Sin duda, uno de los términos de moda en los entornos laborales es el del empoderamiento. Una de las definiciones que recoge la RAE del verbo empoderar es “Dar a alguien autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo”. Pues bien, dado el escenario que ha retratado la pandemia de la Covid-19, así como los procesos de transformación digital que están dominando el panorama empresarial, los profesionales lo tienen claro: quieren empoderarse para afrontar una realidad bien distinta en las formas de trabajo. Así pues, crece la demanda de formación digital.
El último estudio sobre la Evolución de la Fuerza Laboral que ha llevado a cabo HP en seis países (España, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia) pone de manifiesto esta forma de pensar en los trabajadores, ya que el 71% de ellos cree que, ahora más que nunca, es esencial disponer de más formación digital para seguir siendo competitivos, desarrollar su marca personal y estar mejor preparados para afrontar los retos que propone el nuevo entorno.
El porcentaje no es baladí, teniendo en cuenta que HP ha realizado encuestas a 6.000 trabajadores de oficina repartidos en los países mencionados.
Una preocupación que ha acentuado la pandemia
Seguramente en tiempos prepandemia, el sentir era parecido pero parece que la crisis sanitaria ha acentuado la preocupación de los empleados por mantenerse útiles para el mercado laboral. Y todo ello pasa por una formación que mira directamente a la digitalización y a las habilidades blandas. Fuentes oficiales de HP explican que la situación laboral ha cambiado para siempre y destacan el impacto que ha tenido también en el seno de las compañías.
Si los profesionales viven en una época de incertidumbre, el horizonte para las empresas no es menos complejo, pues son ellas las que tendrán que adaptarse a las nuevas reglas de juego a la hora de captar y retener el talento. De acuerdo con la opinión de los profesionales, se entiende que a partir de ahora, más que nunca, los negocios deben permanecer en alerta para cuidar su capital humano, bastante desorientado desde los cambios que se hicieron de manera tan rápida con el inicio del pasado confinamiento del mes de marzo de 2020.
Fue un proceso de digitalización exprés que atropelló a muchos, tal y como ha podido detectar HP en su investigación. El trabajo en remoto se implantó de la noche a la mañana, provocando grandes quebraderos de cabeza a directivos, responsables de TI y los propios profesionales.
Había mucha confusión tanto desde el punto de vista tecnológico, como en la cultura y en la forma de llevar a cabo las tareas. La conclusión que ha detectado HP en su análisis señala que si bien los responsables de las organizaciones han apoyado a sus profesionales a la hora de abrazar la fórmula del teletrabajo, los directivos no han sido capaces de proporcionarles el equipamiento y soporte necesario para migrar a esta nueva forma de trabajar.
El reto de la migración al trabajo en remoto
Esta fue la tónica general del 2020 en las empresas. España no fue ajena a estos hechos y aunque actualmente la gran mayoría de trabajadores se sienta mejor equipado, el 35% de los empleados nacionales señala que su organización no está lista para acometer el cambio a digital, y no tiene activos los canales de comunicación digital, y que esta falta de preparación influye en el ánimo, la calidad del trabajo y la lealtad del empleado.
Esto vuelve a reflejar que las empresas están en el punto de mira y de no remediarlo, los negocios se enfrentarán a problemas de productividad en el próximo modelo de empleo híbrido.
A pesar de los problemas detectados por HP en el cambio de trabajo, otra entidad como Capgemini afirma en base a otro estudio que los niveles de productividad en los meses de teletrabajo puro y duro fueron bastante positivos, toda vez que el 63% de las empresas aumentaron dicha productividad, según los datos relativos al último trimestre del año. En cualquier caso, observando sendos informes, parece claro que la tendencia laboral es la del empleo híbrido.
La facilitación de ese modelo empieza a ser muy tenida en cuenta por los profesionales en España, de hecho HP afirma que el 47 % de los españoles considera que trabajar de forma flexible y la dotación de herramientas tecnológicas son el mayor incentivo para trabajar en una empresa. Si antes era el factor salario, ahora son estos otros los que determinan las preferencias de los trabajadores a la hora de elegir una marca para desarrollar su trabajo.
Vistas las consideraciones, la atracción del talento en la nueva normalidad pasa, sin lugar a dudas, por la llamada Experiencia de Empleado (Employee Experience). Un asunto que se ha convertido en otra de las asignaturas pendientes de las empresas.
Según apunta Gartner, en 2019 solo un 13% de los empleados estaban ampliamente satisfechos con sus experiencias laborales. No es de prever que esta cifra sea muy superior con todos los problemas que han ocurrido, teniendo en cuenta una serie de hechos que han rodeado a la migración al teletrabajo, como por ejemplo que dos de cada tres empleados en todo el mundo tuvieran que comprar o actualizar los dispositivos de su hogar (el 24 % de los europeos adquirieron un portátil mientras que el 21 % compró una impresora).
En relación con la ayuda que han ofrecido las empresas a su plantilla para adaptarse a esta nueva realidad laboral, el estudio evidencia también que solo un 15% de las compañías europeas han dado pautas seguridad a sus profesionales para trabajar fuera de la oficina, y que apenas un 12 % de las empresas europeas han sugerido prácticas sostenibles.
Gestionar el talento también depende del grado de transformación y la formación digital
Con todo, además del trabajo flexible y la remuneración, los otros grandes factores para ganar la lucha por el talento en esta nueva era se explicarían desde la capacidad de digitalización de las empresas y la dotación al empleado de herramientas para navegar y desarrollarse en el entorno digital, así como los valores corporativos como los aspectos de igualdad y los compromisos en todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad del planeta, cada vez más importante en la percepción de las nuevas generaciones de profesionales que acceden al mercado laboral.
—
HP como el perfecto aliado para responder a los nuevos retos digitales
Más allá de todos los datos que logrado conseguir HP, la gran certeza es que la pandemia ha dado un giro de 180 grados en los hábitos y rutinas de las empresas y sus trabajadores, impactando también en el plano personal. Solo las organizaciones que ya tenían una cultura arraigada en la digitalización han podido ofrecer a sus empleados aquello que más anhelan: la flexibilidad y facilidades para desempeñar nuevas formas de trabajo.
El trabajo en remoto es un nuevo salto hacia la cultura digital, aunque esta transición no está exenta de barreras. La misma HP pudo comprobar in situ tales obstáculos tanto a la hora de tomar decisiones sobre el teletrabajo como en la vuelta a las oficinas de su personal. La clave de esta nueva normalidad para la entidad tecnológica ha sido la cercanía con las personas y la ayuda que se les ha dado para desbloquear el potencial que se encuentra en la intersección entre los mundos físico y digital.
Cierto es que HP parte con ventaja, ya que durante más de dos décadas ha liderado la industria con inversiones en investigación, innovación y desarrollo y cuenta con la mejor propuesta de valor que ayuda a las empresas y profesionales a adaptarse a esta digitalización. Este mismo expertise convierte a HP como actor protagonista y socio ideal para poder conectar a empresas con empleados y clientes.
Además de cultura, el otro gran argumento que dispone la compañía es su amplio catálogo de innovaciones tecnológicas y sus servicios de aplicaciones empresariales y de seguridad, con las cuales las empresas tratan de seguir con el funcionamiento normal de la actividad, sin que esta se vea afectada por la distancia.
—
Empoderarse pasa por la formación digital
Una de las formas de empoderarse tiene que ver con la adquisición de conocimientos y habilidades. El aprendizaje continuo que tanto promueven los expertos en educación y tecnologías empieza a calar en la mentalidad de los profesionales. Los buenos empleadores actuarán, entre otras cosas, como facilitadores de formación digital.
Según ha detectado HP, es un reclamo para el 59% de los trabajadores para ser más empleables en el futuro. Inés Bermejo, responsable del negocio de Impresión en la Región Sur de Europa de HP, mantiene que “no sólo invertir en la última tecnología, sino también en las habilidades de nuestros profesionales, ya que su agilidad y capacidad de adaptación al cambio serán lo que impulse nuestro futuro como sociedad y como país”.
A pesar de que el 64% de los profesionales españoles considera que esta pandemia les ha permitido perfeccionar sus habilidades técnicas, uno de cada dos trabajadores en todo el mundo siente la necesidad de adquirir habilidades, sobre todo digitales, que les ayuden a desempeñar de forma más efectiva las tareas asociadas a su puesto de trabajo. Entre las competencias más demandas, destacan el conocimiento técnico, la autonomía digital y la programación informática. Además, HP detecta bastante motivación a la hora de profundizar en las otras habilidades, las blandas (soft skills).