El precio de venta al público es superior en un consumible original frente a otro de marca blanca. Sin embargo, a la larga es mucho más económico apostar por los originales por su fiabilidad, calidad, garantía y por el cuidado del medio ambiente.
Todo ello está estudiado científicamente en los dispositivos y accesorios que rodean a la impresión. Basta además detenerse en la labor innovadora que dedican los principales fabricantes.
Las impresoras llevan conviviendo décadas en las oficinas de todo el mundo, cumpliendo una función indispensable para cualquier departamento.
En este camino las principales marcas han ido implementando cambios e innovaciones orientados a la rapidez, calidad, ahorro de costes, así como la sostenibilidad que lleva aparejado cualquier proceso de impresión.
En paralelo, las marcas blancas y los productos de imitación han ido ganando cuota de mercado con modelos de imitación y con una escasa inversión en innovación.
Entre tales productos, cabría distinguir especialmente a los cartuchos de tinta y tóner, el alma mater de este hardware y objeto de numerosos estudios de investigación en todo el mundo sobre el servicio que aportan.
Lo cierto es que muchas de esas investigaciones han surgido al calor de la entrada al mercado de cartuchos no originales que, a menor precio, cumplirían a priori con las necesidades de muchas organizaciones.
Sin embargo, se ha demostrado el uso de consumibles no originales entrañan muchos costes ocultos teniendo también implicaciones en términos de fiabilidad, seguridad y calidad. Atributos nada desdeñables a la hora de tomar decisiones sobre esta opción.
Un estudio de Buyers Laboratory Inc. llegó a afirmar que casi el 50% de los cartuchos de tinta no originales (de imitación, falsificados y refabricados) fallan durante su uso o nada más sacaros de la caja. En el caso del tóner, el porcentaje es bastante parecido (41,7%) tal y como admite otro estudio de Quality Logic.
El elemento más complejo de una impresora: una cuestión de innovación
No es casualidad que pueda fallar tanto un cartucho no original, debido a la gran carga tecnológica que incorpora, obviada por las marcas blancas presentes en el mercado.
No en vano, el cartucho pasa por ser el elemento más complejo y estudiado de una impresora. Para comprender su importancia, este accesorio podría entenderse como si fuera el motor de un automóvil, de forma que cada vez que se reemplaza esta pieza es como si se cambiara el motor de un coche.
De ahí que una de las principales diferencias entre uno y otro consumible radique en la innovación que hay detrás de ellos. Y es que un cartucho original es el resultado cientos de horas de pruebas y años de ingeniería y ciencia para poder ofrecer a los consumidores increíbles experiencias de impresión y calidad superior.
Según reflejan diversas investigaciones, con la tinta original se puede imprimir un 50% más de hojas, gastando 80 veces menos el papel necesario para la impresión»
Así que también es cuestión de innovación, aquella que muchas organizaciones empiezan a dejar de lado porque las imitaciones les impiden ganar sus márgenes. Los consumidores deben tener claro que las marcas vertebran la economía y son fuente de riqueza y de empleo.
Según un estudio del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, suponen el 40 % del PIB, generan el 60 % del comercio y contribuyen al 46 % de los impuestos que se tributan en España.
Además, su contribución al empleo es notoria: soportan el 33% de los empleos de este país, lo que suma más de 6 millones de trabajadores; y contribuyen de manera importante a la creación de puestos laborales con altos salarios.
Volviendo al desarrollo de cartuchos, lo cierto es que existen datos que ponen de manifiesto la ciencia que hay detrás de los cartuchos. Para empezar que el 70% de la tecnología asociada a la impresión reside en el interior de estos componentes.
También se sabe que cada cartucho incorpora alrededor de 500 boquillas con un tamaño minúsculo capaces de suministrar hasta 30 millones de pequeñas gotas de líquido por segundo. Así, cualquier desajuste de estas boquillas podría provocar errores de impresión, en colores y extensión.
Se entiende pues el minucioso trabajo de investigación para dar con unas tintas que tengan un fluido óptimo para cumplir con todos los requisitos de un proceso de impresión.
El trabajo de profesionales químicos en los departamentos de innovación es clave no solo para conseguir los colores finales, sino también para obtener mejoras en su resistencia al agua o incrementar la durabilidad del producto hasta cuatro generaciones.
En aras de comparar el rendimiento de marcas blancas frente a productos oficiales, distintas investigaciones revelan que los cartuchos no originales requieren de un mayor mantenimiento de las impresoras por los residuos que dejan en los cabezales.
Los consumibles de HP son capaces de producir más de 72 millones de tonalidades diferentes, con lo que solo con la tinta original es posible conseguir el color que se busca
Según HP, una referencia en este segmento, la experiencia con sus clientes indica que se dan 13 averías diarias con el uso de tinta no original. A mayor mantenimiento, mayor gasto de tinta y papel no destinados a la impresión final de trabajos.
Las cifras que maneja la compañía son bastante contundentes según un estudio de SpencerLab (Comptetitive Ink Comparison Study – North America, 2018): los cartuchos HP originales produjeron un promedio de 111% más de páginas que los cartuchos no probados de HP. La tinta probada que no era de HP imprimió un 49% menos de páginas que los cartuchos de tinta HP originales.
Costes ocultos
Estas informaciones y experiencias hacen pensar en la cantidad de costes ocultos que esconde un cartucho de imitación. En primer lugar por los fallos detectados en los productos de otras marcas.
No obstante, asumiendo que también se pueden producir errores en los consumibles originales, los usuarios disponen de una garantía que también incluye a la impresora, de manera que si ésta resultara dañada, quedaría cubierta su reparación o reemplazo.
Visto así, lo que a corto plazo parece un ahorro, a la larga resulta más caro por la necesidad de comprar más cartuchos no originales, más papel, etc.
La pérdida de la calidad es otro de los costes ocultos que han analizado diferentes agentes. Si se persigue la calidad de los trabajos, se debe ser original. Esto es así porque dispositivos de impresión como los de HP son capaces de producir más de 72 millones de tonalidades diferentes, con lo que solo con la tinta original es posible conseguir el color que se busca.
Impacto medioambiental
La otra gran ventaja que aportan los cartuchos originales estriba en su tratamiento posterior de reciclaje y la gestión medioambiental asociada a los mismos.
Teniendo en cuenta que las prácticas de negocio sostenibles son muy apreciadas por los consumidores actuales, lo cierto es que los líderes innovadores llevan desarrollando un modelo de estas características durante muchos años. En este sentido, expertos del sector afirman que los cartuchos no originales son mayoritariamente ineficientes para el cuidado del entorno, puesto que más del 90% de ellos acaban en los vertederos.
En este sentido, cabe destacar el programa HP Planet Parnet, vigente durante casi tres décadas, abarca la recopilación de productos usados en 74 países y territorios de todo el mundo.
Desde esta iniciativa, la compañía se ha propuesto reciclar 1,2 millones de toneladas de hardware y consumibles desde comienzos de 2016 hasta 2025. Sólo en 2017 ya se han reciclado 271.400 toneladas.
“Actualmente, más del 80 % de nuestros cartuchos de tinta y el 100 % de los cartuchos de tóner HP LaserJet se fabrican con plástico reciclado de ciclo cerrado”, afirman desde esta unidad.
Instant Ink, tinta bajo demanda a domicilio
La innovación no solo está en el producto sino también en el servicio que presta HP para la reposición de tinta en las impresoras de trabajo. HP Instant Ink es un servicio automatizado por el cual la propia impresora se encarga de realizar el pedido online de tinta al fabricante antes de que se agote el cartucho que está utilizando.
La compañía ha ideado diferentes planes en función del uso y la cantidad de hojas que se imprimen al mes para satisfacer cualquier tipo de necesidad.
El servicio, además de enviar a domicilio el consumible requerido por la impresora también incluye la gestión del reciclaje de los cartuchos gastados, al estar vinculado con el programa Planet Partners.