Los secretarios generales de CC.OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, han reconocido la trascendencia de la figura del exministro de Hacienda Miguel Boyer durante la década de los 80, aunque han criticado su política de privatizaciones en aquellos años.
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Los secretarios generales de CC.OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, han reconocido la trascendencia de la figura del
exministro de Hacienda Miguel Boyer durante la década de los 80, aunque han criticado su política de privatizaciones en aquellos años.
En declaraciones a los medios, Toxo ha afirmado que "se va una persona que tuvo una gran significación durante un periodo breve como ministro -aproximadamente dos años y medio– y más luego como intelectual, en la orientación de la política económica y fiscal de España.
Con todo, desde el punto de vista del sindicalismo, Toxo ha señalado que su paso por el Gobierno "tiene sombras", pues puso en marcha un proceso "muy duro" de liberalización de sectores económicos y realizó "una apuesta no demasiada acertada por convertir España en un país casi exclusivamente de servicios", lo que supuso la destrucción de parte del tejido productivo y de puestos de trabajo en la industria.
"Pero es el momento de que nos quedemos con la parte positiva", ha añadido, para recordar también que la expropiación de Rumasa fue en la práctica "un corte con el franquismo".
Méndez también ha mostrado su "pesar" por el fallecimiento de una persona a la que, según ha dicho, conoció con anterioridad a su etapa como ministro de Hacienda. Sobre su labor al frente de esta cartera, el líder de UGT ha dicho que Boyer "sentó las bases de la liberalización y apertura de la economía española y desarrolló una política muy intensa contra la elevada inflación", aunque ha matizado que fueron los sindicatos y la patronal los que, con sus acuerdos de negociación colectiva de 1983 y 1984, lucharon de forma más adecuada contra el incremento de los precios.
Por otro lado, Méndez ha afirmado que se podría considerar a Boyer como un "liberal paradógico", ya que, frente a los pasos hacia la liberalización económica, también fue el responsable de la expropiación de Rumasa.