abiertamente y propiciar las condiciones necesarias para que esa fortaleza, se convierta en genialidad. Y lo hacen generosamente y evidenciando que esa genialidad le pertenece al colaborador, que él o ella, no la posee, lo que en muchas ocasiones, le convierte en alguien vulnerable, facilitando, a través de su propia vulnerabilidad y a veces sin saberlo, que surjan “nuevos genios” a su alrededor».
