Los eventos tienen tras de sí toda una estrategia de marketing, en busca de generar una experiencia inolvidable para los asistentes. Esto repercutirá en mensajes positivos, tráfico en las redes y una serie de impactos muy valiosos para cualquier marca.
Pasan los años, cambian los métodos, surgen nuevas tendencias de hacer marketing… pero la celebración de un evento empresarial sigue siendo la forma más pura y eficaz de hacer marketing.
Con más o menos presupuesto, eventos hay para todos los gustos, cualquier empresa que quiera lanzar un producto, darse a conocer en una feria o celebrar una efeméride importante en su trayectoria, entre otras muchas opciones, puede diseñar a la medida de las necesidades un espacio corporativo para acoger a los asistentes.
Espacios para el branding
Evidentemente, la imagen prima por encima de todo, por lo que será muy importante contar con stands, recintos o carpas (en función del espacio elegido) para potenciar el branding, es decir el reconocimiento de la marca por parte del público asistente.
Para ello, encontramos páginas web como https://roder.com/es/, dedicadas al alquiler y venta de carpas (temporales y fijas) que desarrollan, diseñan y construyen estos espacios modulares de una manera flexible.
Sin duda una de las claves del éxito de cualquier evento empresarial pasa por la personalización de estos recintos, capaces de instalarse en cualquier lugar de manera fácil y económica.
¿Por qué no aprovechar la estética que ofrece, por ejemplo, un castillo para por ejemplo instalar carpas para picaderos , un monasterio, un espacio verde natural o un edificio icónico en una ciudad? En cualquiera de estos enclaves es posible instalar carpas itinerantes.
Será ahí donde se establezcan relaciones con los clientes, se haga un auténtico networking y se expongan los productos. Será allí también donde se empiece a forjar el codiciado engagement que buscan las marcas con los clientes.
Por estas razones funcionan tan bien instituciones como Ifema, convertidas en verdaderos motores económicos en las ciudades en las que están presentes.
Sin el objetivo de la venta
Sumergidos en el evento empresarial, hay que tener en cuenta que el primer objetivo que se busca no es la venta en sí, sino más bien una expectativa y una repercusión.
El evento, por si solo, supone una generación de impacto ya sea en medios tradicionales o digitales.
De modo que la presentación y estética del entorno se convierte en la principal tarjeta de visita para los asistentes.
Cualquier detalle cuenta. No está de más contar con servicios de catering, con la opción de hacer comidas dependiendo del estilo del evento.
No será un problema albergar cocinas en una de estas carpas multiusos. También es de agradecer, más en estos tiempos, dotar al espacio de conectividad propia y la posibilidad de ofrecer servicio de Wifi a los asistentes.
Es una forma muy útil de involucrar a las personas y hacerles partícipes del acto.
Un torneo de tenis, competiciones de hípica y otros acontecimientos están plagados de carpas y soluciones espaciales móviles.
La experiencia de Röder también contempla estas modalidades, con soluciones que van desde pequeñas carpas a auténticos pabellones capaces de albergar a miles de personas.
Del mismo modo, el catálogo de la compañía abarca soluciones de alojamiento para ayudas humanitarias.
Protección en situaciones catastróficas, servicios sanitarios, alojamiento de personas, espacio de asistencia y de almacenamiento… La lista de los posibles usos que se le podrían dar a estas carpas para grupos y de uso militar es verdaderamente larga.
A diferencia de los eventos empresariales, aquí sí el marketing importa más bien poco.