Si bien las relaciones actuales entre China y España gozan de buena salud, existe una gran diferencia entre lo que vende el gigante asiático a nuestro país y lo que finalmente importa. Este desequilibrio ha sido abordado en una mesa redonda organizada por el Club de Exportadores e Inversores Españoles, la Fundación Consejo España China y Casa Asia.
—
Este año se cumple el 50º aniversario de la formalización de relaciones diplomáticas entre China y España. En 1973 se puso la primera piedra entre ambos países para el intercambio comercial en ambas naciones.
Muchas cosas han pasado desde entonces, especialmente en China, cuya evolución como país le hace ser hoy una de las principales potencias económicas en el mundo. De aquella fábrica, el gigante asiático es hoy una enorme factoría marcada por la tecnología, la innovación y el conocimiento. Por esta razón, las oportunidades que ofrece China son inmensas.
Esta efeméride ha sido el motivo del encuentro organizado por el Club de Exportadores e Inversores Españoles, la Fundación Consejo España China y Casa Asia. Distintas personalidades y empresarios han participado en la mesa redonda “Negocios en China: pasado, presente y futuro de los lazos económicos”.
En el coloquio, se ha subrayado que los lazos comerciales entre China y España se han consolidado con el paso de los años, si bien los balances ofrecen una lectura algo asimétrica entre lo que vende China y su cifra de importaciones. Y es que China se ha convertido en el primer proveedor de bienes para España, pero es su undécimo cliente, según datos de 2022.
El balance comercial de 2023 entre China y España
La dinámica es parecida en cuanto a los datos de 2023. En los siete primeros meses, el país asiático ha vendido bienes a nuestro por valor de más de 26.300 millones de euros, mientras que solamente ha adquirido productos y servicios nacionales por un importe que supera por poco los 4.500 millones. La misma asimetría que se da en el terreno comercial también acontece en el ámbito de las inversiones.
Pese a esta asimetría, “España goza hoy de unas relaciones sólidas con China”, ha señalado durante la mesa redonda Ramón María Moreno, secretario general de la Fundación Consejo España China.
No obstante, en cuestiones diplomáticas con China, hay que tener en cuenta el factor de la globalización y el contexto actual de la geopolítica. Asimismo, hay que considerar, según Amadeo Jensana, director de Programas Económicos de Casa Asia, que en estos momentos la economía es incierta y se encuentra en desaceleración a nivel mundial, si bien “China va a seguir siendo un actor clave en la economía mundial durante las siguientes décadas».
Lógicamente, todo ello pasa factura en las empresas, pero se sigue confiando en el potencial chino para seguir ganando en competitividad. Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp y presidente de la Fundación Consejo España China, señaló que el fabricante de componentes “está creciendo en China, país que está convirtiéndose en una potencia en el sector de la automoción”.
Por parte de Osborne, su presidenta, Sofía Osborne, presidenta de la organización y también del Foro de Marcas Renombradas Españolas, indicó que «China es el segundo mercado para Osborne después de España», por lo que «para vender en China hemos contratado personal local y hemos adaptado nuestra marca a la mentalidad china».
A su vez, puso de relieve que «es fundamental el papel de la administración española para ayudar a que nuestras empresas puedan tener éxito en China”. “Es importante la colaboración público-privada para que las empresas españolas tengan éxito en China y promuevan la marca España», aseveró.
Al respecto del rol de la Administración, Ana Esmeralda Martínez, directora general de Diplomacia Económica en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, apuntó que “la relación de España con China se mantiene estable”.
Hay que aumentar las ventas a China
Sea como fuere, es claro que China debe tener un mayor peso en las exportaciones españoles. Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, ha pedido a todos los actores reflexionar en “qué podemos hacer como país” para aumentar las ventas al mercado chino, “teniendo en cuenta que somos parte de la UE, que no podemos desentendernos de las políticas comunitarias y que China es la segunda potencia mundial”.
Bonet clausuró el acto haciendo hincapié en la necesidad de aumentar la exportación española hacia China, para poder aprovechar las oportunidades que ofrecen el país y su economía a las empresas españolas.