Las fusiones y adquisiciones siempre han estado a la orden del día en el panorama empresarial. La operación más mediática en estos momentos es la que se puede producir entre BBVA y Banco Sabadell, si bien el mercado esté repleto de estos trámites, cuyo desenlace viene precedido de muchas reuniones de trabajo e infinitas consultas legales y mercantiles. Este tipo de decisiones que se toman en las organizaciones se han consolidado como una vía efectiva para la expansión o como una solución para frenar una crisis como un concurso de acreedores, para lo cual sería mejor hablar de reestructuración empresarial.
Sea como fuere, son procesos delicados que requieren de especialistas en la materia. Las asesorías especializadas con abogados mercantiles son las que tienen la respuesta para que fusiones, adquisiciones y reestructuraciones lleguen a buen puerto.
Fusiones y adquisiciones: claves para el éxito
En términos positivos, las fusiones y adquisiciones se consideran como oportunidades estratégicas que permiten a las empresas crecer, diversificar su cartera de productos, acceder a nuevos mercados o adquirir tecnología y talento. Elegir el momento y la empresa con la que fusionarse es clave y cada detalle cuenta. A partir de una planificación, empiezan a surgir conversaciones y las agendas directivas se cargan de reuniones de trabajo en busca de la mejor solución. Sin duda, entra en juego la capacidad negociadora de las partes implicadas para buscar la mejor solución.
Aprobada la operación, entran a escena una serie de beneficios que seguramente los directivos habrán contemplado previamente. Entre ellos destacan tres en todos los casos orientados a la expansión de una compañía:
Beneficios estratégicos
- Crecimiento acelerado: Adquirir o fusionarse con otra empresa permite expandirse más rápido que mediante crecimiento orgánico.
- Sinergias: La combinación de recursos, tecnología y talento puede generar eficiencias y reducir costes.
- Diversificación: Acceder a nuevos mercados o sectores reduce la dependencia de un solo negocio.
Principales riesgos y cómo mitigarlos
Sin embargo, las fusiones y adquisiciones tienen su otra cara de la moneda y los procesos no están exentos de riesgos. Es posible que a la larga el precio de una adquisición se pueda antojar excesivo porque no salgan las cosas como se pensaba. El sobrepago en las adquisiciones suele ser común en el mercado y la razón es que en su momento no se hizo una buena valoración.
Otro de los problemas habituales al unirse dos compañías está en la cultura, o más bien en la dificultad de alinear a los equipos. Los problemas de integración suelen derivan en conflictos que el tiempo y mucha mano izquierda pueden solucionar.
Y luego están las cuestiones regulatorias: Las autoridades de competencia pueden bloquear operaciones que consideren perjudiciales para el mercado.
Para mitigar todos estos riesgos, es fundamental realizar una due diligence exhaustiva, que incluya un análisis legal, financiero y operativo de la empresa objetivo. Este proceso permite identificar posibles pasivos ocultos, conflictos laborales o incumplimientos normativos.
Aspectos legales clave
Adicionalmente, en cualquier operación de M&A, es esencial considerar los aspectos legales. El punto clave está en la redacción de contratos de compraventa, acuerdos de confidencialidad y cláusulas de no competencia. Toda la documentación debe ser precisa y adaptada a las necesidades de las partes.
Asimismo, es crucial asegurarse de que la operación cumpla con las leyes de competencia para evitar sanciones o bloqueos. Por otro lado, hay que considerar el cumplimiento de normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), hoy imprescindible con el impacto de la digitalización en las empresas.
Para todo ello, hay que reiterar la importancia de contar con abogados especializados en derecho mercantil. Su rol es capital desde la negociación inicial hasta el cierre del acuerdo. Será esta figura la que estructure la operación de manera eficiente; identifique y mitigue riesgos legales; y garantice en última instancia el cumplimiento de todas las normativas aplicables.
Reestructuración y concurso de acreedores: salvavidas empresarial
Distinta es la situación en la que se produce una reestructuración empresarial a consecuencia de entrar en un concurso de acreedores. Este otro procedimiento legal que permite a una empresa reorganizar sus deudas y negociar con sus acreedores para evitar la quiebra. El proceso puede ser de carácter voluntario y solicitado por los acreedores.
En este tipo de situaciones, el objetivo de todas las partes en alcanzar un acuerdo que permitan a la compañía continuar operando mediante una reestructuración de su deuda o la venta de activos. Estas son las grandes alternativas que se presenten en estas crisis en las que también la figura del abogado mercantil es fundamental. Para las negociaciones, venta de activos, ajustes de plantilla… este profesional puede asesorar sobre el procedimiento más adecuado. Suya es la responsabilidad de que cualquier trámite dentro de un proceso de reestructuración cumpla con todas las obligaciones legales. Negociar con los acreedores en nombre de la empresa.
En definitiva, las fusiones, adquisiciones y reestructuraciones empresariales son procesos complejos que requieren una planificación legal meticulosa para garantizar su éxito. Ya sea para impulsar el crecimiento o para superar dificultades financieras, contar con el asesoramiento de expertos en derecho mercantil es esencial. Estos profesionales no solo ayudan a reducir riesgos, sino que también optimizan los resultados, asegurando que las operaciones se realicen de manera eficiente y conforme a la ley.
Teniendo en cuenta la hiper regulación que existe actualmente en el panorama empresarial, la asesoría especializada es un aliado estratégico para las empresas que buscan crecer, adaptarse y superar desafíos. La inversión en una buena planificación legal no es un gasto, sino una garantía de éxito y sostenibilidad a largo plazo.