IMF Institución Académica ha organizado un debate sobre el coronavirus en el que intervinieron el Catedrático de Microbiología César Nombela y el Rector de la Universidad del Atlántico Medio, José Ramón Pin, además del presidente, Carlos Martínez.
Coronavirus 2019-nCoV. Una emergencia sanitaria en el gigante de la economía fue el título del debate organizado recientemente por IMF en su sede madrileña. En él, dos de los grandes expertos en nuestro país han ofrecido su particular visión sobre la nueva variedad de gripe surgida en China y que mantiene en alerta no solo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino también a las autoridades sanitarias de medio mundo.
Con la moderación a cargo de Carlos Martínez, Presidente de IMF Institución Académica, el Catedrático de Microbiología, César Nombela, y el Rector de la Universidad del Atlántico Medio, José Ramón Pin, expusieron en la tarde de ayer sus puntos de vista sobre esta posible pandemia mundial en la nueva sede madrileña de IMF.
Carlos Martínez comentó lo complejo del virus, “que está lleno de aristas y de implicaciones de todo tipo en los países de nuestro planeta” y abogó por que los medios “no alarmen a la población, ni tampoco sean demasiado optimistas o cautos. De lo que se trata es de ser lo más realistas posibles y de ofrecer información experta para saber en cada momento el alcance del problema”.
Visión científica del coronavirus
César Nombela, posiblemente el gran experto en Inmunología de nuestro país, quiso ofrecer su visión microbiológica sobre el Coronavirus. “Se trata de un nuevo virus respiratorio muy contagioso y que se propaga rápidamente. Apenas llevamos dos meses y medio, desde que se detectó el primer caso en China, por lo que queda mucho por conocer. Sí sabemos que, por ejemplo, no está teniendo incidencia en niños, sino en mayores de 30 años”.
En cuanto a la vacuna, una de las grandes incertidumbres, afirmó que llegará en no menos de 1 año, teniendo en cuenta que hay que sintetizarla, probarla en animales y en humanos, antes de poder utilizarla en la población civil. “Los plazos son difíciles de reducir”, afirmó, si bien recordó que en la crisis de 2013 del SARS (Síndrome respiratorio agudo y grave, finalmente no desarrolló ninguna vacuna.
“De momento, las autoridades sanitarias españolas están trabajando bien, con medidas adecuadas preventivas y ofreciendo información, pero es inevitable que surjan pánicos, sobre todo desde el punto de vista económico”.
Visión económica
Por su parte, el economista José Ramón Pin fue el encargado de ilustrar a los presentes sobre las repercusiones económicas que puede acarrear esta posible pandemia, término que ayer se trató de evitar durante el encuentro. Y enumeró cinco efectos económicos que ha comenzado a provocar.
“En primer lugar, es evidente que la capacidad de producción ya es menor, con el cierre de factorías en China de gigantes de la automoción (…). El país asiático ve complicado el crecimiento del 6% previsto para este año; PIB que representa el 16% del mundial”. Además, la crisis empieza a afectar al consumo, “con un 20% ya de reducción de los derivados del petróleo desde el mes de diciembre, o el cierre de tiendas de diversas cadenas multinacionales en China”.
También comentó el efecto sobre la restauración china en todo el mundo y la repercusión sobre el turismo chino, “que representa el 19% a nivel mundial”, y que sin duda afectará a países como Italia o España, con los primeros casos detectados.
Pin también hizo referencia a las dificultades en la cadena logística global por culpa del virus, “dado que China es la gran fábrica del mundo actual”, y llamó a disponer de fábricas de backup “para poder utilizarlas en casos como este, que pueden derivar problemas de abastecimiento”; explicó el “enorme” gasto sanitario y de prevención derivados de la atención a enfermos, de la impermeabilización de las zonas, la construcción de hospitales o la vigilancia de aeropuertos y fronteras; y concluyó advirtiendo acerca del “aumento de la incertidumbre y la reducción de la inversión” a nivel mundial que siempre causan estas alertas sanitarias, y sus efectos nocivos en las economías de todo el mundo.