La fábrica de Langreo que tiene Bayer es el ojito derecho de la multinacional, al salir de este centro el principio activo que compone la popular aspirina. Estos días recibe la visita de altos mandos de la compañía, que darán el okay a aumentar la producción de las más de 5.000 toneladas anuales de ácido acetilsalicílico que ya salen desde este punto de España.
La historia empresarial y del marketing pocas veces ofrece casos de éxito retundo como el de la aspirina o ácido acetilsalicílico. Solamente con observar los datos de consumo – más de 100 millones de pastillas diarias – cualquier campaña resulta positiva por nefasta que sea. Cierto es que el aquel lema de “cabeza, aspirina” se ha quedado en la mente del consumidor como primer remedio para aliviar cualquier cefalea. Pero no solo dolores de cabeza, también la aspirina se usa como antiinflamatorio, antipirético y anticoagulante. Un todo en un uno, cuyos estudios datan hace más de un siglo.
En 1897, la multinacional Bayer acabó patentando la aspirina gracias al trabajo del químico Felix Hoffmann. Desde entonces es uno de los fármacos más usados del mundo y España ha tenido mucho que ver en ese camino de éxitos. ¿Por qué? Porque en Langreo (Asturias) es donde se realiza el 100% de la producción mundial del ácido acetilsalicílico. Desde una población de cerca algo más de 40.000 habitantes sale el principio de estas pastillas que se consumen como churros en todo el mundo. Desde 1942, Bayer lleva confiando la fabricación del componente de un producto que se presenta como el buque insignia de un gigante como Bayer.
Y no lo decimos nosotros, lo dicen personas como Andreas Fibig, General Manager de Bayer Healthcare Pharmaceuticals, en una entrevista para la edición impresa de Directivos y Empresas hace cerca de dos años. En aquel entonces, Fibig comentaba que “la aspirina es, después de 110 años, la invención de la medicina moderna, al menos en el campo de las moléculas pequeñas”.
Además, el ejecutivo va más allá de las patologías leves ya que “los recientes resultados obtenidos en la prevención de diferentes tipos de canceres son muy positivos y prometedores. Y todavía su desarrollo no ha acabado. ¿Se puede imaginar alguna otra molécula que tenga más de 100 años y con la que se hagan todavía ensayos clínicos y se busquen nuevas indicaciones?”, concluye. Y ahora añadimos nosotros, ¿se imaginan la vasta producción del principio activo que sale desde la fábrica de Langreo?
De Langreo al mundo
Pues sí, desde Asturias parte el componente listo para convertirse en comprimido (el siguiente paso se hace desde varios centros que Bayer tiene distribuidos a nivel mundial). Lo que antes se hacía en un año, hoy se puede hacer en un día. No en vano, la producción anual del principio activo de la aspirina en esta fábrica es de 5.000 toneladas anuales.
Mucho han avanzado las cosas desde entonces, si bien han sido gracias a la confianza e inversiones que han depositado Bayer en su Langreo Rainer Krause, que se viste de gala estos días para recibir al Consejero Delegado de Bayer Hispania, quien especificará nuevas inversiones destinadas a aumentar la producción de la aspirina.
Después de las formalidades, toca también celebrar el 70 aniversario de la apertura de la fábrica y la inauguración de un “espacio Bayer” dentro del Museo de la Siderurgia de Langreo, un museo que recoge prácticamente la historia industrial del concejo desde el siglo XIX y en el que también la farmacéutica tendrá un lugar propio.