Se habla mucho de la integración de la vida laboral y personal en las empresas.
Sin embargo, en la vida real, demasiados ejemplos demuestran que aún queda mucho camino por recorrer para que esto sea así. Por ejemplo, según datos ofrecidos por Pepe Gil, responsable de las TIC del Colegio Oficial de Enfermería de Ciudad Real “los profesionales de la enfermería llegan a sufrir turnos mensuales de hasta… ¡¡170 horas!!”.
Por otro lado, no parece casualidad que seis de las compañías que más concilian en España (según el Instituto Internacional de Ciencias Políticas: Repsol, Agbar, Vodafone, Mercadona, L’Oreal e IBM) figuren, año tras año, en los rankings de las mejores empresas para trabajar. Incluso, según datos del IESE Business School, las empresas que facilitan la conciliación son hasta un 19% más productivas. Así pues, conciliar es positivo, pero siempre que se haga de una forma racional, ordenada y mirando más allá del horizonte del día a día.
Horizonte de planificación
Pablo García Ansola es CEO de Aturnos, una empresa que ha desarrollado un software que simplifica y socializa la gestión de cualquier profesión que trabaje a turnos. Según García Ansola “llamamos horizonte de planificación, a la duración y planificación de los turnos de trabajo en un futuro inmediato. A partir de aquí, la longitud de este horizonte vendrá determinado por factores como la empresa en la que se trabaje o el tipo de demanda de trabajo y producción que haya que afrontar”. Partiendo de esta definición, Carmen Sánchez Gombau, experta en gestión y realización de acciones formativas vinculadas a la gestión del capital humano, recursos humanos y al desarrollo de directivos y profesionales, lo tiene claro. En su opinión, para que el trabajador pueda hacer una mejor distribución de sus horarios de trabajo, será imprescindible que, aparte de poder conocer, con antelación, cuáles van a ser sus turnos de trabajo, pueda completar los siguientes pasos “decidir un objetivo, planificar las tareas a realizar para llegar hasta esa meta, asignar a cada tarea el tiempo justo, comenzar por lo más importante, atenerse al programa previamente establecido, no dejar nada para luego, concentrarse en un solo asunto, acabar lo que se comience, hacer el mejor uso posible del tiempo y, por último, tomarse un tiempo para sí mismo. O sea, desarrollar, disfrutar y vivir”. En este punto, García Ansola introduce el término concreción laboral “hablo de cuando los trabajadores solicitan una reducción de jornada con la finalidad de poder conciliar la vida familiar y/o laboral”.
Cambios de turno de trabajo entre compañeros
Cualquier trabajador -lo de menos es que trabaje en la empresa privada o para la Administración- sabe que la distribución de turnos de trabajo entre compañeros -sobre todo en periodos críticos como festivos o vacaciones- puede generar mucha tensión en el seno de un determinado departamento laboral o de una empresa… lo cual puede convertirse en un verdadero problema, si se tiene en cuenta que es una situación que se repite de forma cotidiana, cada día. Para el fundador de Aturnos “la realización de cambios entre compañeros de los turnos de trabajo, bajo la supervisión de la dirección, es un proceso que contiene muchos beneficios como la conciliación de la vida laboral y personal o la reducción de bajas dentro de la empresa. Por otro lado, requiere una correcta definición del proceso de trabajo que supone la realización de estos cambios”.
El cambio de asignación en la gestión de los turnos de trabajo es algo que se da con asiduidad en una profesión como la enfermería. Para Pepe Gil, con experiencia de gestión de enfermería en quirófano, “la gestión de turnos es un proceso de trabajo que aporta muchos beneficios, pero que debe gestionarse de manera eficiente para no suponer una carga. Si no se hace así, un equipo de trabajo de 30 personas puede llegar a perder más de 127 horas en la gestión de los turnos de manera directa. El uso de las nuevas tecnologías simplifica esta gestión, además de permitir auditar, de manera automática, el estado del equipo, mejorando tanto en términos de productividad como de eficiencia. Además, el trabajador percibe flexibilidad, lo que hace que se sienta más integrado en la organización, puesto que ve que se le facilita la conciliación de su vida laboral y personal”. Lo malo, según Pepe Gil “es que muchas empresas están utilizando esta tecnología, principalmente en periodos de picos de trabajo, más para aumentar la productividad o controlar a sus trabajadores que para permitir, a estos mismos trabajadores, una conciliación”.
Evidentemente, si se aplica un sistema de turnos -y esto es especialmente visible dentro de sectores como la hostelería, la restauración o el retail- siempre ha de hacerse teniendo en cuenta que, cuanta mayor sea la polivalencia de actitudes y conocimientos dentro de los miembros de un equipo de trabajo, menor será la posibilidad que se originen lagunas en el desarrollo de su trabajo. Esto quiere decir que habrá que vigilar que, en los equipos, estén bien dimensionados los puestos, y, sobre todo, que los trabajadores que forman esos equipos, sean polivalentes para ocupar estos diferentes puestos. El fundador de Aturnos aporta un dato “si, los trabajadores, por ejemplo, solo tuvieran el perfil de atención al cliente, sólo el 44% de los contratos serian a jornada completa, mientras que habría un 25% de contratos menores a 19 horas semanales”. Conclusión: una planificación de horarios de trabajo a turnos siempre va a resultar positivo… siempre que se haga de forma inteligente y, a ser posible, utilizando las tecnologías adecuadas.