El mes de septiembre es el momento en el que los más jóvenes vuelven al cole y los adultos a sus puestos de trabajo. Estos últimos casos son los que presentan mayor dificultad en su adaptación, de manera que las empresas y los propios empleados deben tener en cuenta una serie de pautas para que este aterrizaje sea lo más suave y saludable posible.
Por que “una cosa es volver con pocas ganas y otra tener ansiedad por esa vuelta», afirma el equipo de psicólogos de Affor Health. Para estos especialistas, las empresas deben promover acciones orientadas al bienestar psicosocial tras la vuelta de vacaciones con el objetivo de que la vuelta al trabajo se produzca sin problemas de ningún. Las recomendaciones que apuntan son válidas para los propios empleados como para las empresas, sin embargo es clave la actitud individual que tenga cada profesional.
Comenzar el año de trabajo con actitud positiva: 7 recomendaciones para ti, empleado
- Si puedes, vuelve poco a poco. El estrés de soltar las maletas una noche y correr a la oficina a la mañana siguiente es innecesario. Recomendamos ir adaptándonos gradualmente, ya sea regresando a casa unos días antes o desde el lugar de vacaciones: acostándonos temprano, organizando nuestra casa y asuntos domésticos, retomando responsabilidades y limpiando la bandeja de entrada del correo en días previos a la incorporación, siempre que no afecte nuestro tiempo libre.
- Mantén tus buenos hábitos vacacionales. Aprovecha el buen descanso y la actividad física que tuviste durante las vacaciones. La higiene del sueño y el ejercicio regular son clave para sentirnos mejor, más optimistas y ser más productivos. Organiza tu día para ir a la cama más temprano o dedicar tiempo a una siesta reparadora, y trata en la medida de lo posible de ir al trabajo en bicicleta o caminando. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
- Reconoce y comprende tus sentimientos. Sea que estés contento o no con el regreso al trabajo, entender tus sensaciones es el primer paso para cambiarlas. La técnica de las ‘autoinstrucciones positivas’ es muy efectiva, consiste en reemplazar los pensamientos negativos por otros que sean útiles para resolver la tarea, como por ejemplo, esperar crecer en el trabajo o participar en proyectos más interesantes.
- Planifica tus objetivos y gestiona bien tu tiempo. Identifica lo que quieres y no quieres, lo que te gusta y no te gusta de tu entorno laboral, y trabaja para potenciar lo positivo y evitar lo negativo. Optimiza tu tiempo para que las tareas no te abrumen y siempre recuerda que lo urgente no siempre es lo más importante. Utiliza una agenda o una aplicación que te ayude a planificar tus días, semanas o incluso meses.
- Incorpora pausas en tu jornada y en tu año. Los descansos son parte importante de una buena gestión del tiempo. No necesitan ser largos ni interrumpir demasiado tu ritmo, simplemente tomar dos minutos para levantar la vista de la pantalla, respirar profundamente y tomar conciencia de tu ritmo es suficiente. Además, reserva momentos de desconexión a mediano y largo plazo, como los fines de semana, para disfrutar de actividades que te gusten y esperes con ilusión.
- Apoya a tus compañeros y ellos te apoyarán. En el entorno laboral, el cuidado mutuo es fundamental. Cuando tú tienes sentimientos encontrados por el regreso al trabajo, es probable que tus compañeros también los tengan. Apoyarse significa delegar con confianza cuando sea necesario y tener un ambiente laboral positivo, lo cual es un indicador claro de la felicidad en el trabajo.
- Deja el trabajo en el trabajo. Esta premisa debería aplicarse en septiembre, febrero o julio. La desconexión es esencial para que la mente se oxigene, se recargue y afronte el siguiente día con nuevas energías. Si te cuesta desconectar, prueba a ocupar tu tiempo libre con actividades que te gusten y que alejen tu mente del trabajo.