ChatGPT ha entrado de lleno en la operativa diaria de los profesionales, según ha podido constatar Capterra. Esta solución de OpenAI está ahorrando tiempos, pero también está creando algo de confusión y preocupación en el interior de los negocios. He aquí los hábitos de uso y las reacciones de las empresas ante la irrupción de la IA Generativa.
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Desde la aparición de ChatGPT y el posterior boom de soluciones de IA Generativa, se han desarrollado diversos estudios sobre lo que opinan los directivos o los planes que tienen pensados sobre ellas, pero no hay tanta literatura sobre el feeling de los empleados.
En este sentido, el proveedor de opiniones de software Capterra ha querido conocer la percepción de los profesionales sobre el uso de estas herramientas. Uno de los principales hallazgos que han identificado es que la gran mayoría (el 78%) considera que las nuevas soluciones les ayudan a mejorar su rendimiento.
El mismo porcentaje de los encuestados afirma que con ellas son más rápidos y esta ayuda les permite ser más creativos e innovadores. El 51% indica que las respuestas que aportan estos programas son mejores que los que son creados por humanos. Además, un 74% asegura que la IA Generativa ayuda a ahorrar costes a las empresas.
ChatGPT, la más popular de todas para los empleados
A tenor de todas las respuestas obtenidas por Capterra, destaca la popularidad que ha alcanzado ChatGPT respecto a los demás programas de IA Generativa que se usan en las compañías de todos los tamaños. La solución de OpenAI es utilizada por el 73% de los encuestados y las demás se quedan más bien lejos: un 22% emplea DALL-E para la generación de imágenes; un 17% usa DeepMind´s Alpha Code para generar código; el 13% Midjourney; el 12% Jasper; y otro 12%, Stable Diffusion.
Dada la influencia de ChatGPT, el estudio se ha centrado en los hábitos de uso de esta solución, así como los riesgos y preocupaciones alrededor de este software. Empezando por el uso, cabe decir que más de la mitad de los encuestados declaran emplear esta solución a diario en su puesto de trabajo, lo cual sugiere que este programa ha entrado de lleno en las rutinas laborales de empresas de todo tipo.
El mayor uso que se hace de esta IA es para redactar textos, aunque también se emplea para editar textos, generar ideas, analizar datos o crear presentaciones. No es descabellado pensar que cualquiera de los mails que un trabajador tenga en su bandeja de entrada hayan sido redactados desde esta plataforma, como tampoco que los consumidores online empiecen a tener soporte generado por inteligencia artificial.
Todo está cambiando. Tan sólo un 3% de los profesionales asegura que su trabajo no va a verse alterado por la influencia de esta tecnología.
¿Hay preocupación en el entorno laboral?
Se deduce desde estos datos que ha obtenido Capterra que el colectivo de los trabajadores tiene bastante confianza en el uso de la IA Generativa. ¿Significa esto que no hay preocupación por su uso? No. El 36% de la muestra cree que hay una excesiva confianza en ChatGPT y otras soluciones del mismo estilo para la realización de tareas.
Por otro parte, un 31% declara que la comunicación automatizada se ha deshumanizado. Asimismo, un 29% refleja que existe la posibilidad de usar indebidamente la herramienta con fines malintencionados. Finalmente, otro 29% cree que la información que aporta la herramienta puede estar sesgada debido a la forma en la que se recopilan los datos.
Por muy popular que se haya vuelto, los resultados que ofrece ChatGPT no son infalibles y la recomendación que dictan los expertos es que se use con cautela y que no todo el peso del trabajo recaiga sobre ella. En este sentido, el 48% de los trabajadores afirma que revisan y verifican meticulosamente la información aportada y sólo un 8% no realiza ningún tipo de comprobación.
¿Qué están haciendo las empresas ante este panorama?
Desde el lado de las empresas, Capterra informa que los negocios ya están poniendo el foco en la IA Generativa, tras las informaciones sobre su uso que llegan desde los empleados.
A falta de una regulación oficial, a nivel interno ya se están aplicando normas de uso o directrices en la mitad de los casos. El 36% aún no ha diseñado ningún código de conducta, pero sí planea hacerlo en el futuro. Los mismos empleados (40%) mantienen que sus empresas sí deberían aplicar directrices estrictas.
Por otra parte, se reporta desde Capterra que algunas compañías están empezando a impartir formaciones a su plantilla sobre el uso adecuado de la IA. De hecho, casi de la mitad de los empleados declara haber recibido formación al respecto, aunque advierte que necesitará más conocimientos. Por su parte, un 39% responde que ha recibido suficiente formación y un 14% afirma no haber tenido ningún tipo de instrucción.
Capterra recomienda que hay que utilizar con cuidado una tecnología que aún es temprana. Para esta organización, es importante que se anime a los empleados a potenciar su propia creatividad y pensamiento crítico como habilidades blandas claves para su trabajo.
Respecto a la instrucción o normas internas, es fundamental que todos los miembros de una compañía comprendan los riesgos, limitaciones y oportunidades que ofrece la última revolución tecnológica.