El Día Mundial del Medio Ambiente de este año está muy enfocado a luchar y sensibilizar a la población contra la contaminación del aire. Los datos que ofrece la ONU son preocupantes, de manera que para el futuro se requieren acciones contundentes y la colaboración entre administraciones y sector privado para tratar de atajar el problema.
Según datos ofrecidos por la ONU, el 92% de las personas que habitan el planeta no respira aire limpio. Un panorama nada alentador en lo que se refiere a la salud de las ciudades y a la de sus habitantes, ya que muchas enfermedades proceden del aire que respiramos.
Ese es uno de los grandes leit motivs que tiene este año el Día Mundial del Medio Ambiente, evento anual agendado por Naciones Unidas desde 1972 para concienciar a la sociedad sobre la importancia de cuidar el planeta y fomentar el desarrollo de soluciones sostenibles para preservar el entorno.
Desde entonces, tan cierto es que la contaminación planetaria ha ido a más como también la acción de la empresa privada e instituciones por impulsar soluciones al respecto.
No en vano, los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU en 2015 y la Agenda 2030 representan toda una declaración de intenciones para frenar la polución medioambiental y consolidar una forma de operar totalmente distinta a la de décadas anteriores.
Empresas y Medio Ambiente
A nivel empresarial son muchos los que se han adherido a los ODS, haciendo de ellos su principal hoja de ruta estratégica. Por todas las vertientes que toca, así como por la filosofía adoptada ya desde hace varios años, SUEZ pasa por ser uno de los actores clave en la lucha contra la contaminación atmosférica.
Desde la gestión del agua, la entidad ha unificado sus modelos de negocio en torno a la lucha contra el cambio climático, la preservación y acceso al agua, la autosuficiencia energética, la protección de la biodiversidad y los avances sociales en equidad y salud. Estos son los parámetros que conforman su REwater Global Plan 2017-2021 (Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible), en el cual la organización se ha marcado hitos tan ambiciosos como la reducción del 90% de sus emisiones de dióxido de carbono derivadas de sus consumos eléctricos.
Las ciudades, un punto caliente
Sin duda, gran parte de los esfuerzos deben centrarse en las ciudades como foco de altos grados de contaminación. El ODS 11 de la ONU “Ciudades y comunidades sostenibles” resulta de especial importancia, dado que actualmente más de 3.500 millones de personas, la mitad de la población mundial, vive en ciudades en donde se consume entre el 60%-80% de la energía el mundo.
Cifras que en el futuro seguirán en aumento, dado que se espera que para el 2050, la población mundial superará los 9.000 millones de personas y necesitará un 40% más de recursos hídricos para satisfacer el incremento de la demanda por parte de esta población, además de un 35% más de energía y un 40% más de alimentos.
De tal manera, la calidad del aire de los núcleos urbanos es clave para garantizar la sostenibilidad de las generaciones venideras. Empezando por la movilidad, se requieren planes específicos y proyectos que reduzcan drásticamente la emisión de gases contaminantes.
Iniciativas de SUEZ
En este sentido, SUEZ España ha apostado por el transporte sostenible en su flota de vehículos, contando ya con 260 eléctricos, 375 híbridos y 15 movidos por gas. Aigües de Barcelona, filial del Grupo, dispone en la actualidad de 120 vehículos 100% eléctricos, la flota más importante de este tipo en el área metropolitana de Barcelona, lo que ha permitido en los últimos dos años reducir las emisiones de CO2 en 84 toneladas anuales aproximadamente y el consumo de diésel y gasolina en más de 33.000 litros anuales.
A nivel de investigación y soluciones, el Grupo está trabajando en proyectos como BioGNVAL para la transformación de las aguas residuales en biocarburantes. Del mismo modo, disponen de la plataforma digital ‘Airadvanced’ para la monitorización y la gestión de la calidad del aire y del ruido en tiempo real, así como la predicción de fenómenos hasta un máximo de 72 horas.
También para la medición de la calidad del aire, el proyecto ‘Citysensia’, coordinado por Cetaqua y Aigües de Barcelona, consiste en un plan piloto de monitorización móvil de la contaminación del aire en la ciudad de Barcelona mediante la instalación de sensores sobre los vehículos de Aigües de Barcelona a fin de recoger datos en tiempo real sobre la calidad ambiental.
Se trata, en definitiva, de hacer ciudades más resilientes y mejor preparadas para recuperarse de desastres de origen natural y humano. El concepto de la resiliencia urbana ha calado hondo entre las instituciones europeas como demuestra el proyecto RESCCUE (liderado por SUEZ), cuyo objetivo es analizar el impacto de los fenómenos derivados del cambio climático (inundaciones, ola de calor, etc.) en los servicios públicos de una ciudad como el agua, la energía y las telecomunicaciones. Durante cuatro años, se analizarán los casos de Barcelona, Lisboa y Bristol.
Buscando la eficiencia en los consumos: las biofactorías y la economía circular
El objetivo de la medición no es otro que la búsqueda de eficiencia en el uso de recursos naturales, para lo cual hoy existen tecnologías y modelos energéticos que garantizan el nulo impacto ambiental. Disponer de unas instalaciones que sean autosuficientes y que tengan un balance cero emisiones de CO2 es posible si se aplican los principios de la economía circular.
Las biofactorías de SUEZ en Chile y Granada cumplen con dichos principios. Como plantas de tratamiento de aguas residuales, son capaces de generar su propia energía limpia, ayudan a la reforestación del entorno, impulsan empleo sostenible y protegen la biodiversidad en sus zonas de influencia. Su modelo ya ha sido reconocido por la ONU y la intención es promoverlo a otras plantas.
Según informa SUEZ, en Barcelona, se planea convertir la EDAR de El Prat de Llobregat en una biofactoría. El objetivo es que se cubra el 100% de sus necesidades energéticas a base de biogás, procedente de barros, y energía solar a través de paneles solares, con un balance cero emisiones de CO2.
El ideario de las biofactorías podría representar un punto de inflexión para adoptar medidas políticas y estrategias nacionales al respecto del cuidado medioambiental. No obstante, es crucial que el recorrido de este tipo de acciones tengan una implicación colectiva, puesto que la contaminación es un problema que requiere la colaboración de todos.
Ejemplos de este trabajo conjunto se pueden encontrar ya en iniciativas como Sustainability Partners, cuyo fin es promover un uso más eficiente de los recursos y acelerar la transición hacia un modelo territorial circular con la colaboración de los diferentes actores locales y organismos autonómicos, así como los propios ciudadanos. El proyecto ya se ha implementado en los municipios de Sant Feliu de Llobregat, Gavá y Gran Canaria y más recientemente en organizaciones como BBraun.
“En 2018, gracias a las acciones de compra de energía verde, producción de energía renovable propia, recuperación de energía y eficiencia energética, redujimos nuestras emisiones en un 48,3%. Esta reducción corresponde a las emisiones equivalentes al CO2 que captura un bosque de unos 7.200 pinos”
SUEZ España