Se puede decir que Grecia ha saltado de una crisis a otra prácticamente sin darse cuenta, aunque en ese salto se nota que los dirigentes han aprendido muchas lecciones, pues el país heleno destaca, ahora sí, en Europa como uno de los que mejor ha gestionado la emergencia sanitaria actual.
Antes rescatada, ahora admirada. Ese podría ser el estatus con el que se ha encontrado esta exótica región del sureste Europa. Mientras grandes países de la Unión Europea contabilizaban centenares de muertes y contagios diarios en los momentos más duros de la pandemia, Grecia arrojaba datos muy inferiores que sus vecinos. De hecho, el índice de mortalidad por millones de habitantes ha sido casi 40 inferior que en países como España o Italia.
Grecia venía tocada, muy tocada tras la crisis financiera de 2008. Su rescate provocó una oleada de reformas y recortes, entre los que destacan el sistema sanitario, y precisamente este debilitamiento es lo que ha provocado actuaciones rápidas, exigentes y muy preventivas para contener el coronavirus. Fue el 26 de febrero cuando Grecia notificó el primer contagio por el SARS-CoV-2.
La eficaz y preventiva gestión de Grecia ante el Covid: muy diferente a la española
A partir de entonces se suspendieron grandes actos como el carnaval y otros de carácter religioso que tradicionalmente congregaban a multitud de personas. La suspensión de estas actividades difiere mucho en las decisiones tomadas en España, en donde hasta mediados, ya con el virus presente en las calles, se sucedieron actos multitudinarios en el ámbito social, político, cultura y deportivo.
En esas fechas, Grecia aún no había registrado ningún fallecido por coronavirus, pero ya había decretado el cierre de colegios, locales de restauración, museos y centros culturales. El confinamiento total sería decretado por las autoridades el 23 de marzo con apenas 17 fallecidos y casi 700 contagios por todo el país.
El caso es que Grecia, paradójicamente, ha sido un referente en esta crisis sin realizar grandes esfuerzos económicos. Ha sido la visitón de sus líderes y la conciencia social la que ha sacado adelante al país, al menos por ahora, y no se han necesitado hacer ni test masivos ni grandes inversiones en tecnología preventiva del virus. Con su sistema sanitario, ha sabido llevar la situación con rapidez y con una buena comunicación. Al mismo tiempo, los griegos sintieron muy de cerca los estragos que pudo causar el Covid en regiones vecinas como Italia y, quizás, este hecho también sirvió de detonante para afrontar la emergencia sanitaria.
Tras más de un año en el cargo, la popularidad del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis está creciendo como la espuma por la gestión de esta crisis, aunque no se olvida que Grecia todavía tiene problemas económicos serios. De hecho, de no haber salidos airosos del Covid, quizás el gobierno helena habría tenido que acudir a las urnas porque la situación en muchos casos es insostenible.
El turismo, el clavo al que se agarra Grecia
Hay que espera a ver lo que depara esta temporada turística en Grecia. En principio, se hablan de cifras a la baja como prácticamente todo el sector de Europa y el mundo. Aun así, las famosas islas griegas, paraísos para el turista, son un verdadero reclamo como zona Covid free. En ellas apenas ha tenido incidencia la enfermedad y ya la autoridades han lanzando al mundo este tipo de mensajes en sus campañas internacionales. El mismo primer ministro, desplazado hasta Santorini, descubrió el eslogan que maneja el país para esta temporada: El verano griego es un estado de ánimo.
Grecia asume el riesgo de la llegada de turistas, pero es que su economía depende prácticamente de ellos. Por si acaso, en cada zona tienen bien claro cómo actuar en caso de que se produzca un positivo. En el caso de islas, hablamos de traslados en helicópteros o barcos medicalizados según la gravedad de cada situación.
«El camino a la normalidad está preparado y se hará de acuerdo con un planteamiento exhaustivo de la situación. Los protocolos que pongamos en marcha protegerán a los trabajadores de los hoteles y a los turistas», ha asegurado el ministro de Turismo griego, Jaris Theojaris para la agencia EFE.
Así, no hay motivo para no pasar unos días en Grecia. La recomendación por parte de las autoridades españolas es la de mantenerse informado en todo momento sobre la situación de la pandemia y contar con un seguro que cubra todas las eventualidades del viaje. Del mismo modo, antes de realizar un viaje al extranjero, se recomienda registrar los datos en el Registro de Viajeros informático del Ministerio de Exteriores, para facilitar la atención en eventuales situaciones de emergencia o necesidad.
Otra crisis: la inmigración
La otra patata caliente de Grecia en este momento es la de la inmigración. En los seis primeros meses del año, el gobierno ha reducido la llegada de inmigrantes en un 50% con respecto al año anterior. Las patrullas han intensificado su trabajo tanto a nivel marítimo como terrestre. En este último periodo, el ejecutivo afirma haber detenido a miles de personas en situación irregular que intentaron cruzar la frontera desde Turquía.
También habría que contabilizar en este recuento que casi 50.000 personas se acogieron al programa de retorno voluntario de la Organización Internacional de las Migraciones y Frontex, por el cual se paga 2.000 euros por persona que decida volver a su país de origen.
En cualquier caso, los líderes griegos presumen de esta otra gestión, pero algunas ONG han levantado la voz manifestando maltratos sufridos por los inmigrantes. Tanto es así que se ha pedido a la Unión Europea que investigue estos presuntos incidentes.