Smiling management: Los beneficios del humor en el trabajo.

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Emérito Martínez

El estado de ánimo tiene por sí solo la capacidad de alterar nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Hay estados de ánimo que aportan muchas ventajas competitivas y hay otros que generan un enorme sufrimiento. No solo afectan individualmente a las personas, sino colectivamente a familias, ciudades y países y por supuesto también a las empresas y a los equipos de trabajo. El estado anímico general de España bien podría catalogarse en este momento como de depresión colectiva y a esto están contribuyendo cierto tipo de mensajes que generan crispación en vez de concordia.

Desde la clase política, pasando por la prensa, agentes sociales y buena parte del entramado empresarial nos hemos metido de lleno en una espiral autodestructiva como país y como sociedad.

Tenemos que enfocarnos mucho más en lo que queremos que en lo que temamos. Si se precisa con especial urgencia un horizonte ilusionante es especialmente en los momentos de incertidumbre. Y es precisamente en este momento donde están imperando los mensajes catastrofistas, la ausencia de querer destacar lo positivo. No podemos consentir como país y como sociedad que la única alternativa para toda una generación de jóvenes sea tener que salir fuera de España. Y por supuesto no puede imperar día tras día una sensación de tristeza, apatía y desilusión en todas las esferas de la sociedad.

 Es el momento de asumir un cambio de actitud como individuos y como sociedad. La respuesta está en nuestras manos, en tu mano.

Tenemos que estar convencidos que, independientemente de las circunstancias en las que nos encontremos, cada uno de nosotros hemos decidido en este mismo instante convertirnos en artífices de nuestro propio destino y para iniciar este nuevo viaje el sentido del humor, la visión positiva y constructiva son compañeros imprescindibles que debemos llevar en nuestro equipaje.

Es cierto que, tal y como decía Ramón y Cajal, “todo ser humano puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”. Que el cerebro del adulto es maleable ya tiene poca discusión. Hoy sabemos que, cambiando la forma de pensar, cambiamos los circuitos cerebrales. Personas ancladas en una mentalidad negativa favorecen la muerte neuronal, mientras que aquéllas que han decidido enfocarse en lo positivo generan nuevas neuronas a partir de células madre cerebrales.

El sentido del humor siempre ha sido un gran aliado de los empresarios, políticos, comunicadores y profesionales más brillantes, desde el dicharachero verdulero del mercado, hasta los grandes genios creativos, pasando por los conciliadores líderes de grandes equipos corporativos. La pareja formada entre la diversión y el trabajo no están en absoluto reñido, sino todo lo contrario: forman una pareja perfecta.

No obstante, por causa, o más bien, por costumbre de la cultura empresarial del trabajo duro y gris que hemos heredado, existe una serie de temores y mitos infundados que hacen que muchas personas sigan evitando el humor en su entorno laboral, ya que a menudo se relaciona con falta de trabajo o de ganas. Los recientes descubrimientos científicos sobre los múltiples beneficios del humor están cambiando todo esto, convenciendo incluso a las organizaciones más tradicionales a optimizar el uso que hacen de este recurso interpersonal.

En EE UU el humor ya se toma muy en serio. Los libros y cursillos sobre el humor en el trabajo se multiplican, y empresas de primera fila ya integran el humor en sus programas de formación, o incluso retribuyen a sus managers en parte según lo divertido que resulta trabajar con ellos. Y es que potenciar el sentido del humor de una organización proporciona una ventaja competitiva muy seria.

El humor positivo en la empresa atrae y retiene a los recursos humanos más valiosos, reduce el estrés, potencia la salud y las capacidades del empleado, fortalece la motivación individual y colectiva, estimula la innovación, optimiza la comunicación interna, favorece el aprendizaje, cohesiona los equipos humanos, potencia el impacto persuasivo de los mensajes de venta, fortalece las relaciones con los clientes y crea un entorno más agradable y humano para trabajar. En definitiva, miles de características positivas que deben tenerse en cuenta en el entorno laboral.

Muchas personas creen que para hacer el trabajo bien hay que sufrir, y que la risa no tiene lugar en la empresa. Pero la realidad es que cuando mejor trabajamos es cuando estamos disfrutando. Afortunadamente se ha avanzado mucho en los últimos años en demostrar con diversos estudios científicos los numerosos beneficios del humor para la salud, el bienestar, las relaciones personales y la productividad. Según estos estudios, el humor reduce el estrés, estimula la motivación, potencia la creatividad, cohesiona los equipos humanos, potencia el impacto persuasivo de los mensajes de venta y fomenta un clima laboral más agradable.

El mundo empresarial ha vivido alejado del humor. No en vano, negocio proviene de negación del ocio. Craso error. Sin humor no hay ilusión y sin ilusión no hay empresa

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