AENOR, una de las principales certificadoras, ha hecho público el lanzamiento de un nuevo certificado de Buen Gobierno para las empresas no cotizadas. Esta nueva solución responde a la necesidad de muchas organizaciones de formalizar y mejorar sus prácticas de buen gobierno corporativo, un ámbito prioritario para el 88% de los negocios en España, según refleja un estudio de ESADE.
El éxito precedente con el certificado de Buen Gobierno para cotizadas
Más que un nuevo lanzamiento, el certificado de Buen Gobierno es una ampliación del que ya tenía AENOR para las empresas cotizadas. Organizaciones que operan en bolsa como Prosegur, Banco Santander, CaixaBank o Enagás, entre otras, cuentan con el respaldo de la certificación para tratar de generar la máxima confianza a sus clientes. Desde ahora, está solución es accesible para empresas no cotizadas, incluidas las empresas familiares, asociaciones, fundaciones y cooperativas.
Para su diseño, AENOR ha desarrollado un esquema que permite a esta tipología de negocios demostrar su compromiso con la sostenibilidad, transparencia y gestión responsable.
Elementos clave de la certificación
- Basada en normas internacionales: La solución se apoya en las normas UNE ISO 37000 y UNE ISO 37004, que proporcionan orientación y un modelo de madurez de gobernanza.
- Adaptabilidad y flexibilidad: Está diseñada para ajustarse a diferentes estructuras organizativas, permitiendo su aplicación en sociedades mercantiles, cooperativas y otras entidades.
- Reconocimiento y confianza: La certificación avala ante terceros —accionistas, empleados, reguladores e inversores— que la organización sigue prácticas de buen gobierno.
- Mejora continua: Promueve la implementación de sistemas de gestión que fomentan la evolución constante de las prácticas de gobernanza.
- Cumplimiento normativo: Ayuda a las organizaciones a cumplir con la normativa vigente y con las crecientes expectativas en reportes no financieros y sostenibilidad.
Beneficios estratégicos
Gracias a esta certificación, las empresas pueden cosechar varios beneficios que se podrían resumir en estas 3 claves:
- Aumentar su valor de marca al demostrar compromiso con la gobernanza responsable.
- Generar confianza entre los stakeholders, incluyendo inversores y empleados.
- Fomentar la sostenibilidad a largo plazo mediante la profesionalización de sus modelos de gestión.
