El portavoz en materia laboral de ERC en el Congreso, Joan Tardá, ha expresado su rechazo frontal a la propuesta de la canciller alemana de «homogeneizar» las vacaciones y jubilaciones de todos los trabajadores de la Unión Europea y ha remarcado que antes se debería empezar por «igualar salarios, horarios y conciliación de la vida laboral y familiar».
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El portavoz en materia laboral de ERC en el Congreso, Joan Tardá, ha expresado su rechazo frontal a la propuesta de la canciller alemana de «homogeneizar» las vacaciones y jubilaciones de todos los trabajadores de la Unión Europea y ha remarcado que antes se debería empezar por «igualar salarios, horarios y conciliación de la vida laboral y familiar».
En un artículo en su página personal de Internet, recogido por Europa Press, Tardá denuncia que después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haya cumplido «todas las demandas» o «imposiciones» de la mandataria alemana, ésta «pide más» y quiere «recortar las vacaciones y los festivos» con la «excusa» de homogeneizar la clase trabajadora europea.
«Podría estar de acuerdo, pero tal vez podríamos empezar por igualar salarios, horarios y conciliación de la vida laboral y familiar», remarca el diputado republicano, para quien dicha «homogeneización» debería tener como objetivo la ampliación de derechos y no el recorte.
EL PROBLEMA ES DE PRODUCTIVIDAD, NO DE PRESENCIA
A su juicio, la «clave» no radica en las vacaciones y las fiestas, que varían en función del país, sino en la productividad de las horas trabajadas. En este sentido, lamenta que en la «cultura mediterránea», «desgraciadamente, se prima más la presencia que la eficiencia». «No en vano, España se sitúa a la cola europea de productividad, pública y privada», remarca.
En cualquier caso, recalca que ERC se opondrá a esta medida igual que se ha opuesto al resto de «recortes sociales» en materia laboral y de pensiones que, en su opinión, siguen un «guión de progresivo desguace del Estado Social» aplicado por el PSOE «con fidelidad digna de un vasallo» y que conduce a un nuevo modelo de relaciones laborales «basado en la precariedad, contractual y salariales». «Nada que ver, pues, con el modelo alemán», apunta.
En este sentido, recalca que ante las «recetas neoliberales» hay una salida distinta a la crisis que pasa por incrementar los derechos y el gasto social a fin de lograr la homogeneización europea del estado del bienestar.
SÓLO DEFIENDE LOS FONDOS ALEMANES
Tardá asegura que Merkel habla en nombre de la «derecha alemana defensora ultranza de la rentabilidad» de los capitales invertidos en la compra de la deuda de los estados «tutelados». «No de solidaridad, aunque a veces incluso haya llegado a utilizar impúdicamente este término», afirma.
En este sentido, recalca que «detrás de los famosos mercados» también hay recursos económicos invertidos , como planes de pensiones, por ejemplo, fruto del ahorro de los trabajadores y clase media alemana que «exigen rentabilidad a toda costa».